Teresa Cabarrús: biografía de la heroína de la Revolución Francesa

Te contamos quién fue la española que salvó centenares de vidas de la guillotina.

Teresa Cabarrús biografía

La llamaban Nuestra Señora del Buen Socorro. También se la conocía como Madame Tallien, por su matrimonio con el político del mismo nombre y, tras la caída de Robespierre, como Nôtre-Dame de Thermidor (Nuestra Señora de Thermidor). Muchos nombres para una sola persona: la española Teresa Cabarrús, a quien la Revolución atrapó en Francia y que salvó a muchas víctimas de morir en la guillotina.

En verdad, hasta hace poco casi nada se contaba sobre esta heroína; apenas la nombraban en ninguno de los manuales de historia. Sin embargo, recientemente se ha rescatado su memoria y se ha podido comprobar la gran influencia que tuvo en los acontecimientos revolucionarios de 1789. ¿Quieres saber más sobre esta mujer apasionante? Sigue leyendo; su historia no te defraudará.

Breve biografía de Teresa Cabarrús, una heroína española en Francia

Había nacido en el madrileño barrio de Carabanchel, hija del conde de Cabarrús, quien, por cierto, fundó el primer banco español, el famoso Banco de San Carlos. Era el año 1773, y la Ilustración inundaba (casi) todos los recovecos de aquella España anclada todavía en costumbres pasadas y que tan magistralmente retrató Goya en sus Caprichos.

La pequeña Teresa pasa su infancia en Madrid, con un pequeño intervalo francés, en el que se educa en un convento (como era muy habitual entre las jóvenes de buena cuna). Más tarde regresa a España, pero el futuro de Teresa sigue estando en Francia. A los doce años, es enviada a París con el objetivo de que se eduque en la cultura y los modales del país vecino y, sobre todo, para que encuentre marido entre la larga lista de nobles casaderos. Existe, sin embargo, otro motivo un tanto oscuro: un hermano de su madre (es decir, tío de Teresa) se ha prendado de la chiquilla y ha pedido su mano. El aterrorizado padre se lleva las manos a la cabeza y decide sacar a su hija de Madrid para evitar una catástrofe.

Una espléndida y “exótica” belleza

Y es que, aún a sus tiernas doce primaveras, Teresa ya es una prometedora belleza que está en boca de todos. No muy alta, pero con un abundante cabello oscuro y unos penetrantes ojos negros, la niña posee una soltura y simpatía que encandila a cuantos la conocen.

En París, a donde su madre la ha acompañado dada su corta edad, pronto se convierte en un simpático “mono de feria”: a Teresa le gusta bailar danzas españolas ante los fascinados franceses. Tiene tiempo también de vivir su primer amor; el afortunado es Alexandre de Laborde (1773-1842), con quien llega a proyectar un matrimonio que topa con la rotunda negativa de sus familias.

Don Francisco Cabarrús, el padre de Teresa, no la ha enviado a Francia para que se case con cualquiera. Teresa es, como la mayoría de las mujeres, su moneda de cambio para una unión ventajosa, tanto económica como socialmente. Así, en 1788, y con sólo quince años, Teresa se ve obligada a casarse con Jean-Jacques Devin de Fontenay (1762-1817), un marqués perteneciente a una prestigiosa familia francesa. Como podía esperarse, el matrimonio forzado resulta un desastre. Los cónyuges hacen vidas separadas y Teresa acumula amantes. A pesar del rechazo mutuo, ambos consiguen tener un hijo, el pequeño Théodore, nacido el año de la Revolución y a quien muchas lenguas adjudican el apelativo de bastardo. Sin embargo, Devin de Fontenay siempre lo reconoció como suyo.

Biografía Teresa Cabarrús

Divorcio y Revolución

Así, entre fiestas y lujos, Teresa pasa sus primeros años en París. De repente, estalla la Revolución, y las cosas se complican. La española espera pacientemente, con el corazón en vilo, la resolución de los acontecimientos. Sin embargo, las cosas no hacen sino empeorar.

Puede que lo único bueno que le deportan aquellos primeros años de revolución sea la separación de Fontenay. Porque, con la recién aprobada ley del divorcio, Teresa y Jean-Jacques se separan, y él, arruinado y asustado por los sucesos (no olvidemos que es un aristócrata) emigra a la Martinica. Esta circunstancia convierte a Teresa (Theresia, como la llaman los franceses) en exesposa de un emigré, el nombre que reciben los nobles huidos. Se trata de una condición muy peligrosa, como veremos.

