Llegan las altas temperaturas y con ellas el peligro que conlleva la llegada de una ola de calor.
Con los termómetros en lo más alto y según determinadas circunstancias ambientales estamos expuestos a padecer un golpe de calor. Es una terminología con la que se denomina a la dificultad orgánica para mantener el balance hídrico y la regulación de la temperatura. Este riesgo podría ser calificado como ataque de calor en el caso de las personas con enfermedad mental o personas con trastornos depresivos.
El calor extremo es percibido por el cuerpo como una amenaza y aumenta los niveles de estrés, circunstancia que en estos individuos puede suponer situaciones críticas y de riesgo.
Síntomas de un golpe de calor
La asfixiante sensación térmica, que además viene irrumpiendo sin periodo de transición nos impide dormir las horas necesarias, circunstancia muy agravante en el caso de las personas con problemas de salud mental. La irritabilidad padecida durante el día continúa durante la noche y la falta de descanso conlleva a un círculo vicioso que es necesario atajar.
Las personas más proclives a tener episodios problemáticos en los periodos de más calor son quienes presenten sintomatología maniaca o eufórica, así como quienes tengan adicciones o trastorno mental grave.
Consejos para aliviar el calor
Para quienes convivan con estas personas, desde Clínicas Origen hemos elaborado una serie de consejos que pueden ser útiles en la mejora de su bienestar.
- En el caso de que presente sintomatología grave y se perciban alteraciones importantes de la conducta se aconseja acudir al psiquiatra por si éste considera reajuste farmacológico.
- Planificar en casa o en lugares acondicionados actividades agradables para la persona.
- Tratar los temas importantes al principio o al final del día, evitando las horas de máximo calor.
- Evitar las salidas en momentos calurosos. Descansar en las horas de calor intenso.
- Hidratarse bien y recurrir a las duchas con cierta frecuencia para mantener el cuerpo fresco.
- Mantener el hogar climatizado de la manera que se pueda.
Por otro lado, el insomnio y ciertos problemas de autoestima se asocian a dinámicas estacionales. Por ejemplo, hay quien ve aumentar su grado de malestar por tener que exponer constantemente su cuerpo, con el que no encuentra satisfecho.
Otras personas no disponen de recursos para salir de vacaciones. Influye también la ausencia de una red social, de amigos, con los que disfrutar estos días de vacaciones. En todos estos casos, se recomienda igualmente la nula exposición en las horas máximas de calor y la búsqueda de apoyo familiar y social.