Somos muchos los que fuimos criados bajo este sistema de creencias emocionales castigadoras, siendo condicionados desde muy temprana edad a sentirnos emocionalmente mal bajo ciertas condiciones.
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¿Qué es la culpabilidad y cómo nos la inoculan?
Cuando alguien nos otorga un mensaje con el fin de hacernos sentir "malas personas", por haber hecho o dicho algo "inapropiado", respondemos inmediatamente con un sentimiento de incomodidad y castigo.
Esto se debe principalmente a que nuestra mente responde automáticamente según lo que aprendió durante la infancia.
Alguno de los sistemas psicológicos de culpabilidad que empleamos en nuestra vida son los siguientes.
1. Culpabilidad residual
La culpabilidad residual es aquella aprendida durante nuestra infancia, puesto que los padres la suelen utilizan a diario para manipularnos con reproches como: "No te voy a querer si haces eso de nuevo" o "Deberías sentirte avergonzado de esa actitud". Estas frases pueden hacer eco en nuestro yo adulto en figuras como jefes o imágenes paternales, también se puede evidenciar en nuestras relaciones de pareja, donde salen a la luz reproches del pasado. Este sentimiento de culpa se refleja en nuestro intento persistente por conseguir la aprobación de estas figuras.
2. Culpabilidad autoimpuesta
La culpabilidad autoimpuesta no está necesariamente conectada con nuestra infancia. Aquí las personas se sienten inmovilizadas por asuntos experimentados durante la adultez, auto imponiéndose una culpabilidad causada por no seguir el "Comportamiento adulto" o el "código moral adulto". La persona puede tener mal anímicamente durante un prolongado tiempo, a pesar de que el dolor de la culpa no pueda hacer nada para cambiar la situación. Estos se ven reflejados en nuestras discusiones con alguien, o al realizar un comportamiento contrario al de los demás.
Examinando la preocupación
Recordemos que la preocupación es un sentimiento que te inmoviliza en el presente por algo que aún no ha sucedido y tal y como lo dice su palabra pre (antes) ocupación, significa antes de alguna ocupación, por lo que debemos de enfocar nuestra actitud en ocuparnos de las adversidades antes que preocuparnos. Es importante no equivocar el hacer planes con caer en pensamientos de miedo y ansiedad.
Nuevamente todo comienza con la errónea idea de que la preocupación está estrechamente relacionada con el amor y la importancia a los demás, esto se puede evidenciar en frases como: "Me preocupo porque te quiero" o "Debes preocuparte por tu futuro". Pero la preocupación no tiene ninguna relación con el amor e importancia, puesto que esta emoción lo único que provoca es ansiedad y sufrimiento en nuestra vida.
Liberando nuestras emociones negativas
Para dejar emociones negativas como la culpa y la preocupación debemos de comprometernos por vivir nuestro momento presente. Aprender a vivir en el ahora nos ayuda a no desperdiciar nuestros momentos con pensamientos neuróticos y a poder ver la vida de una manera más constructiva y racional.
Ahora que ya tienes una mayor noción sobre el sistema psicológico que existen detrás de estas emociones negativas, serás capaz de trabajar mejor con tus emociones en pos de un desarrollo personal menos manipulable y más comprometido con tu propia felicidad.