Cuando los pensamientos que te invaden te traen recuerdos de momentos de sufrimiento y dolor. Cuando la nostalgia impregna tus sensaciones, cuando te encuentras en una posición en la que las ideas suenan como que no fuiste feliz y te llevan a proyectar que nunca lo serás. Podrías concluir que no lo mereces y nada cambiará.
Incluso, si alguien tratase de recordarte algún momento que disfrutaste, que fuiste feliz, lo más seguro es que concluyas que está equivocado o que sencillamente, trata de darte animo. Pero si llegase a existir la posibilidad, de permitirte alegrarte por algún logro, compartir con amigos, participar en actividades que disfrutes. Para no rendirte antes de experimentarlo de nuevo, y no descartar sentir la felicidad antes de probarla y revivirla.
Cuando el camino se vuelve nublado
¿Por qué te hablo de esto? Resulta que la desilusión y la desesperanza le están dando la mano a la existencia de muchas personas, incluso, cada vez a menor edad. Cuando al pensar sobre lo que has alcanzado, pudieses llegar a la conclusión de que no has logrado nada importante como lo habías soñado.
Entonces puede sentir un sabor amargo, una decepción con sensaciones de insuficiencia, la idea de ser un completo fracaso. Y cuando se experimenta que no has logrado nada valioso, puede surgir la creencia de que no vale la pena vivir. Para la OMS la depresión es considerada la cuarta causa principal de morbilidad y el suicidio la tercera causa principal de muerte a escala mundial en personas entre los 15 y 34 años.
Estos son pensamientos que se vuelven trampas mentales, un pensamiento ilógico, una distorsión cognitiva, que establece la convicción de un dilema inexplicable. Si no estimas los logros, se producirá una ilusión de que eres improductivo. Innecesariamente, podrás reprocharte, yo no valgo, no cuento para nada, no soy capaz. Centrándote solo en los errores o incapacidades. Es un arma, que siempre podrá volverse en una continua recriminación, que te recuerde que no has sido suficiente, y en la que vuelves a caer.
¿Cómo parar que se repita ese círculo?
Podría favorecerte, reconocer el absurdo de la autocrítica y elevar la autovaloración y autocompasión. Vamos a detenernos un poco ahora, para concientizar que repetirte una y otra vez, las mismas ideas, solo va a inquietarte inútilmente. Por el contrario, reconocerlo y comprenderlo, puede aliviar el sufrimiento y la presencia de los pensamientos distorsionados. Evidenciando así, lo ilógico de la autocrítica y elevando la compasión por ti mismo, hasta encontrar el camino preciso o la llave correcta que abra la felicidad potencial encerrada tras las ideas de autolimitación.
Un trabajo continuo y de mucha paciencia es fundamental para encontrar las respuestas anheladas. Pero que en situaciones más complejas, requiere de apoyo terapéutico para su alcance. La desesperanza que experimentan las personas seriamente deprimidas, suele ser mayor que la de pacientes con enfermedades terminales, aún ante un mal pronóstico. Por ello resulta imprescindible, destacar lo absurdo de la desesperanza, para prevenir mayor depresión, incluso, ideas suicidas. Ante la presencia de pensamientos deformados, ideas erradas o suposiciones desafortunadas. Recuperar el estado de ánimo resulta primordial, aunque no lo consideres posible.
Y aunque se descalifique el apoyo clínico, un buen profesional va a permanecer junto a ti para continuar con el trabajo terapéutico. La idea es comprender los sentimientos de inutilidad, incluso, lo irracional de algunas respuestas. Cuando se descubre cómo abrir la puerta de la paz interior, se encuentra una riqueza que supera las dificultades del camino, ese instante vale cada esfuerzo, porque toda frustración superada, irradia gozo. Una manera práctica de verificar si te está afectando la aprobación de los demás sería:
- Analiza beneficios y/o costos de determinar tu valor por la recriminación de los demás.
- Vuelve a considerar tu supuesto de ser aprobado por otro ¿Realmente necesitas la aprobación del otro para ser valioso?
- Y si la crítica es valida, ¿Podrías corregirla? O ¿Qué podrías aprender de ella? Reflexiona, cometer un error, no te hace perdedor.
- Aunque realmente sea lo peor, no tienes que perderlo todo por ello.
- Si resulta desagradable la crítica, ten presente que el malestar pasará.
- Y si te rechazan, no es tu culpa, son decisiones subjetivas de la otra persona.
Unas consideraciones importantes
Lo esencial sería pasar de sentirte mejor a estar mejor, porque no solo debías buscar que pase el dolor o que desaparezca, algo más tendría que estar implícito. Comprender la razón por la cual te deprimes. Identificar qué cosas o estrategias te han ayudado a sentirte mejor en otros momentos.
Reconocer tu valor personal, eres un ser único e irrepetible, eso es algo ineludible que tienes que creértelo. Tú vales, tienes oportunidades e independientemente de que alcances o no, éxito o reconocimiento de otros, debes sentir amor por ti mismo y alegrarte contigo. ¿Qué puedes considerar?
- Desea alcanzar satisfacción, y por añadidura tendrás alegría, destrezas, aprendizajes.
- Cambia los pensamientos automáticos por opuestos racionales positivos y significativos.
- No importa lo mal que te sientas, podrás superarlo con la certeza de que mejorará.
- Trátate como si fueras tu mejor amigo.
Todos tenemos derecho a irritarnos, sentirnos mal y desanimarnos, la pregunta sería ¿Te conviene, vale la pena? Hay que aprender a liberar las emociones, que a veces no sabemos verbalizar. También vale identificar que el sufrimiento nos puede guiar para prevenir, pero puedes mejor nutrirte con las cosas que te conecten con admiración y amor, y sobre todo, reparar los malos entendidos, los conflictos, para no quedarte enganchado o arrastrando la tensión. Ten presente sobre todo, conectar contigo de una manera amorosa y sin juicios. Y en vez de quedarte en si algo es malo o es bueno, pregúntate ¿Qué puedes aprender de ello?
¿Qué puedes hacer si piensa que estás deprimido? según recomienda la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Buscar ayuda profesional, el apoyo adecuado sin duda favorecerá el sentirte mejor, y si tiene pensamientos suicidas, hazlo inmediatamente. Sigue realizando las actividades que te gustaban cuando te sentías bien y evita aislarte, manteniendo el contacto con tus familiares y amigos.
Asimismo, mantén tus hábitos regulares de alimentación y sueño, haz ejercicio regularmente, aunque se trate de un pequeño paseo, el sedentarismo no ayuda, tampoco la ingesta de alcohol o el consumo drogas ilícitas, ya que estos productos pueden empeorar la depresión. Ten presente que tu eres lo más importante, acepta que puedes sentirte deprimido y ajusta tus expectativas, tal vez no puedas llevar a cabo todo lo que solías hacer, date tu tiempo para recuperar tu camino. Tomar conciencia del sentido de vida es imprescindible ante las condiciones limitantes y está asociado positivamente a la resiliencia y al bienestar psicológico.
Enciende tu luz interior
Es importante que reconozca que tus pensamientos son los únicos que pueden afectar tu estado de ánimo. No necesitas que los otros te iluminen para ver tu luz, ni de elogios de otros para aprobarte a ti mismo. Si es necesario, esfuérzate por darte cuenta de las cosas positivas de ti, solo así, resurgirá tu autorespeto y autoapoyo. Para vivir en el aquí y ahora, porque es donde está la vida.