El estrés ha pasado de ser personal a ser social. Y según dicen los expertos, en breve será una de las mayores epidemias globales de salud mental, junto con la soledad y la depresión.
Porque no olvidemos que el estrés es una respuesta normal del organismo a una sociedad que cada vez tiene menos en cuenta las necesidades del individuo. Por eso tenemos que aprender a responder y adaptarnos a sus continuos cambios.
Además, ya no es suficiente con que los expertos dispongan de la información para contrarrestar este fenómeno: ahora es necesario que cada persona aprenda a autogestionar su vida para poder prevenir, mejorar y solucionar los problemas derivados del estrés.
El problema radica en que se trata de un tema complejo al que hasta ahora únicamente se le han dado soluciones parciales. No es suficiente saber aplicar alguna técnica de control de la ansiedad para mejorar la situación global de la persona.
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Aprender a gestionar el estrés y la ansiedad: un reto complejo
Una de las primeras cosas que hay que conocer es cómo funciona el estrés. Hay que saber que se trata de un fenómeno natural diseñado para nuestro estilo de vida de hace cientos de miles de años. Conociendo esta clave podemos aprovechar nuestra naturaleza para ser conscientes de los primeros síntomas y poder tomar medidas desde el principio.
Y es muy importante el conocer la diferencia entre estrés y angustia, que es tanto cuantitativa como cualitativa. Cuando una persona es capaz de darse cuenta de que está sintiendo una u otra, los medios que puede aplicar en su propia vida son diferentes y mucho más enfocados a soluciones.
También es necesario conocer cuáles son las principales causas que inciden en que el estrés pase de ser un fenómeno activador a convertirse en un auténtico problema, sobre todo cuando deriva en ansiedad, que puede llegar a ser incapacitante.
Estas causas pueden ser personales y sociales, físicas y psíquicas, mentales y emocionales. Lo que sí es evidente es que cuando las conocemos, se nos abre la puerta a la prevención, ya que a menudo, con unas sencillas medidas, se puede conseguir evitar que surja una situación que nos puede traer muchísimos problemas.
Y es muy importante conocer, aunque sea someramente, el estrés postraumático, que padece un gran número de personas en nuestra sociedad y puede tener unos efectos devastadores.
Otro de los temas que resulta imprescindible conocer es el de los falsos mitos, las falsas ideas que hacen que no comprendamos con exactitud dónde está el problema ni cuáles son las soluciones. Ya se sabe que lo único peor que desconocer un tema es tener una idea equivocada sobre él.
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No comprender los mecanismos del estrés sale caro
En nuestra sociedad se concede muy poca importancia al fenómeno del estrés porque se desconocen sus consecuencias, que son muchas más y mucho más graves de lo que se suele imaginar: afecta a la salud física y a la salud mental, hasta llegar a ser incapacitante.
Las capacidades mentales, de memoria y de toma de decisiones de las personas se ven afectadas por el estrés a un nivel realmente significativo. También puede tener graves consecuencias en la vida social y familiar, llegando a destruir relaciones de todo tipo. Cada año causa, además, miles de millones de euros en pérdidas de producción, bajas, accidentes e incapacitaciones.
Si vemos estas consecuencias, nos daremos cuenta de que las auténticas dimensiones de un problema que golpea a muchos millones de personas en todo el mundo. El problema es que a veces es difícil cuantificar su importancia, porque su influencia también puede ser indirecta, es decir, va unida a otra serie de factores que favorecen la aparición de síntomas y problemas.
Por ejemplo, el estrés es un elemento clave en todo lo relacionado con las adicciones de todo tipo. Y no tiene sentido el intentar afrontarlas si no se aprende previamente a controlarlo.
Avanzando en la gestión de las emociones
Si recapitulamos lo que hemos visto hasta ahora, veremos que es necesario saber qué es el estrés, los mitos y falsas ideas que lo rodean, las causas que lo producen y las consecuencias que acarrea.
Todos y cada uno de estos elementos nos va a dar medios y recursos para prevenir, mejorar y solucionar un problema que cada vez está más extendido en nuestra sociedad.
Pero para poder actuar con efectividad, cada persona debería conocer los principales medios y técnicas para poder actuar, tanto para prevenir como para afrontar situaciones en las que parece que el estrés es difícil de dominar.
Existe un amplio repertorio de técnicas que han demostrado su efectividad ante esta clase de desajustes, lo que llamaríamos los métodos habituales. Pero además de eso, hay habilidades que conviene aprender, ya que han demostrado tener un enorme efecto a nivel físico, mental y emocional en las personas que las utilizan.
En realidad, aprender atención, respiración y relajación es bastante más sencillo y agradable de lo que se suele creer y sus efectos son inmediatos y notables en la vida de las personas. Son habilidades que se pueden aprender dedicando sólo unos pocos minutos al día y suelen resultar tan agradables que de forma natural las personas suelen aplicarlos cada vez en más aspectos de su vida.
Como hemos visto, el problema del estrés y la ansiedad es multidimensional. No es suficiente incidir en uno sólo de sus aspectos. Hay que enfocarlo desde múltiples aspectos para que lo que hagamos sea realmente efectivo.
Y no solo eso. Además, es necesario que cada persona sea capaz de autogestionarse, de tomar las riendas de su vida contando con todos los recursos necesarios para afrontar y solucionar las situaciones que vayan surgiendo.
Por eso hemos creado el curso “Gestión del Estrés y la Ansiedad”, para que quien lo desee pueda encontrar en un mismo sitio todo lo que necesite para superar el estrés, porque cualquier persona puede llegar a dominarlo. Sólo tiene que saber cómo.
