El trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más conocidos y diagnosticados en el mundo occidental, caracterizándose por la presencia de inatención que puede estar o no acompañada de hiperactividad e impulsividad. Se trata de una problemática que puede causar severas dificultades al niño que lo padece, existiendo en muchos casos problemas de ajuste en el ámbito académico y social derivados principalmente de una falta de desarrollo de algunas funciones ejecutivas.
De cara a solventar estas dificultades, puede ser de gran interés el realizar algún tipo de actividad que permita entrenar dichas funciones. A lo largo de este artículo vamos a proponer diversas actividades para niños con TDAH con el fin de potenciar sus capacidades de manera amena y divertida.
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TDAH: breve descripción del trastorno
Antes de entrar a plantear actividades concretas, puede ser relevante hacer una breve mención a qué se conoce como TDAH.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH es un trastorno caracterizado por la presencia de al menos seis síntomas de inatención y otros seis de hiperactividad e impulsividad durante un mínimo de seis meses consecutivos.
Entre los síntomas típicos de inatención podemos encontrar problemas en el mantenimiento de la atención, pérdida de la conversación ajena o falta de escucha debida a tener la mente ocupada, olvido de actividades cotidianas, evitación de actividades que requieran atención sostenida, incapacidad para seguir o terminar tareas, olvido de consignas, pérdida de objetos o descuidos.
En lo que respecta a hiperactividad/impulsividad suelen ser comunes la inquietud motora, habla excesiva, incapacidad de guardar turno, intrusión en las actividades ajenas, anticipación de respuestas ajenas antes de que se produzcan, incapacidad para mantenerse quieto o sentado o correr en contextos inapropiados. Hay que tener en cuenta que existe también el TDA, en el cual habría inatención pero no hiperactividad.
Se trata de un trastorno del neurodesarrollo, es decir de una condición que aparece como consecuencia de dificultades en el proceso de desarrollo normativo y cuyos síntomas tienen su aparición durante el mismo (si bien ello no quiere decir que solo exista en infancia o adolescencia, estando presente también en adultos). En el caso del TDAH, puede observarse concretamente un enlentecimiento del desarrollo de la corteza prefrontal, algo que tiene repercusión a la hora de desarrollar las llamadas funciones ejecutivas. Entre las funciones que suelen presentar déficits observamos la atención, la memoria de trabajo, la inhibición de la conducta, la capacidad de autoorganización o la capacidad de hacer y mantener planes.
Es importante también tener en cuenta estamos ante problemáticas ajenas a la voluntad de quienes la padecen, algo que es necesario remarcar dado que para muchas personas puede ser difícil darse cuenta por ejemplo en el caso que nos ocupa.
Propuestas de actividades para niños con TDAH
A la hora de generar actividades para niños con este problema, hay que tener claro que deben plantearse actividades que deben ser explicadas con claridad, que permitan la realización de descansos y que, aunque tengan como objetivo la potenciación de capacidades, sean amenas y vividas como algo interesante para el menor. También suele ser recomendable emplear actividades más bien visuales, no enteramente verbales. Asimismo deben retirarse o evitarse la presencia de estímulos distractores.
Teniendo esto en cuenta, a continuación veremos una serie de actividades que podemos realizar junto a un niño con TDAH y que nos pueden ayudar a entrenar habilidades y capacidades en las que pueden tener dificultades.
1. Las siete diferencias
Un juego típico y sencillo a la par que divertido que se basa en detectar las diferencias existentes entre varias imágenes. El nivel de dificultad puede variar en función de la edad y la capacidad del sujeto. Permite entrenar la atención a los detalles y la memoria de trabajo.
2. Sopa de letras
Otra actividad típica y altamente conocida y utilizada en alguna ocasión para entretenerse por una gran parte de la población, las sopas de letras también pueden ser de utilidad para niños con TDAH dado que permiten entrenar atención selectiva, la capacidad para organizarse y la inhibición de la conducta.
