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6 mitos sobre las fobias que todavía creemos (y qué dice realmente la Psicología)

Por qué las fobias no son exageraciones y cómo comprenderlas sin prejuicios.

Mitos sobre las fobias que todavía confundimos

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Seguramente has vivido momentos en los que un simple estímulo te hizo sentir una alarma interna que no controlaste. No lo buscaste, simplemente apareció. Esa mezcla de incomodidad, ganas de huir y tensión te deja pensando que tal vez hay algo raro en ti. Y, aunque no lo sepas, muchas personas pasan por lo mismo.

El problema es que casi no se habla de esto con claridad y terminan circulando ideas que confunden más. Por eso conviene entender qué pasa realmente cuando aparece una fobia. Vamos, entonces, a desmitificar algunas creencias sobre las fobias para comprender mejor qué hay detrás de todo esto.

Ideas que distorsionan cómo entendemos las fobias

Las fobias suelen subestimarse porque desde afuera todo se ve “exagerado”. A veces alguien dice “no es para tanto”, pero la reacción del cuerpo de quien lo vive demuestra lo contrario.

El corazón se acelera, la respiración se corta y aparece esa urgencia de alejarse. No es un miedo común ni una impresión pasajera, pero cuando la información es poca, la gente termina opinando desde estereotipos y eso complica que alguien busque apoyo.

Y, claro, hablar de fobias con claridad ayuda a desmontar prejuicios y a que más personas entiendan que no son manías, capricho ni mucho menos síntomas que alguien se está inventando para llamar la atención.

6 mitos relacionados con las fobias

Muchos de estos mitos se repiten porque la fobia es difícil de imaginar cuando no se experimenta. Entonces, mucha gente intenta explicarla como puede a partir de la información que tiene, aunque llegue a conclusiones equivocadas. Aquí revisamos seis mitos para que puedas ver qué hay realmente detrás:

1. “La fobia solo es un miedo exagerado”

El mito: se asume que la persona amplifica algo que debería ser manejable. La realidad: una fobia activa una respuesta automática que involucra al cerebro y al cuerpo. El sistema de alarma se enciende como si hubiera un riesgo real, aunque el estímulo sea seguro.

Eso, a veces, provoca sudoración, tensión, taquicardia y sensación de urgencia. No hay exageración voluntaria, sino una reacción muy fuerte que aparece sin permiso.

2. “Quien tiene una fobia podría controlarla si quisiera”

El mito: se cree que solo hace falta fuerza personal. La realidad: la reacción llega antes de que la persona pueda pensar con calma. El cuerpo se adelanta y toma el control. Por eso no sirve que alguien diga “contrólalo”.

El manejo requiere aprender nuevas herramientas, y eso se trabaja mejor en un espacio terapéutico donde se entiende cómo funciona esa respuesta interna.

3. “Solo las personas muy sensibles desarrollan fobias”

El mito: se etiqueta a quien tiene una fobia como alguien frágil o poco resistente. La realidad: cualquier persona puede desarrollar una fobia. Intervienen factores hereditarios, experiencias previas y patrones de aprendizaje.

Esto no depende del carácter ni de qué tan fuerte sea una persona. En cambio, decir que solo afecta a personas sensibles añade culpa y no aporta nada.

4. “Evitar lo que da miedo ayuda a que todo mejore”

El mito: evitar la situación parece la solución más sencilla porque baja la ansiedad del momento. La realidad: esa evitación alimenta el miedo, ya que le enseña al cerebro que el estímulo es peligroso. Con el tiempo, el temor se vuelve más grande y la situación más difícil de enfrentar. El alivio inmediato engaña, porque sostiene el ciclo del pánico.

5. “Confrontar el miedo de golpe es la mejor forma de superarlo”

El mito: se piensa que tomar el estímulo de frente y sin preparación es la salida más rápida. La realidad: una exposición repentina puede empeorar la reacción y aumentar la sensación de amenaza. La evidencia muestra que la exposición gradual, guiada y respetuosa con los límites funciona mucho mejor.

6. “Una fobia fuerte nunca mejora, por más apoyo que haya.”

El mito: se cree que si la fobia es intensa, ya no hay forma de avanzar. La realidad: aunque una fobia pueda acompañar durante años si no se atiende, existen tratamientos con efectos sólidos. La terapia cognitivo-conductual, la exposición gradual y las técnicas de regulación ayudan a reducir la ansiedad y a cambiar la respuesta automática. La mejora sucede con constancia y un acompañamiento adecuado.

¿Qué hacer cuando sientes que una fobia limita tu vida?

Si algo empieza a afectarte en tus rutinas, en tus relaciones o en tus decisiones diarias, vale la pena parar un momento y pensar cómo quieres manejarlo. Estas ideas suelen servir:

  • Contactar a un psicoterapeuta que pueda ayudarte a entender cómo aparece tu miedo y enseñarte formas prácticas de manejarlo.

  • Trabajar con exposición gradual. Es decir, hacerlo con guía y de forma paulatina para avanzar paso a paso.

  • Practicar técnicas de regulación como relajación muscular, respiración o mindfulness, ya que ayudan a que el cuerpo salga del modo “alarma”.

  • Compartir lo que sientes con personas cercanas, pues hablarlo permite que comprendan cómo acompañarte. No tienes que entrar en detalles, solo explicar qué te ayuda y qué no.

  • Reconocer cómo vas avanzando, porque al repasar y celebrar tu progreso, aunque creas que no es mucho, te recuerdas que sí estás moviéndote hacia una relación más tranquila con ese miedo.

Y, ten en cuenta algo: una fobia no define quién eres. Cuando la entiendes, la nombras y la trabajas con paciencia, recuperas espacio para vivir sin que ese miedo marque cada decisión. Lo importante es avanzar a tu ritmo, con información clara y con el apoyo necesario.

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  • Straube, T.; Mentzel, H.J.; Miltner, W.H. (2005). "Common and distinct brain activation to threat and safety signals in social phobia". Neuropsychobiology. 52 (3): 163 - 168.
  • Hamm, A.O. (2009). "Specific phobias". The Psychiatric Clinics of North America. 32 (3): 577–591.

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Diego Sebastián Rojo. (2025, noviembre 24). 6 mitos sobre las fobias que todavía creemos (y qué dice realmente la Psicología). Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/mitos-sobre-fobias-que-todavia-creemos-y-que-dice-psicologia

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