Laura Baena, creadora del Club de Malasmadres: 'La mayoría de las madres se sienten solas'

Hablamos con ella sobre maternidad, culpa, salud mental y la importancia de dejar de exigirse tanto.

Laura Baena, creadora del Club de Malasmadres: 'La mayoría de las madres se sienten solas'

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En 2013, desbordada tras el nacimiento de su primera hija, Laura Baena sintió la necesidad de compartir en Twitter lo mala madre que se sentía. Empezaron a llegarle miles de testimonios de mujeres que se sentían igual de frustradas por no ser madres perfectas. Lo que comenzó como un desahogo pronto se convirtió en el Club de Malasmadres, una comunidad de más de un millón de mujeres que luchan contra los estereotipos y proponen conversaciones incómodas.

Baena es una de las voces más reconocidas en la lucha por la conciliación real. Preside la Asociación Yo No Renuncio, que promueve medidas a favor de la conciliación para que las mujeres no tengan que renunciar a su carrera profesional ni a ver crecer a sus hijos.

Creativa publicitaria y madre de tres "buenashijas", se define en Psicología y Mente como “una Malamadre con mucho sueño, poco tiempo libre, alergia a la ñoñería y ganas de cambiar el mundo”.

¿Qué te llevó a crear el Club de Malasmadres? ¿Cuál fue el detonante personal o emocional?

Mi primera maternidad, sentirme tan sola e incomprendida. Hace casi 14 años cuando nació mi “buenahija1” nadie hablaba de la realidad de la maternidad, de la soledad, del dolor, del miedo a fallar, de sentirse mal por no llegar a todo, así que comencé a desahogarme como "Malamadre" en redes sociales conectando con muchísimas mujeres y madres que se sentían igual. Un sentimiento individual que tuve conectó con una necesidad social de decir la verdad de la maternidad, de romper el mito de la madre perfecta y luchar por una nueva manera de criar y ser madre, más libre y menos juzgada.

¿Qué emociones predominaban en ti cuando decidiste romper con el ideal de “madre perfecta”?

Liberación, compañía, sororidad... No sentirme un bicho raro fue un gran alivio. El club de Malasmadres a mí me salvó en un momento de crisis y sin saberlo yo estaba salvando a muchas otras y así se creó una comunidad emocional, que ya desde hace mucho me trasciende, creando red. Un poder que es transformador. Porque sentir que no estás sola, que te puedes apoyar, desahogarse en otras es sanador.

¿Qué papel juega la salud mental en la maternidad y por qué crees que sigue siendo tabú?

Un papel importantísimo. La mayoría de las madres, según nuestros estudios, se sienten solas. Una soledad que se vive en silencio y con mucha culpa, otra de las emociones que desgarran cuando llega la maternidad. Cuando no encuentras apoyos, cuando no te sientes comprendida, puedes caer en problemas de salud mental.

El bienestar de las madres es una responsabilidad social. Pero pesa mucho un modelo de "superwoman" que nos hacen creer que es posible. Esto genera mucha frustración por una sensación constante de no sentirnos suficientes. Es necesario romper ese modelo. Nosotras vimos cómo afecta el desgaste emocional por la falta de conciliación y corresponsabilidad en las madres y nos llevó incluso a lanzar nuestro servicio de atención psicológica "yo me cuido". Además, desde la Asociación Yo No Renuncio que presido hacemos retos y talleres para tratar estos temas.

¿Has sentido culpa por priorizar tu bienestar psicológico o profesional? ¿Cómo la gestionas?

