El deporte es, desde hace milenios, una de las experiencias humanas más importantes para millones de personas. No se trata simplemente de un entretenimiento ni una forma de vivir el presente a través de la diversión; en muchos casos adquiere una dimensión prácticamente espiritual, tanto para las personas que viven el deporte como individuos (ya sea viéndolo o participando directamente en él) como para las sociedades en general, que proyectan en los torneos y campeonatos sus identidades, sus valores, sus luchas, etc.
Ahora bien, que pongamos nuestras emociones en juego cada vez que vivimos los acontecimientos deportivos no significa que no podamos disfrutarlos por culpa de experiencias como el miedo a la derrota, el estrés o la obsesión por intentar controlar lo que ocurre en el terreno de juego. En este artículo hablaremos precisamente de ello centrándonos en los deportistas: ¿cómo disfrutar del deporte sin martirizarnos pensando en los resultados?
- Artículo relacionado: "¿Qué es la Psicología Deportiva? Conoce los secretos de una disciplina en auge"
El vínculo entre el estrés y el deporte
En el deporte siempre hay, en mayor o menor medida, una tensión entre lo que sabemos que somos capaces de hacer, y aquello que queremos lograr. Este es uno de los pilares de las dinámicas de competición, que puede basarse en el interés por competir contra uno mismo, de competir con otra persona u otro equipo, o ambas a la vez (esta última opción es la que se da con mayor frecuencia, en la práctica).
Esta tensión hace que el deporte esté siempre asociado al estrés y a un cierto nivel de ansiedad. No es algo malo de por sí, ni mucho menos; es el producto del conjunto de adaptaciones biológicas y psicológicas que nos permiten afrontar retos nuevos y solucionarlos (sin limitarnos a aplicar siempre las mismas estrategias y técnicas), y es también buena parte de lo que nos hace interesarnos en el deporte, en primer lugar.
Si los acontecimientos deportivos no tuviesen esa capacidad para ponernos en “modo alerta”, o nos producirían más que indiferencia. No tendrían la capacidad para estimularnos física e intelectualmente, ya que a fin de cuentas todo deporte se basa en una serie de normas arbitrarias.
Así pues, solo con lo que ya sabemos acerca del deporte, ya legamos a la conclusión de que estas prácticas no nos aportan una forma de placer y bienestar simple y sin matices, comparable al consumo de azúcar: nos hace sentir bien, pero a la vez, nos hace sentir un poco mal, porque la ansiedad y el estrés no son agradables. Esa es la gracia: se trata de un tipo de experiencia compleja, capaz de vincularse a todo tipo de procesos emocionales a través de los cuales experimentamos la vida.
- Quizás te interese: "Tipos de estrés y sus desencadenantes"
¿Cómo disfrutar del deporte sin ceder ante las ganas de sufrir?
Ahora bien, una cosa es sentir cierta tensión e incomodidad estimulante, y otra es convertir el deporte en algo a lo que nos mantenemos aferrados tan solo por huir del miedo. Miedo al fracaso, miedo a hacer patente que no somos tan hábiles como creíamos, miedo a llegar a la conclusión de que cientos de horas de entrenamiento no han servido para nada…
Si entremos en esas dinámicas emocionales tóxicas, el tiempo que le dediquemos al deporte no solo no nos aportará nada bueno, sino que será una causa de desgaste psicológico que nos hará más vulnerables a psicopatologías: insomnio, fobias, ansiedad generalizada, depresión, etc.
Para evitarlo, es muy importante encontrar un equilibrio entre la implicación emocional y la capacidad de analizar lo que os ocurre desde una sana distancia. Es decir: debemos aprender a auto-motivarnos, pero sin ligar toda nuestra autoestima y autoconcepto al resultado objetivo de un partido o de una competición deportiva. Debemos saber y sentir que somos más que un/a deportista; somos un ser humano que ha elegido el deporte como una de sus maneras de impulsar su desarrollo personal y su autorrealización.
- Artículo relacionado: "Tipos de motivación: las 8 fuentes motivacionales"
La clave es el estado de flow
El estado de flow es el concepto que describe ese equilibrio psicológicamente sano y estimulante entre la dificultad de una tarea y el conjunto de habilidades y aptitudes que ponemos en marcha en el aquí y ahora para solucionar ese reto. Se trata de una experiencia que ocurre cuando nuestra consciencia encaja perfectamente en las necesidades que la situación nos plantea; estamos absortos en lo que ocurre.
Pero aunque parezca contradictorio, para estar en estado de flow en el deporte es necesario que primero aprendamos a tomar distancia ante él; de esa manera seremos capaces de jugar sin llevar a cuestas los pensamientos obsesivos acerca del fracaso, las predicciones catastróficas sobre lo que ocurrirá (y que son una fábrica de ansiedad anticipatoria), las creencias limitantes que vulneran nuestra autoestima y nos atribuyen todo lo malo que pasa en el terreno de juego (sea o no responsabilidad nuestra).
Dicho de otro modo, para disfrutar del deporte hay que ser conscientes de la importancia que tiene para nosotros, pero sin fusionar nuestra identidad como personas con nuestra identidad como máquinas de practicar deporte (orientadas tan solo a ofrecer resultados). Esto nos permitirá tanto rendir mejor como aprender de nuestros errores, ya que echar la vista atrás y analizarnos no nos producirá un gran dolor emocional.
Algunos consejos para lograrlo:
-
Practica Mindfulness.
-
Usa técnicas de visualización para perderle el miedo a situaciones hipotéticas.
-
Gestiona tu tiempo llevando un horario claro que incluya los descansos (esto evitará que caigas en la procrastinación y que esta te paralice por el miedo y el sentimiento de culpa).
-
Usa técnicas de respiración controlada para mitigar los niveles de estrés cuado suban demasiado.
-
Lleva a cabo un diario de emociones (ta ayudarán a potenciar tu autoconocimiento y a detectar pensamientos disfuncionales).
-
Si lo necesitas, acude al psicólogo.
-
Quizás te interese: "Los 10 beneficios psicológicos de practicar ejercicio físico"
¿Estás buscando servicios de asistencia psicológica profesional?
Si quieres disponer de asistencia psicológica o de servicios de coaching, ponte en contacto con nosotros.
Upad Psicología Y Coaching
Upad Psicología Y Coaching
Centro de Psicología en Madrid
En UPAD Psicología y Coaching contamos con una dilatada experiencia tanto en el ámbito de la psicoterapia como en el de la psicología deportiva y la formación de deportistas. Intervenimos en procesos como la gestión del estrés, la mejora del manejo del foco atencional, la auto-motivación, la gestión del tiempo en las rutinas de entrenamiento, la detección y neutralización de creencias limitantes, y más. Además, ofrecemos nuestros servicios presencialmente y también de manera online mediante sesiones de videollamada.