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3. A cámara lenta
Otra manera de entrenar la capacidad de atención y la inhibición y gestión de la conducta es a través de la realización de diversas acciones a cámara lenta. Un ejemplo podría ser interpretar a un astronauta en una misión a la Luna, que debe colocar una bandera en algún punto de la superficie lunar (la casa del niño por ejemplo), en gravedad cero. Se puede llegar a plantear toda una historia, pudiendo incluso convertirse en un juego en grupo.
4. La técnica de la tortuga
Esta pequeña y sencilla actividad puede permitir fortalecer la gestión de la conducta y reducir la impulsividad. Se trata de jugar con el niño y enseñarle a convertirse en tortuga, aprendiendo a actuar poco a poco y a refugiarse en el caparazón cuando perciban alguna amenaza, de cara a tranquilizarse.
5. Memory o juego de las parejas
Este conocido juego permite entrenar memoria y atención, teniendo el sujeto que encontrar entre un grupo de cartas boca abajo parejas de cartas, pudiendo levantar solo dos a la vez antes de volverlas a colocar boca abajo.
6. Juegos de construcción
Si al niño le gustan, los juegos de construcción son una excelente manera de entrenar la capacidad de planificación, control de la conducta y atención al detalle. Desde LEGOs a maquetas, puede tratarse de una actividad divertida y de gran utilidad que además puede amoldarse a temáticaa al gusto del sujeto.
7. Juego del eco
Esta actividad, a realizar preferente en grupo, se basa en que uno de ellos participantes siga alguna palabra y el resto haga de eco, repitiendo las últimas sílabas. También se puede añadir el hecho de que cada vez el niño tenga que ir reduciendo las sílabas y sonidos repetidos. Fomenta la atención y la memoria de trabajo verbal.
8. La inicial de mi nombre
Una actividad sencilla que se basa en que nosotros iremos diciendo al azar diferentes letras de manera continuada, teniendo el menor que dar una palmada cuando oiga la que corresponde a su inicial. También puede hacerse diciendo palabras al azar teniendo el sujeto que aplaudir cuando se diga una concreta. Favorece la atención continuada.
9. ¿Qué he guardado?
Memoria y atención son algunas de las habilidades que permite fomentar está actividad. Se trata que se le proporcionan al sujeto una serie de objetos diferentes para guardar en una caja. Hecho esto deberá decir que es lo que ha guardado. Puede ser útil proponerle previamente que genere una historia fantástica que permita englobar todos los objetos en cuestión, de tal manera que además se trabaja la organización.
10. El ahorcado
Este conocido juego permite el mantenimiento de la atención, la inhibición conductual, la planificación o la capacidad para organizarse.
11. Deportes en equipo
La actividad física suele ser algo placentero para los niños con hiperactividad, ya que les permite un gran movimiento. Además de liberar energía, muchos deportes también pueden favorecer la atención hacia estímulos o detalles, como por ejemplo el tenis de mesa.
12. Palabras encadenadas
Otra actividad sencilla de echar a cabo y que permite entrenar no solo la atención, sino también la necesidad de esperar a su turno de palabra. Se trata de formar una cadena de palabras, haciendo que los jugadores se vayan turnando para decir una palabra que debe empezar por la última sílaba de la palabra que haya dicho la persona anterior.
13. Imítame
Este juego permite trabajar la atención y la memoria. La primera persona debe hacer una actividad concreta (que puede provenir de tarjetas previamente preparadas), con el fin de que el resto deba fijarse en lo que hace para poder replicarlo a continuación. Un ejemplo podría ser replicar una coreografía de baile.
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14. Una lengua inventada
La idea de esta actividad es generar series de símbolos sin significado per se, como si fuera una lengua nueva, que tengan correspondencia con las letras de alfabeto. Deberemos dejar diversos mensajes relativamente cortos por toda la casa que el niño tendrá que traducir de cara a encontrar la siguiente pista, por ejemplo, para encontrar un pequeño tesoro (por ejemplo unos chuches), disponiendo para ello de una pequeña chuleta.
Referencias bibliográficas:
- Vallés, A. (1999). Cómo cambiar la conducta infantil. Guía para padres. Alicante: Editorial Marfil.