La culpa es una emoción inherente no solo a las madres sino a las mujeres. Hace poco hablaba con la psicóloga María Fornet en mi podcast y hay que tener mucho cuidado para que la culpa no dirija nuestra vida. Según nuestro estudio "La hora de cuidarse" con DKV, 9 de cada 10 madres que se cuidan lo hacen con culpa por no destinar ese tiempo a su familia. Pero es que el autocuidado es innegociable. Si no conseguimos cuidarnos, nada se sostiene. Tenemos que priorizar, aunque nos cueste al principio. Yo siempre le digo a las madres "hazlo con culpa, pero hazlo". Para cuidarse y priorizar nuestro bienestar es necesario tiempo, que no tenemos, por eso es necesario luchar por la conciliación. Mientras tanto, algo fundamental es hacer red, tribu con otras madres. No somos menos madre por pedir ayuda para tener algo de tiempo propio.

¿Qué importancia crees que tiene la terapia o el acompañamiento psicológico en la crianza?

La maternidad llega como un tsunami, cambia nuestra vida en todos los ámbitos y encajar esta nueva vida a veces se hace muy difícil. El acompañamiento nos da herramientas para gestionar los momentos de ansiedad y tensión, que son normales vivir en esta etapa de la vida, que nos llena pero también nos deja sin fuerzas y energía. Poner en contexto las cosas, bajar expectativas, aprender a cuidarnos son aspectos fundamentales que a veces no sabemos hacer solas y es necesaria esa ayuda externa.

¿Cómo afecta la maternidad a la autoestima y al equilibrio emocional?

Afecta más de lo que creemos en un primer momento. Nos han vendido una maternidad idílica, pero la realidad es que la maternidad nos aleja de quiénes éramos. Nos convertimos en una nueva mujer y encajarlo no es fácil. Muchísimas mujeres madres se miran al espejo y no se reconocen, pierden su identidad. Por eso nosotras trabajamos para que "la M de Madre no aplaste a la M de mujer". Mi amiga y colaboradora Silvia Congost, psicóloga experta en autoestima habla de una desconexión de nosotras mismas con la maternidad, porque por supervivencia nos enfocamos en criar, cuidar, proteger y cuando pasan los primeros meses, el primer año, tenemos que enfrentarnos a una nueva realidad en la que tendremos que reconectar con nosotras mismas, aceptarnos, querernos y a partir de ahí crecer en autoestima.

¿Qué peso tienen el juicio social y los estereotipos en la sobrecarga mental y emocional de las madres?

Nueve de cada 10 Malasmadres se sienten juzgadas con frecuencia, según los datos de nuestro estudio "No eres menos madre", así que imagina, y lo peor es que esos juicios vienen en la mayoría de los casos del entorno familiar y más cercano, ese lugar donde nos deberíamos sentir protegidas. Una de las cosas que más orgullosa me hace sentir es ser una comunidad muy diversa que se comprende y da la mano para romper con esa tiranía que tanto daño hace. Y la carga mental es la principal causa del desgaste emocional de las madres. El 75% de las mujeres madres declara sentirse agotada prácticamente a diario, según nuestro estudio "El coste de la conciliación". Llevamos una década poniendo en datos el coste que genera la maternidad, económico, personal y emocional. La maternidad nos penaliza laboralmente, pero además también personalmente. La falta de corresponsabilidad en el hogar nos empuja a estar constantemente con tareas invisibles en nuestra cabeza que son muy difíciles de gestionar. Y en este sentido somos las madres españolas las que más sufrimos esta situación con respecto al resto de Europa.

¿Cómo influyen las redes sociales en la autoexigencia y en la comparación entre madres?

Muchísimo. La proliferación de cuentas de madres influencers genera comparación constante y dañina. Sabemos que esos perfiles solo muestran una parte de la realidad, pero inevitablemente eso construye un modelo de maternidad que no nos beneficia. Por eso desde Malasmadres intentamos mostrar no solo lo bonito, que es mucho, si no el lado duro y oscuro de la maternidad. Para que cuando lo vivas o sufras no te sientas culpable, sola y que lo estás haciendo fatal. Hemos pasado de un modelo de madre abnegada, sacrificada que renunciaba a todo por sus hijos e hijas a un modelo de madre superwoman que tiene que llegar a todo. Un imposible para la mayoría de madres. Así que hay que alejarse de eso, dejar de seguir a perfiles que nos hacen sentir mal porque esto afecta y mucho a la salud mental.

