Con la aparición y expansión de las nuevas tecnologías, las redes sociales y el fácil acceso a la comunicación parece que las creencias o teorías conspiranoicas han tomado más popularidad en los últimos tiempos. Un claro ejemplo relativamente reciente de esta situación fue la multitud de este tipo de creencias que se expandieron alrededor del COVID durante la época de la pandemia, pero también posteriormente.
Cuando este tipo de situaciones se dan, son muchas las personas que llegan a preguntarse por qué las personas acaban creyendo las teorías de la conspiración. A lo largo de este artículo contextualizamos este concepto para poder entender mejor de qué hablamos cuando nos referimos a «creencias conspiranoicas». Además, veremos los diferentes tipos de teorías y los ámbitos con los que se relacionan y, por último, las consecuencias que pueden llegar a desencadenar a nivel social.
¿Qué entendemos por creencias conspiranoicas?
Las creencias conspiranoicas son conocidas bajo una multitud de nombres: teoría conspirativa, teoría de conspiración, teoría conspiratoria y conspiranoia, entre otras. Todas estas nomenclaturas hacen referencia a una misma idea. Si bien es cierto que han cobrado una considerable visibilidad en los últimos años, este tipo de creencias han acompañado al ser humano a lo largo de la historia. Suelen aparecer o intensificarse en épocas de incertidumbre y miedo y, sobre todo, cuando hay desconfianza hacia las personas que tienen cierto poder o autoridad.
La base sobre la que se sustentan estas creencias es principalmente la idea de que determinados eventos o sucesos están causados por misteriosas conspiraciones que permanecen ocultas y secretas para la mayor parte de la población mundial. Suelen ser creencias en las que aparecen de forma repetida los mismos actores y con secuencias narrativas similares opuestas a las versiones oficiales.
Las teorías de conspiración se presentan como explicaciones a determinados sucesos a pesar de la evidencia existente. En estas explicaciones suelen aparecer tramas o intenciones ocultas, planes secretos, manipulaciones y confabulaciones llevadas a cabo por grupos de personas poderosas que tienen intenciones dañinas y perjudiciales.
En resumen, podría decirse que este tipo de propuestas suelen reducir su discurso a un “ellos” contra “nosotros” que genera emociones intensas y, además, proporciona un sentimiento de pertenencia e identificación con el grupo a las personas que las escuchan.
Tipos de creencias conspiranoicas
A lo largo de la historia se han dado muchos momentos en los que este tipo de teorías y creencias han cobrado una gran importancia. Esto ha sucedido especialmente en los momentos de más incertidumbre o miedo a nivel social. A continuación presentamos algunas de las temáticas más recurrentes sobre las cuales se desatan las creencias conspiranoicas.
Políticas
En términos generales, las teorías de conspiración que giran alrededor de temas políticos plantean que determinados eventos o sucesos gubernamentales, públicos, ministeriales, administrativos, etc., son el resultado de acciones y estrategias o complots secretos establecidos por personas con poder y/o autoridad.
Científicas y/o de salud
Las relacionadas con temas científicos y/o de salud, la principal sospecha suele apuntar hacia que hay determinadas circunstancias, como podrían ser avances o descubrimientos, que se dan a nivel científico, pero que su conocimiento se limita a unas pocas personas que tienen motivos dañinos.
Históricas
Las creencias o teorías conspirativas relacionadas con los eventos históricos plantean determinados sucesos desde otra explicación que se aleja totalmente de la que es aceptada y reconocida socialmente. Por lo general, se suele apuntar a que hay un cierto interés en que las personas crean la historia “oficial” y se narra desde la lente de la sospecha.
Modernas y/o tecnológicas
Los avances tecnológicos y las aportaciones que han surgido en la época moderna también son objeto de este tipo de creencias. En este sentido, las teorías de conspiración señalan los efectos perjudiciales de los nuevos dispositivos y tecnologías que, según ellos, se mantienen ocultos para la mayor parte de la población por los intereses ocultos de las personas que tienen poder.
¿Qué nos lleva a creer este tipo de teorías?
Es importante entender que este las teorías conspirativas aparecen, habitualmente, en momentos en los que hay incertidumbre, descontento o miedo entre la población. Se muestran como explicaciones lógicas y simples ante hechos complejos y esto puede generar una sensación de seguridad en las personas que las escuchan.
Así pues, pueden tener un componente calmante en cuanto a la incertidumbre, la contradicción o la inseguridad. Además, suelen generar un sentimiento de pertenencia que nos hace sentir mejor. Cuando hay desconfianza en relación con las autoridades, las personas tienden a buscar otro tipo de explicaciones que puedan tener más sentido para ellas. En esta línea, es fácil que aparezcan pensamientos relacionados con la maldad y el secretismo que se tiende a asumir que manifiestan las personas con poder y autoridad.
¿Qué consecuencias tienen en la sociedad?
Dependiendo de las características de las teorías, los impactos que generen en nuestra sociedad pueden ser diversos. Es importante tomar consciencia de que su presencia es cada vez mayor —de igual forma que cada vez son más accesibles y se expanden con mayor celeridad y facilidad— puesto que pueden desencadenar graves consecuencias.
Si pensamos en las creencias conspiranoicas que circulan muchas veces alrededor de temas de salud, puede llevar a que ciertas personas tomen decisiones en base a estas creencias. Este hecho puede resultar altamente perjudicial tanto para su propio estado de salud o incluso a las personas de su entorno.
Por ello, es importante potenciar la mente crítica de las personas y animarlas a contrastar la información que les llega. No todo lo que circula por las redes está verificado o tiene una base o evidencia científica ni proviene de fuentes fiables. Debemos ser cautelosos/as a la hora de consumir información y contenido proveniente de las nuevas tecnologías y las redes sociales debido a los riesgos que conllevan estos medios.