Entrevista a Génesis Espinosa Sánchez: claves para mantener el deseo sexual en una relación

Convivir muchos años con una misma pareja implica cambios profundos en la forma de vincularnos, también en lo erótico. A medida que ganamos estabilidad, seguridad y rutina, el deseo puede fluctuar y aparecer la sensación de que “ya no es como antes”.

Esto no significa que la relación esté rota, sino que necesita nuevos recursos, conversación honesta y una mirada más flexible sobre la sexualidad a lo largo del tiempo. Comprender por qué el deseo se apaga, cómo influye el estrés y qué hábitos pueden revitalizar la conexión es fundamental para cualquier pareja.

Charlando con Génesis Espinosa Sánchez

Para ello, hoy nos visita Génesis Espinosa Sánchez, psicóloga y sexóloga especializada en terapia de pareja.

¿Por qué muchas parejas, con el tiempo, sienten que el deseo sexual se apaga? ¿Es inevitable o se puede trabajar?

Es normal que el deseo sexual se apague con facilidad, debido a que los seres humanos tendemos habituarnos a los estímulos repetidos en el tiempo, nuestra pareja es una serie de estímulos repetidos en el tiempo.

Sumado a que el formato de estilo de las mayorías de las parejas es el de convivir en la misma vivienda, pasan excesivo de tiempo de mala calidad por asi decirlo, y eso permite que normalicen su cuerpo, su presencia, su ausencia o muchas veces las razones iniciales que hicieron enamorarlos los unos con los otros, se vuelven las mismas razones que terminan odiando de la pareja. En esa paradoja nos encontramos. Sin embargo, los beneficios del amor y la convivencia siguen siendo mayoritariamente beneficiosos, que se continúa hasta la fecha eligiendo.

Otra de las razones, que resulta bastante curiosa, es que a medida que la pareja alcanza mayor estabilidad y seguridad emocional, tiende a disminuir el deseo sexual. Cuando nos volvemos más tiernos, protectores y dulces con nuestra pareja, esa actitud de cariño y confianza puede reducir automáticamente el erotismo y la pasión en la relación.

La protección excesiva, la dulzura constante, y la ausencia de incertidumbre contribuyen a que el ambiente se vuelva menos estimulante desde el punto de vista sexual, ya que disminuyen las sensaciones de adrenalina, de novedad y de oportunidad para extrañar o experimentar algo distinto. Es una paradoja que muchas parejas deben aprender a aceptar y gestionar, ya que esa estabilidad y ternura, aunque fortalecen el vínculo emocional, pueden también limitar la chispa y la intensidad del deseo. Por eso, comprender y equilibrar estos aspectos resulta fundamental para mantener una vida sexual plena dentro de una relación duradera.

¿Qué señales indican que una pareja está descuidando su conexión íntima, ¿aunque sigan funcionando bien como equipo?

Cuando no sacan tiempo para tener espacio de calidad en la pareja, es decir, una cita, por ejemplo, o tiempo donde conectan física y emocionalmente.

Cuando las relaciones sexuales son monótonas y aburridas para ambos, pero ninguno se anima a romper con la rutina porque es más cómodo así o ya se resignaron a que el sexo en la pareja de largo plazo es más “simple y tranquilo” esto a la larga termina deteriorando su conexión sexual y por ende emocional/vincular.

¿Cómo afecta el estrés o la ansiedad vinculada a la crianza al vínculo erótico en una relación estable?

La ansiedad es el miedo anticipatorio e imaginario en donde la persona experimenta un monto elevado de activación fisiológica y tiene pensamientos negativos sobre el rendimiento por ejemplo o la posible evaluación negativa del otro del cuerpo especialmente si se tiene algun TCA, Dismorfia corporal o baja autoestima. Esto interfiere en la posibilidad de tener orgasmos tanto en la mujer como en el varón, causando menos disfrute y por ende menos frecuencia y calidad de las mismas.

El estrés puede afectar positivo o negativamente al ser humano, porque hay personas que frente al estrés pueden tener relaciones sexuales y estas les resulta muy terapéutico, con lo que aumenta su frecuencia y calidad. Sirviendo de sostén para aliviar el estrés.

Pero a otras personas el estrés los agota física y mentalmente, al punto que no desean ni por asomo tener relaciones sexuales. Es como si entraran en modo supervivencia y necesitan ahorrar energía vital para resolver dichos estresores.

Desde la Terapia Cognitivo-Conductual, ¿qué creencias disfuncionales afectan más a la vida sexual en pareja?

Hay múltiples creencias sobre desempeño y rendimiento que tienen que ver con la frecuencia o la sincronización de los orgasmos, hay quienes creen que deben si o si tener orgasmo al mismo tiempo, o quienes mencionan tener altas expectativas de la cantidad de orgasmos, o sexo que se tiene.

Esto lo único que causa es ansiedad de desempeño y puede llegar a provocar en los hombres eyaculación precoz, o disfunción eréctil, en la mujer puede provocar disociaciones y desconcentración, disminuyendo la posibilidad de un sexo de calidad.

¿Qué papel juega la comunicación sexual en el mantenimiento del deseo mutuo y la satisfacción íntima?

Es clave, ya que esas conversaciones abiertas y libres, primero permite que las personas se conozcan en profundidad, habilitan a confesar deseos o fantasías sexuales que a la larga genera una buena relación sexual de calidad porque a mayor conocimiento del otro y del propio mayor calidad de los encuentros.

También permite resolverse inseguridades, eliminando los obstáculos mediante la comunicación. Esa misma conversación puede ser disparador de creación de deseo sexual para el siguiente encuentro.

¿Cómo pueden las parejas redefinir su sexualidad a lo largo de las distintas etapas de la relación?

Es importante consultar con un profesional, para ayudarnos a evacuar dudas, no hay mucha difusión sobre esto, por lo que en general el ser humano se estanca y se bloquea en ese “ya no es como antes”mientras que esa pareja se va desgastando con el paso del tiempo.

Hay que apelar a la comunicación abierta y transparencia, hay que normalizar que nos podamos aburrir del sexo con nuestra pareja y eso no debe representar el fin de la relación, por el contrario, puede ser el inicio de una nueva forma de vincularnos con ese ser que hemos elegido para acompañar nuestra cama.

¿Cuándo es buen momento para consultar a un sexólogo o terapeuta de pareja, antes de que haya un problema o solo cuando ya aparece el conflicto?

Siempre que se tenga dudas, no hace falta hacer un tratamiento larguísimo, con que puedas tener una consulta para evacuar tus dudas, alcanza. El momento ideal es siempre de forma preventiva, tan pronto notamos que algo no está funcionando adecuadamente o si hay alguna curiosidad.

¿Qué ejercicios o hábitos simples podrían incorporar las parejas para cuidar su vida sexual de forma consciente?

El hábito de la creatividad, de la innovación, la búsqueda de novedad constante. Pensémoslo como la hora de comer, no nos gusta comer siempre lo mismo, ocurre similar con la relación sexual, si variamos posiciones, formas de buscar a nuestra pareja, o conectar, me estaré asegurando de tener un mejor encuentro sexual, esto es reforzante en sí mismo, es decir, que con solo producir un encuentro de alta calidad ya nos condiciona a querer tener próximamente otro encuentro sexual y así sucesivamente, con lo cual siempre invitaré a las personas a que intentar cultivar su creatividad, la mejor herramienta es esa, nuestro cerebro es el motor del deseo, allí se fabrica, es la base.