En tu libro Yo No Renuncio señalas cómo debería replantearse el reparto del trabajo . ¿Qué entiendes por conciliación real y por qué sigue siendo una asignatura pendiente?

El sistema solo premia el trabajo productivo, el hacer y seguimos sin dar el paso a valorar lo reproductivo, los cuidados, la vida, olvidando que lo reproductivo también genera no solo valor sino economía. Es la gran lucha feminista. Como dice Silvia Federici "es trabajo, no amor". Y cambiar esta realidad cuesta, porque nos han inculcado el rol de cuidadoras de los demás desde que somos niñas. Romper con esto está costando demasiado, hay mucha resistencia. Tenemos que entender que sin corresponsabilidad en el hogar no avanzaremos. Que hasta que los hombres no se responsabilicen y ocupen los espacios de cuidado no podremos avanzar. Pero para ello hace falta compromiso político, legislación, implicación de las empresas, educación en igualdad y una corresponsabilidad social. Para mí conciliar llegará el día que una mujer no tenga que renunciar por el simple hecho de ser madre.

¿Qué estrategias o herramientas psicológicas recomiendas para lidiar con la carga mental?

Compartirla. No hay más camino que compartirla. Por eso si tenemos pareja hay que responsabilizarse, si tenemos apoyos o tribu hacer red. Porque solas no podemos. Tenemos que abrir espacios de diálogo, conversaciones incómodas, expresar cómo nos sentimos y qué necesitamos. Si no lo hacemos, seguiremos cargando con "el peso invisible de la maternidad", nombre que hemos dado a nuestra última investigación.

¿Qué te dices a ti misma en los momentos de ansiedad o saturación?

“Respira Laura, ponlo en contexto, quítale importancia, abraza, cuídate y mañana no lo verás tan difícil”. Cuando llega la ansiedad y la saturación es porque me he pasado de frenada, no me he escuchado, me he alejado de mi autocuidado. Entonces vuelvo, recalculo la ruta y desde otro lugar continúo. Ahora lo sé, ahora me escucho y puedo entenderme mejor porque hay detrás años de autoconocimiento y trabajo personal. Aún así hay momentos de bloqueo, de tener que parar y soltar.

¿Qué le dirías a una madre que se siente “mala madre” por no llegar a todo?

Que no está sola. Que a todo es imposible llegar. Que nos han engañado con un modelo que no se puede sostener. Que el problema no está en ella. Que eso que siente lo sentimos todas, que es un problema social, que se libere de la carga y que busque, como sea, cuidarse un poquito. En esto del autocuidado ponemos las metas muy altas, y a veces solo necesitamos encerrarnos en el baño, pestillo mediante, a respirar 3 minutos.

¿Y qué les dirías a nuestros lectores padres?

Que los necesitamos a nuestro lado, que necesitamos que sean equipo, que escuchen nuestras necesidades, que veamos soluciones en equipo. Que compartamos la carga mental. Que rompan los silencios cómplices. Que se incomoden y den un paso al frente. Que sean el ejemplo que quieren ser para sus hijos e hijas. Que acompañen y disfruten por derecho de su paternidad. Que suelten privilegios. Que no ayuden, que se corresponsabilicen. Les pido mucho. Pero es que es urgente su apoyo activo.

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Rosario Gabino. (2025, octubre 10). Laura Baena, creadora del Club de Malasmadres: 'La mayoría de las madres se sienten solas'. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/entrevistas/laura-baena-creadora-club-malasmadres-mayoria-de-madres-se-sienten-solas

Periodista

Periodista licenciada por la Universidad del Salvador de Buenos Aires, en Argentina. Ha trabajado para diferentes medios digitales, periódicos, radios y televisión. Durante 13 años trabajó para la BBC en Buenos Aires y Londres, donde se especializó en temas de salud, bienestar y psicología.

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