La depresión mayor es una patología que, si bien hace unas décadas era eclipsada por una serie de ideas muy dañinas para la salud mental (como por ejemplo, que tener depresión no consiste en sufrir u trastorno sino es simplemente "ser débil"), hoy en día cada vez es más considerada como un problema que debe ser tomado en serio. Gracias a ello, por ejemplo, se presiona por hacer que los sistemas de salud de los países incorporen medidas de prevención y tratamiento de este tipo de patologías.
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en el área de la sensibilización, y parte de ello se debe a que en no pocas ocasiones se cae en una visión muy simplista y estereotipada de lo que significa ser una persona con depresión; cuesta ponerle cara a esta enfermedad. Es en parte por ello que son tan útiles libros como "Punto y coma: El emotivo relato de una psicóloga con depresión", escrito por la psicóloga Carolina Marín, quien plasma en palabras lo que llegó a vivir al desarrollar depresión y a quien entrevistamos aquí.
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Entrevista a Carolina Marín: cualquier psicólogo es susceptible de caer en la depresión
Carolina Marín es psicóloga federada por la FEAP y especialista en la intervención en adultos y adolescentes, así como autora del libro "Punto y coma: El emotivo relato de una psicóloga con depresión", publicado recientemente. En esta entrevista nos habla sobre las ideas fundamentales que transmite a través de esta narración.
Carolina Marín
Carolina Marín
Pareja Y De Familia. Federada Por Feap
¿Qué te llevó a la idea de escribir “Punto y Coma” y cuál ha sido tu principal objetivo al narrar esta historia?
En un primer momento utilicé la técnica de la narrativa, es decir, ir escribiendo cómo me sentía en cada monumento de la enfermedad. Posteriormente, cuando fui superándola poco a poco, sentí la necesidad de hacerlo público, con el único objetivo de hacer consciente a las personas que la depresión no es un estado de tristeza transitorio, sino un mal endémico del siglo XXI.
Es una enfermedad muy seria, y la cual deja mucho dolor tras de sí. Quizás si conocemos qué le pasa a una persona cuando pasa por una depresión, podamos comprender mejor esta patología y saber tomar mejores decisiones en relación con la enfermedad y quien la padece.
¿Está muy extendida la idea de que los psicólogos, por el hecho de serlo, deberían ser capaces de mantener fuera de sus vidas alteraciones como la depresión?
Así es. Parece que los profesionales de la salud mental estamos vacunados contra todo trastorno mental. Y no es así.
Los psicólogos somos personas normales que han cursado unos estudios, y que se forman a lo largo de la vida, para ayudar de la mejor forma posible a solventar las dificultades que los pacientes planteen. No obstante, los profesionales también somos padres, tenemos hijos, somos hijos, primos y nietos. Y tenemos que pagar facturas, hipotecas etc. Tenemos dificultades como cualquier persona. Y tener conocimiento de cómo ayudar a una persona a superar una depresión, no nos hace inmunes en ninguno de los casos.
¿Y cuáles son las consecuencias negativas de tener esa visión tan simplista o incluso idealizada de los psicoterapeutas, según la cual son prácticamente robots?
Desgraciadamente, hay un gran desconocimiento en general de nuestra profesión. Además de estar poco regulada en lo realmente importante. Los psicólogos no somos meros “escuchadores” de los diferentes discursos del paciente. Somos algo más. Hay que estudiar técnicas, comprender la mente y su funcionamiento. El buen profesional lleva años formándose; bueno, creo que toda la vida. Y en función de su orientación realizará un tipo de intervención u otro. Pero no somos robots, somos seres humanos de carne y hueso, que sufrimos y padecemos.
¿Para sensibilizar a la sociedad acerca de temas como la depresión y otros problemas de salud mental, es importante ir más allá de las cifras y las estadísticas y apoyarnos en historias y ejemplos? ¿O podemos fiarlo todo al mundo de los papers científicos?
Para sensibilizar a la sociedad creo que es importante el conocimiento. Comprender qué le pasa a una persona cuando entra en este oscuro bosque es esencial para poder ayudarle de la forma más eficaz. Habría que hacer una labor desde la psiquiatría y quitarle el estigma que aún se tiene. Porque los psiquiatras no sólo tratan a personas más agudas con unas psicopatologías complejas, sino que son los que principalmente administran los psicofármacos, es decir, los tratamientos ansiolíticos, depresivos personalizados a cada paciente. Y estos son vitales para poder desbloquear en algún momento a la persona que sufre depresión, por ejemplo.
El mundo de las publicaciones científicas es vital porque gracias a ellos podemos, en la vida diaria de nuestra profesión, ejercer con más garantía, aquello que la comunidad científica ha descubierto y avalado. Aunque hay que salir más fuera y darse cuenta que los números que arroja la depresión en los tiempos que corren siguen creciendo de forma muy rápida y alarmante. Deberíamos hacer un análisis de la situación y preguntarnos dónde estamos fallando para que las personas se estén deprimiendo a este nivel.
¿Como la depresión tiene mil caras, es habitual que las personas de nuestro entorno la sufran y ni nos demos cuenta porque no encajan con el estereotipo de persona muy triste?
Exacto, hay varios tipos de depresión, entre ellas la más común que es el trastorno ansioso depresivo. Sin embargo, hay sintomatología común. Lo más importante es poder hablar con la persona y que pueda expresar qué y cómo se siente. Hay una sintomatología como la irritabilidad, apatía, embotamiento afectivo, disminución marcada del interés y de la capacidad de disfrutar, sentimientos de inutilidad e ideación de culpa, baja autoestima, pensamientos recurrentes que pueden ser comunes a los tipos de depresión. Cuando una persona muestra irritabilidad por ejemplo puede ser la antesala de estar entrando en una depresión.
¿Qué deberíamos hacer si notamos que alguien de nuestro entorno puede estar sufriendo depresión?
Es de vital importancia que se ponga en manos de un profesional que pueda realizar una valoración para posteriormente determinar si necesita tratamiento farmacológico y psicoterapia. La depresión no es tristeza es mucho más. Es un entramado de síntomas, donde afecta no sólo al estado de ánimo, a la conducta alimentaria, a nivel cognitivo, a la percepción de la realidad del paciente. Comprender que con el acompañamiento de profesionales la enfermedad se puede mitigar, y evitar así consecuencias mayores.