Ansiedad en septiembre: ¿Por qué nos afecta tanto?

Septiembre llega y, con él, un cúmulo de sensaciones que a menudo desembocan en ansiedad. Las prisas, el aumento de responsabilidades, las reuniones laborales y escolares, y la vuelta a los proyectos parecen crear una atmósfera de estrés. Sentimos que todo ocurre demasiado rápido y que perdemos el control. Es en estos momentos cuando la ansiedad surge con fuerza. ¿Por qué nos ocurre esto? ¿Cómo podemos gestionarlo de manera eficaz?

Este fenómeno afecta especialmente a personas que ya viven con ansiedad o que tienden a la introversión. Estas personas procesan la información de manera más analítica y profunda, lo que puede hacer que la sobrecarga de estímulos de septiembre les provoque una sensación de desbordamiento. Entonces, ¿por qué sucede este pico de ansiedad en esta época? Y lo más importante, ¿qué podemos hacer para afrontarlo?

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La causa de la ansiedad en septiembre: Explicación psicológica

La clave de este fenómeno reside en nuestra naturaleza: los seres humanos somos seres de rutinas. Las rutinas nos permiten organizarnos, predecir lo que va a ocurrir y tomar decisiones con mayor facilidad. Son esenciales para nuestra estabilidad emocional. Sin embargo, septiembre no representa una vuelta a la rutina, sino una ruptura con las rutinas que ya hemos construido.

El cambio de horarios, la transición estacional, la llegada de nuevos proyectos y responsabilidades suponen una alteración radical en un corto período de tiempo. Cuando percibimos que estamos perdiendo el control de estos cambios, entramos en un estado de alerta constante, lo que a menudo desencadena la ansiedad.

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Síntomas de la ansiedad en septiembre

Entre los síntomas más comunes que surgen en septiembre encontramos:

• Sensación de pérdida de control, como si todo fuera demasiado rápido.
• Ahogo o presión en el pecho y boca del estómago.
• Pensamientos intrusivos o rumiaciones sobre lo que está por venir.
• Problemas físicos como cansancio, dolores de cabeza o dificultades para dormir.

Estos síntomas son señales claras de que la ansiedad está tomando protagonismo en nuestra vida, y es importante reconocerlas para poder abordarlas.

Explicación de la ansiedad: Cómo y por qué surge

La ansiedad es un estado de alerta que se origina a partir de un miedo intenso que no hemos aprendido a gestionar de manera funcional. Puede manifestarse como un temor ante una situación específica o ser más generalizada, afectando múltiples áreas de nuestra vida. Está estrechamente relacionada con problemas en tu forma de respirar, por lo que solemos sentir malestar en el pecho o el estómago. Además, la forma en que gestionamos nuestras emociones también juega un papel crucial. Cuando no logramos canalizarlas adecuadamente, la ansiedad se intensifica y prolonga.

Voy a dejarte un vídeo donde profundizamos en qué es la ansiedad y cómo solucionarla. Más abajo, el artículo continúa.

Soluciones para superar la ansiedad en septiembre

Es hora de buscar soluciones que nos permitan superar esta ansiedad. No se trata de eliminar por completo esta sensación de nuestra vida, sino de aprender a gestionarlo y reducir su intensidad para que no te condicione tanto.

Gestión de emociones

Todas nuestras emociones tienen un propósito: nos informan sobre cómo interpretamos el mundo y nos ayudan a reaccionar ante ello. Sin embargo, el problema surge cuando las emociones se vuelven demasiado intensas, recurrentes y duraderas debido a una mala gestión. Es vital aprender a regularlas de manera adecuada para que no nos desborden.

Para conseguirlo, necesitamos aprender a respirar de forma completa y funcional, trabajar con tu sistema de creencias y sobre todo descubrir cómo gestionas tus emociones ahora. Es también imprescindible contar con un plan de acción para aprender a gestionarlas de forma funcional.

Límites y asertividad

Es fundamental establecer límites para que la adaptación a los nuevos ritmos sea lo más llevadera posible. Aprender a comunicarse de forma asertiva es clave para poner estos límites y evitar sobrecargarnos. Saber decir "no" cuando es necesario y priorizar nuestras propias necesidades nos ayuda a mantener el equilibrio entre lo que se espera de nosotros y lo que realmente podemos asumir.

El entrenamiento de la asertividad es esencial para prevenir la acumulación de tareas innecesarias, que sólo aumentan el estrés. Además, es útil aprender a priorizar las actividades que más valor aportan a nuestro bienestar y no aceptar compromisos que nos sobrepasen.

Toma de decisiones

La toma de decisiones es otro pilar fundamental en la gestión de la ansiedad. Cuando sentimos que estamos perdiendo el control, es fácil caer en la parálisis por análisis. Por ello, es importante tomar decisiones activas, aunque sean pequeñas, que nos devuelvan la sensación de control sobre nuestra vida.

Una estrategia práctica para mejorar la toma de decisiones bajo presión es dividir los problemas en partes más manejables. Al simplificar y enfocar las decisiones paso a paso, reducimos la ansiedad y aumentamos nuestra sensación de control.

Proceso de cambio y terapia: Soluciones para la ansiedad

Aunque la ansiedad en septiembre es común, puede repetirse en otros momentos del año o cronificarse si no se trata a tiempo. Es fundamental buscar una solución estable para vivir sin el peso constante de la ansiedad. Para ello, el apoyo constante es esencial, ya que no basta con sesiones eventuales. Necesitamos una guía continua que nos permita profundizar en cómo gestionamos nuestras emociones y cómo enfrentamos los desafíos diarios.

Un plan de acción específico, adaptado a cada persona, es imprescindible para solucionar la ansiedad de raíz. Esto implica trabajar en todas las áreas de nuestra personalidad: la gestión emocional, la autoestima, la comunicación y la forma en que nos relacionamos con el entorno.

Si sientes que la ansiedad te está afectando, te invito a visitar mi página Empoderamiento Humano para agendar una sesión personalizada. Juntos podemos trabajar en un proceso de cambio que te permita superar la ansiedad de manera estable y mejorar tu calidad de vida.

Gracias por pensar en ti, Rubén Camacho Psicólogo y coach