De momento, la joven decide poner también tierra de por medio, y se instala con su hijo en Burdeos, una ciudad suficientemente alejada de París y bastante cercana a su patria española. La capital aquitana parece tranquila, pero pronto cambiará la situación. Porque Robespierre, el siniestro jacobino, ha enviado allí a Jean-Lambert Tallien (1767-1820), un revolucionario tan sangriento y radical como él, para que “dé una lección” a los habitantes. Hacía poco que Charlotte Corday, del bando girondino, había dado muerte a Marat, y a Robespierre le había aquejado una súbita paranoia conspiratoria que le hacía ver levantamientos contrarrevolucionarios en todos los rincones de Francia. Tallien llegaba a Burdeos, pues, para sacar de su nido a los posibles conspiradores.

Nuestra Señora del Buen Socorro

Eran el año 1794; se inicia lo que la historia ha denominado el Terror. Las guillotinas (en plural, porque en cada ciudad importante de Francia se levanta un aparato homólogo al de París) caen sin cesar. En Burdeos, la situación no es diferente. Teresa ve con horror como multitud de ciudadanos (entre ellos, conocidos suyos) son decapitados sin piedad y sin apenas juicio previo. Su instinto de justicia se rebela y decide interceder por algunos de sus amigos.

Desde el punto de vista de su propia seguridad, este acto es una temeridad. Porque, en la Revolución, quien intercedía por un condenado era sospechoso de ser también un contrarrevolucionario. Esto, unido a la condición de exesposa de un aristócrata emigrado, pone a Teresa en el centro de todas las sospechas. Pronto es también encarcelada, y su destino parece sellado. Pero la española no contaba con que seguía siendo una mujer muy atractiva, aún en la cárcel. Y entonces, sorprendentemente, Tallien se enamoró de ella.

Como si de una novela se tratara, el enviado del mismísimo Robespierre se juega el cuello y el honor y saca a Teresa de la cárcel. La joven se convierte en su amante (posiblemente no por gusto, sino por pura supervivencia) y acto seguido empieza una verdadera campaña para salvar a los inocentes que son llevados a la guillotina. En su hôtel de Burdeos monta un despacho de “audiencias”, donde recibe las peticiones de los familiares de los condenados. En los meses que duró la situación, Teresa Cabarrús salvó centenares de vidas, gracias a su ascendente sobre Tallien. La gente la empieza a conocer como Nuestra Señora del Buen Socorro.

El golpe al tirano

Desde París, Robespierre se inquieta. No es ningún tonto, y sabe perfectamente que Teresa está detrás de todos los “liberados” de Burdeos. Tallien, el que había sido su mano derecha, ha caído subyugado por los encantos de la menuda española. Indignado, el tirano manda prender a Teresa y esta, desesperada, envía a su amante una durísima misiva donde lo tacha de cobarde y le adjudica la responsabilidad de su situación.

La veracidad de la historia de la carta es discutida hoy en día por muchos historiadores. Sea como fuere, y con o sin carta, lo cierto es que, tras la detención de Teresa, y ante su muerte segura, Tallien se decide por fin a dar el golpe definitivo y derrocar al tirano. Era el mes de Thermidor, o sea, julio de 1794. Jean-Lambert Tallien se encara con Robespierre en la Convención y consigue poner a los demás de su parte. El tirano es apresado y conducido a prisión, donde intenta suicidarse sin éxito. Al día siguiente, tras un juicio rápido donde no pudo ni siquiera declarar (el intento de suicidio con pistola le había desencajado la mandíbula), Robespierre fue condenado a la guillotina.

Influencia Teresa Cabarrús

Estos acontecimientos, que marcarían el fin del Terror, trajeron un nuevo apodo para Teresa: Nuestra Señora de Thermidor. El recién estrenado apelativo pone en evidencia que el pueblo tenía muy claro a quién debían dar las gracias por el fin de la pesadilla. Sin ella, y sin su arresto, es muy probable que Tallien no se hubiera atrevido a rebelarse contra Robespierre.

Tras su liberación, Teresa y Tallien contraen matrimonio y tienen una hija, a quien llaman Rose Thermidor en honor al mes del triunfo. Sin embargo, la unión no es duradera. Es muy probable que Teresa no sintiera nada por su esposo, y que lo único que la impulsó a unirse a él, primero como amante y luego como mujer, fuera un instinto natural de supervivencia en un ambiente hostil.

