En el mundo de la psicología siempre se ha dado cuenta de regular los hábitos del ser humano en los casos en los que las personas no se sienten bien emocionalmente. Infinidad de individuos se cuestionan cada día: ¿cómo puedo ser más feliz?
La respuesta a la pregunta anterior es variada y de compleja resolución, pero hay ciertos aspectos comunes a prácticamente todo el mundo que nos permiten hablar sobre normas para ser feliz, o más feliz. Siempre existen excepciones, pero tener esta base suele ser necesario para tener una vida sana emocionalmente.
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Varias normas para ser feliz
Si los problemas por los que atravesamos no son demasiado extremos ni tienen que ver con la patología mental, hay recursos a los que puedes acudir sin necesidad de visitar a un psicólogo para mejorar el nivel de bienestar. A continuación encontrarás una serie de consejos para darle un pequeño impulso positivo a tu vida si estás en un momento delicado a nivel emocional.
1. Tienes sentido del humor: úsalo
Es quizás uno de los pilares fundamentales de la vida plenamente feliz. Las endorfinas que nos hace generar el hecho de adoptar una perspectiva de la vida basada en el humor son sumamente beneficiosas para el estado de ánimo en general.
2. Evita la aprobación constante
Los seres humanos somos animales sociales. Siempre buscamos agradar, contentar y satisfacer a los demás. Para algunas personas esto se convierte en una obsesión basada en buscar la aprobación de los demás para sentirse querido, mantener la autoestima. Hay que evitar esta actitud o se nos puede volver en nuestra contra.
3. No contengas las lágrimas
Enfadarse en una emoción natural del ser humano. Curiosamente, la sociedad nos educa desde muy temprano a no mostrar emociones negativas, a reprimir nuestro dolor. Es un gran error. Sin caer en la desesperación, si queremos desahogarnos mediante el llanto, es bueno recurrir a ello, dado que es más fácil superar rápidamente el mal momento. Ayuda a expulsar el estrés de nuestro organismo y facilita la adopción de una visión más optimista frente a la nueva realidad.
4. Sé valiente
No hay que entender este concepto de valentía de una manera épica o romántica. Simplemente hay que tener en mente que no es bueno quedarse en la zona de confort, sin dejar que el miedo decida el destino de nuestros actos. En la niñez y adolescencia es normal sentir miedo, pero una vez llegados a la edad adulta, es necesario cambiar de actitud. De esta manera, no dejaremos pasar oportunidades.
5. No mientas
La mentira es uno de los pecados más cometidos por parte del ser humano. Se dice que mentimos una media de 20 veces al día. Ello, según los expertos, genera desconfianzas y compromete nuestra facilidad para mantener lazos afectivos. Es extremadamente necesario evitar engañar a los demás, por muy necesario que sea.
6. Fija tus propios objetivos
Debes de intentar al máximo tener las riendas de tu vida. No dejes que la situación haga las cosas por ti, está en tus manos hacer aquello que deseas. Márcate objetivos, metas y evita hablar adoptando formulaciones pasivas como “ya se arreglará” o “ya se verá”. Tu actitud debe ser empoderada.
7. Sé amable
La formalidad es otra de las piedras angulares para tener una vida plenamente feliz. No debemos confundir la amabilidad con la simpatía, no debemos forzar nunca una sonrisa no deseada. Simplemente hay que actuar por igual con todos los individuos que nos rodean, con buenos modales para facilitar la conexiñón con el otro.
8. Toma responsabilidad
Solo un mal carpintero culpa a sus herramientas del mal trabajo. La irresponsabilidad es una lacra: echar la culpa a factores externos constantemente nos sumerge en un estado de insatisfacción. Es imprescindible evitar la tendencia a culpar a todo lo que escapa de nuestro control. Es una de las normas para ser feliz que tienen que ver con la capacidad de tomar el control.
9. Si necesitas un descanso, para
En algunas ocasiones tenemos la sensación de necesitar un parón en nuestra vida, especialmente en el ámbito laboral. No contradigas esa sensación. Si necesitas una pausa, un descanso y desconectar de tu rutina habitual, tómate unas largas vacaciones. Es la mejor manera de reorientar tu vida.
10. Equilibrio personal y profesional
Quizás sea uno de los grandes dilemas de toda la lista. El ámbito laboral es parte de nuestra vida, la condiciona, y ello incide directamente en nuestra felicidad y desarrollo personal. Debemos estar seguros del equilibrio que nos aporta entre lo personal y lo profesional. No deberíamos pensar en el trabajo fuera de su horario, ni tampoco sentirnos incómodos dentro de él. En ese caso, debemos darle la vuelta a esta situación.