Un problema que sufren múltiples parejas es la monotonía en su vida sexual. Y hay que coger el toro por los cuernos, pues si no son capaces de reunir el valor suficiente para enfrentarse a ello a tiempo, puede desembocar en ruptura de la pareja. Esto es debido a lo que en psicología se conoce como la adaptación hedónica, que hace referencia al hecho de que los seres humanos nos acostumbramos rápidamente a la felicidad y nos aburrimos rápidamente si no encontramos nuevas vías para alcanzarla.
Hablar de sexo con la pareja: el mejor trampolín hacia una vida sexual creativa
En el ámbito del sexo, la adaptación hedonista no tiene género. Tanto hombres como mujeres terminan inconscientemente aburriéndose de hacer el amor con la misma persona, y este aburrimiento puede acentuarse si el repertorio sexual de la pareja es siempre el mismo.
Los psicólogos especializados en terapia de pareja aconsejan siempre hablar de estos temas con la pareja sentimental y explorar nuevas formas y maneras de entablar un diálogo sexual no competitivo. Hablar de sexo con la pareja es importante para mantener la llama encendida. El problema radica en la incomodidad que este tipo de conversaciones puede generar en nuestras parejas, por lo que se recomienda seguir una serie de pautas para hacer que estas conversaciones no sean tan embarazosas.
Los preliminares, el momento perfecto para hablar de sexo
Las propuestas sexuales en frío, sobre todo de este tipo, suelen recibir respuestas negativas, por el miedo o la vergüenza que pueden generar en nuestra pareja. Tampoco es buena idea hacer las propuestas una vez pasadas los preliminares, puesto que podemos pillar desprevenida a la pareja y hacer que el momento de pasión se enfríe.
La clave es hacerlo durante los preliminares, cuando él o ella estén abiertos a sugerencias. Los preliminares deben entenderse en su definición más amplia: una cena romántica, un beso, de camino a casa, etc. Debes encontrar el momento oportuno para hablar de sexo para que tu pareja se sienta cómoda.
El juego como vía de diversión en la cama
Otra manera de hacer las propuestas para que resulten atractivas, haciendo del sexo un juego divertido, es plantear distintas elecciones a nuestra pareja. Un baile, una nueva postura, o un juego de rol… y nuestra pareja debe elegir la que más le apetezca. Si a nuestra pareja le ha gustado la idea, podemos pedirle que nos haga el mismo juego a nosotros/as. De esta forma, introducimos novedades en nuestra vida sexual de forma divertida y sin generar presión sobre el rendimiento.
Hablar de sexo con nuestra pareja después del encuentro siempre es buena idea
Lo más importante a la hora de introducir algo nuevo en nuestra vida sexual es saber si la novedad ha gustado a la pareja. Puede ser que haya sido vivida como una experiencia placentera para ambos, para unos de los dos o simplemente todo haya quedado en una anécdota compartida más, algo que ya es valioso.
Por eso, es importante hablar con nuestra pareja durante y/o una vez hayamos terminado para comentar si estamos disfrutando de la experiencia. Hablar de sexo de forma abierta con nuestra pareja nos ayudará a perderle el miedo a probar cosas nuevas y mejorará la calidad de nuestra vida sexual. Hablar y escuchar también, ¡por supuesto!