Las personas con diversidad funcional siguen enfrentando obstáculos sociales que limitan su derecho a una sexualidad libre y satisfactoria. Este artículo propone reflexionar sobre la educación sexual inclusiva y explorar la adaptación de la juguetería erótica como medio para favorecer la autonomía y el bienestar sexual.
Sexualidad y discapacidad funcional
Los tipos de diversidad funcional que existen en la clasificación tradicional o común son la física, intelectual y sensorial siendo un grupo heterogéneo. Para abarcar la variedad del grupo se usa la palabra diversidad funcional.
La sexualidad humana se compone de tres dimensiones destacables. En primer lugar, la relacional es la comunicación, la interacción, el encuentro con el otro/a, la expresión de afecto, de sentimientos, de emociones, de atracción, etc. En segundo lugar, la recreativa se refiere a la gratificación, el placer, el deseo, las fantasías, etc. Y en tercer lugar, la reproductiva: es la dimensión de la maternidad y paternidad y de tener hijos/as que se desean.
“La capacidad de sentir, vivir, expresar y compartir sensaciones corporales, afecto y ternura, poco tiene que ver en principio con la edad, con determinadas lesiones, enfermedades o diversidad funcional. El sexo forma parte de nuestra vida y no tiene sentido escindirlo de ella” (J.L. García, 2000).
Mitos de la sexualidad de las personas con diversidad funcional
La sexualidad de las personas con diversidad funcional sigue envuelta en prejuicios, mitos y tabúes. Lo que genera, en muchos casos, la negación de la existencia de la sexualidad y la represión sistemática de sus manifestaciones. Por ese motivo, quiero nombrar algunos de los mitos más populares:
- Son asexuales.
- Son como niños, también sexualmente.
- No son sexualmente atractivas/os para otros.
- Son inocentes y no se debe despertar su interés sexual.
- No tienen actividad sexual.
- No pueden formar una pareja, ni casarse.
- Tienen demasiada motivación sexual.
- La actividad sexual es para tener hijos y no pueden o no deben.
- La educación sexual despierta la sexualidad inocente y dormida.
El desarrollo de la sexualidad contribuye al bienestar en todas las personas, también en las personas con diversidad funcional. Por este motivo, las intervenciones en educación sexual en este campo de trabajo se basan en generar competencias de autodeterminación y autocuidado, entre otras.
Trabajar con el entorno de la persona (padre/madre, hermanos/as, amigos/as, monitor/a, etc.), es otro de los pilares importantes, para que pueda adaptar y facilitar los recursos necesarios para aproximar una sexualidad satisfactoria y no de riesgo.
¿Cómo debe trabajar el profesional de la salud con personas con diversidad funcional?
Las intervenciones provenientes de la sexología suelen centrarse en la educación o en consultas que reproducen los mismos parámetros aplicados a personas sin diversidad funcional.
Por esta razón, resulta fundamental que los y las profesionales reconozcan a las personas con diversidad funcional como personas con necesidades e intereses sexuales propios. Promover la salud sexual implica ir más allá de la prevención de enfermedades, tal como recogen los principios de los derechos sexuales.
Desde la sexología, los profesionales coinciden en que la intervención debe partir del conocimiento profundo de la persona: su biografía, características, comportamientos, contexto y tipo de diversidad funcional. La adaptación del contenido y de las estrategias debe realizarse según cada situación particular, considerando factores como la edad, el nivel de autonomía o las necesidades de apoyo.
De acuerdo con De la Cruz (2011), los objetivos de atender, educar y acompañar deben orientarse siempre hacia tres pilares fundamentales: el autoconocimiento, la autoaceptación y la expresión de la erótica.
¿Qué juguetes se recomiendan para las personas con diversidad funcional?
Como se ha comentado en todo el artículo, la diversidad funcional es amplia. Por ese motivo, se señalan algunas limitaciones concretas que pueden tener las personas para así poder resumir las recomendaciones de productos eróticos.
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Limitación visual: para las personas que tienen limitación visual de algún tipo se pueden encontrar juguetes para estimular diferentes partes del cuerpo. Esto se puede lograr mediante un sistema de vos, por ejemplo, que tienen incorporado algunos productos o se instala con una app móvil compatible con la marca. Aunque no se han fabricado pensando en las personas con limitación visual sirve para poder usarlo y generar beneficios.
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Limitación auditiva: para las personas que tienen limitación auditiva se puede explotar más lo visual y para ello en el campo de la juguetería erótica hay muchos productos. Algunas de las ideas pueden ser lencería, arneses, vibradores de colores, etc. Los productos suelen tener varios botones para encender, controlar la intensidad de la potencia o los modos. Cada vez que encendemos el producto se enciende una luz para informar que el producto está activo y con el tacto de la mano se puede controlar la potencia y modo en el que se quiere estimular la piel.
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Limitación en la movilidad: para este tipo de limitación existen cojines para adaptar diferentes posturas y que el cuerpo pueda mantenerse. Los vibradores y masturbadores con ventosa es otro de los ejemplos de juguetes con adaptación a la diversidad. Este tipo de producto puede encontrarse en un lugar concreto y no es necesario usar las manos. También, existe el arnés que se coloca en la pierna o los arneses huecos para el pene.
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Limitación de comunicación: se pueden usar los juegos ilustrativos, de palabras, de acciones, etc. El mensaje puede llegar de forma más clara a la otra persona con la que se está interactuando en la práctica erótica mediante los juegos. Así, se puede trabajar las barreras emocionales, como la vergüenza, que puede existir en cualquier relación erótica.
Además de todos los ejemplos anteriores, los juguetes sensoriales son un acierto para poder estimular cualquier zona corporal. Dentro de ellos se pueden encontrar la cosmética erótica, las plumas sensoriales y los masajeadores, entre otros.
En definitiva, en la tienda erótica de Vivelavita se pueden encontrar distintos productos que se colocan en un lugar determinado o en el cuerpo de la persona para conseguir que el encuentro erótico sea más cómodo y adaptado. Esta adaptación no significa que haya unas posturas o prácticas determinadas que hay que realizar, significa que si la persona con diversidad funcional quiere realizar una práctica determinada y su cuerpo no se lo permite, por cualquiera de los motivos, lo pueda realizar con ayuda de juguetes eróticos.


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