Los 10 principios básicos del Evolucionismo

La Psicología Evolucionista nos muestra la manera en que la evolución modula nuestra conducta

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Aunque el Evolucionismo es un paradigma científico basado en la evolución biológica, sus leyes y conocimientos son también aplicables a otros ámbitos de la vida humana, cómo en el ámbito social y psicológico.

Como todos los modelos explicativos actuales, no puede explicar la complejidad humana en su totalidad, pero si puede ofrecer una visión interesante que nos ayude a comprender mejor lo que nos rodea.

Los 10 principios del Evolucionismo que te ayudarán a entender la vida

Para poder adoptar la perspectiva evolucionista, hemos de comprender los principios en los que se basa y tener en cuenta que la palabra evolución en ocasiones se utiliza como sinónimo del proceso vital o la vida en sí misma.

1. La realidad es cambiante

En el mundo hay tantos elementos en interacción permanente, que nada es estático, todo y todos nos encontramos en un proceso de cambio constante. Este principio es explicado por los evolucionistas con el Efecto de la Reina Roja. Esta hipótesis es extraída de la segunda parte del cuento de Lewis Carroll Alicia en el país de las Maravillas, donde los habitantes del país de la Reina Roja deben correr lo más rápido posible para poder conservar su statu quo y simplemente seguir donde están.

En la vida real podemos observar cómo este efecto se da en numerosos ámbitos, como el laboral, dónde el reciclaje formativo es necesario si no se quiere quedar desfasado o ser superado por la competencia, o en el social-económico, dónde no estar al día en las últimas tendencias puede suponer exclusión social, en el ámbito bélico “las carreras armamentísticas” son el símil de este efecto ya que no estar a la última en armamento puede suponer perder la guerra. De este principio podemos extraer la conclusión: evolucionar o morir.

2. La evolución no tiene una finalidad preestablecida, simplemente sucede constantemente

Buscar un sentido a la vida es generalmente algo inútil y puede ser una pregunta a la que jamás podamos darle una respuesta, por tanto, hemos ser nosotros los que le demos el sentido y lo establezcamos.

3. La evolución es convergente

No hay un fin pero existen caminos para la evolución trazados de forma muy clara. Aunque vivimos en un mundo muy grande, todas las personas a lo largo de la historia de la humanidad han seguido evoluciones muy similares tanto en el desarrollo físico e intelectual como en el desarrollo del ciclo vital, es decir, convergemos en la mayoría de aspectos.

4. La evolución sigue un camino

No puede ir por dónde quiere, sino por dónde puede. Siempre hay limitaciones y obstáculos que los individuos han de sortear cómo pueden, superándose o haciendo uso de los recursos disponibles.

5. La evolución no es perfeccionista, es oportunista

¿Si las cosas funcionan, para qué cambiarlo? Sabemos que la ley del mínimo esfuerzo gobierna al universo, y por lo general en la vida de las personas esto también sucede. Si estamos bien, no nos orientamos hacia el cambio.

6. Una función se puede adaptar a otra función

Siguiendo la línea del principio anterior de no esforzarnos mucho, las personas no acostumbramos a buscar nuevas maneras de hacer las cosas, sino que adaptamos las habilidades que ya poseemos para resolver los diferentes retos que se nos presentan. Este punto está muy relacionado con el siguiente…

7. Cuando algo surge y funciona, se copia, se copia y se copia…

Y se repite sin parar, de manera que se va extendiendo en forma exponencial. Pero, si aparece algo que es mejor, lo anterior se deja de usar. Este fenómeno se puede observar…

8. La naturaleza de la evolución es ahorradora

Como hemos visto en los puntos anteriores intenta no hacer gasto de demasiados recursos, excepto para la reproducción. Cuando un individuo ve oportunidades de reproducirse (o simplemente de tener sexo) hace sus mayores inversiones de recursos en todos los aspectos, en el caso del ser humano, se invierte tiempo, dedicación, dinero, recursos cognitivos, desarrollo de estrategias, y un largo etcétera.

9. La evolución nunca vuelve, sólo va

Lo mismo sucede con la vida, nunca podemos volver atrás ni deshacer acciones pasadas. Lo único que podemos hacer es tirar hacia delante.

10. No se puede luchar en contra de los principios de la evolución

Lo único que pueden hacer los seres vivos ante este hecho, es adaptarse. La vida, por tanto, es adaptación.

Psicóloga clínica

Graduada en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Especialidad en Personalidad, Evaluación y Tratamiento. Máster en práctica clínica cognitivo-conductual por la AEPCCC. Psicoterapeuta.

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