La historia de la psicología, y en especial de la tradición psicoanalítica iniciada con Sigmund Freud, está muy relacionada con la interpretación de los sueños. Esto hace que muchas personas se planteen qué significa soñar cada noche con la misma persona, o al menos con una frecuencia relativamente elevada.
Para responder a esta pregunta primero hay que entender lo que personas como Freud entendían que eran los sueños y lo que desde la psicología contemporánea ligada a las neurociencias se entiende por ellos.
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Freud y la interpretación de los sueños
Para el padre del psicoanálisis, los sueños eran una forma en la que lo inconsciente se manifiesta de manera indirecta en nuestros pensamientos. Desde este punto de vista, una buena parte de lo que soñamos es en realidad un conjunto de símbolos acerca de sensaciones y pensamientos que han quedado confinados a lo inconsciente porque son demasiado estresantes o insoportables como para ser procesados por la mente consciente.
Según Freud, una porción de los contenidos del inconsciente que nuestra mente trata de reprimir para que su existencia no se note mucho no son en sí recuerdos traumáticos sino deseos y pensamientos que deben ser ocultados por sus implicaciones inmorales.
Esto tiene mucho que ver con la teoría de las estructuras yoicas, según la cual hay una entidad llamada Ello vinculada a los deseos y los impulsos más básicos y emocionales, otra llamada Superyó que representa todas las normas e imposiciones morales vinculadas a la idea de perfección, y otra llamada Yo que arbitra la relación entre las otras dos para que no entremos en crisis.
Así pues, los sueños podrían estar expresando deseos reprimidos, y esto se dejaría notar en el caso de soñar mucho con la misma persona.
¿Significa esto que hay deseo sexual?
Aunque el psicoanálisis freudiano es conocido por poner mucho énfasis en la sexualidad humana entendida como energía psicológica que nos motiva para comportarnos de un cierto modo y no de otro, eso no implica que soñar cada noche con la misma persona signifique que la deseamos, desde esta tradición psicodinámica. Por ejemplo, podría significar que nos gustaría vengarnos de esa persona, o que esa figura es en realidad el símbolo que sirve para representar una idea abstracta.
Eso significa que, desde el psicoanálisis, no existe una respuesta única, simple y universal a la pregunta de qué significa soñar siempre con alguien. Históricamente, hallar con una respuesta era uno de los cometidos principales de los psicoanalistas, y eso podía significar que debían pasar varias sesiones hasta llegar a una conclusión. Dicho de otro modo, se examinaba caso por caso, ya que una de las características de los símbolos es que pueden ser interpretados de infinitas maneras posibles.
Así pues, para hallar la interpretación correcta era necesario conocer todo el trasfondo psicológico de una persona hasta detectar ciertas tendencias o explicaciones razonables a partir de un análisis del todo.
Todo esto partiendo del paradigma del psicoanálisis, por supuesto. Ahora bien… ¿qué dice la psicología actual al respecto?
Una interpretación basada en la ciencia
La psicología contemporánea, a diferencia del psicoanálisis, se fundamenta en el método científico, lo cual significa que aspira a crear teorías científicas a partir de hipótesis falsables. Eso significa que todas aquellas explicaciones que sean tan abstractas e imprecisas que no puedan ser refutadas a partir de la contrastación con la realidad son rechazadas. Y la explicación psicoanalítica de la mente humana es altamente abstracta y basada en afirmaciones que no pueden ser demostradas, tal y como criticó el filósofo de la ciencia Karl Popper.
Es por eso que, para el tema que nos ocupa, la explicación al hecho de que soñamos mucho con una persona es relativamente simple. Soñamos con esa persona porque mantenemos vivo su recuerdo y pensamos con frecuencia en ella o en los conceptos asociados a ella.
No hay ni deseos reprimidos, ni recuerdos bloqueados por algo llamado “consciencia”: simplemente hay una fase del sueño en la que recuerdos de conceptos que ya están en nuestro cerebro se van “activando” de un modo relativamente caótico, creando extrañas secuencias de ideas. Y, cuantas más veces se activen los grupos de neuronas que al “encenderse” a la vez evocan un concepto, más probable será que esto vuelva a ocurrir en un futuro.
Una cuestión de atención
Lo que ocurre en nuestros sueños no es un reflejo de nuestros deseos reprimidos, sino, en un sentido general, de aquello a lo que damos importancia en un sentido abstracto. Por eso, por ejemplo, en muchos de ellos soñamos que nuestra vida o la de alguien importante corre peligro, pues la muerte es algo que nos preocupa y que deja una profunda marca en nuestra memoria a partir de experiencias relacionadas con este concepto. Lo mismo ocurre con las personas próximas a nosotros: pensamos mucho en ellas, y esto se plasma en su frecuencia de aparición en los sueños.
Eso sí, la importancia que le damos a estos elementos no nos dice nada ni acerca de lo que queremos hacer ni sobre esas preocupaciones concretas que pueblan nuestra mente, porque para ello haría falta que una parte de nuestro sistema nervioso "codificase" mensajes en clave que solo se manifiestan al dormir; algo que no tiene sentido ni es de utilidad.
Así que ya sabes: si sueñas mucho con una persona, no te preocupes por tratar de desentrañar significados ocultos acerca de posibles traumas o deseos que realmente no están ahí. Si no hay nada que indique que tienes un problema, lo más probable es que no lo tengas; tan simple como eso.