Una época de lujo y desenfreno

Tras la caída de Robespierre, la influencia de Tallien ya no le es “útil”. Es la época del Directorio, y son otros los que poseen el poder: es el caso de Paul Barras (1755-1829), uno de los miembros del nuevo gobierno, de quien Teresa se convierte en amante después de separarse de Tallien.

Tras la Revolución, Francia es sacudida por un deseo apremiante de vivir la vida. Los jóvenes desean olvidar los escabrosos tiempos del Terror, y se sumergen en una fiesta constante. Es la época de los arrogantes incroyables y las fantásticas merveilleuses, los apelativos que recibían los hombres y las mujeres protagonistas de estos años, respectivamente.

Los incroyables (increíbles, en francés) hacen gala de un vestuario y un comportamiento a todas luces exagerado. Los más atrevidos se cuelgan aretes enormes en las orejas y se cortan el pelo “a lo perro”, es decir, con la parte delantera larga hasta el cuello y la nuca despejada, a modo de dos grandes orejas caninas. Muchos de ellos llevan al cuello un pañuelito rojo, a imitación de la sangre de los guillotinados. Tienen unos códigos gestuales concretos que sólo entienden ellos, e incluso un vocabulario inventado expresamente para comunicarse.

En cuanto a las merveilleuses (maravillosas), son las reinas absolutas del Directorio. Visten túnicas casi transparentes (que a menudo dejan ver su piel y sus pechos), a “imitación” de la moda clásica, y a menudo caminan descalzas por la calle. Son tan extravagantes como sus compañeros, y tienen fama de coquetas y frívolas. Entre ellas se encuentra, por supuesto, nuestra Teresa, auténtica señora de la moda, que hace furor en las fiestas junto a su amiga Josephine Beauharnais, futura emperatriz Josefina, a quien había conocido en la cárcel de La Force.

La caricatura que James Gillray realiza en 1805 es bastante explícita e ilustra muy bien la fama que ganaron estas dos mujeres. La escena representa a un Paul Barras sentado en un sillón con un aspecto bastante decadente, contemplando con lascivia como Teresa y Josefina bailan desnudas ante él. Napoleón, entonces ya marido de Josefina, es retratado apartado, en su campaña de Egipto. Si esta escena sucedió o no, no lo sabemos; lo que sí es cierto es que la vida disipada de ambas mujeres causó verdadero escándalo en el París de la época, y el mismo Napoleón, famoso por su austeridad y rigidez, aconsejaba a su esposa no frecuentar a Madame Tallien.

Tranquilidad y paz en Bélgica

De hecho, cuando Napoleón alcanza el poder, prohíbe terminantemente a su mujer relacionarse con Teresa. Nuestra Señora de Thermidor es excluida de los actos públicos y sociales, porque, a juicio del nuevo emperador, es “lasciva” y “pecaminosa”.

En aquellos años, Teresa había iniciado una nueva relación con Gabriel-Julien Ouvrard (1770-1846), un rico hombre de negocios con quien tuvo varios hijos. Más tarde, durante una velada en casa de Madame de Staël (1766-1817), Teresa conocerá al que será su último marido, el príncipe de Chimay, con quien contrae matrimonio en 1805. La convivencia con este hombre resultará pacífica y satisfactoria, y durará nada menos que veinticinco años, durante los cuales Teresa y su esposo realizan importantes tareas de mecenazgo, especialmente relacionadas con la música, entre las que se incluye la recepción y la protección del compositor Luigi Cherubini (1760-1842) y de la cantante María Malibrán (1808-1836).

En enero de 1835 fallece Teresa Cabarrús, Nuestra Señora del Buen Socorro, Madame Tallien, Nuestra Señora de Thermidor. Un personaje fascinante que fue retirado de los libros de historia y que, sin embargo, tuvo mucho que decir en el transcurso de un episodio crucial para la humanidad como es la Revolución Francesa.

Quién fue Teresa Cabarrús
  • GILLES, CHRISTIAN (1999), Madame Tallien, la reine du Directoire, ed. Atlantica
  • MARQUEZ DE LA PLATA, VICENTA (2018), Damas ilustres de la historia de España, ed. Casiopea
  • NICOLÁS, FRANCISCO JOSÉ, Teresa Cabarrús, la carabanchelera que “cortó” el cuello a Robespierre, artículo publicado en La aventura de la Historia, núm. 294, abril de 2023

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Sonia Ruz Comas. (2024, septiembre 25). Teresa Cabarrús: biografía de la heroína de la Revolución Francesa. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/teresa-cabarrus-biografia

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese

Consulta a nuestros especialistas