Las 6 claves de la crianza

Tras el nacimiento empieza un proceso de crianza al que hay que saber adaptarse emocionalmente.

Las 5 claves de la crianza

Ser madres, ser padres; ese giro de 180 grados a tu vida, cargado de emociones desbordantes desde el minuto en el que se confirma ese embarazo. Quizá deseado en soledad, o en compañía de tu pareja.

Y comienza el viaje. Un viaje repleto de ilusiones depositadas en un bebé que crece poco a poco dentro de ti, dentro de ella, despacio, a fuego lento y con mucho amor, como si del mejor guiso se tratase.

Y ahí y así es como comienza una nueva vida. La suya y la tuya como madre y/o como padre. Comienza el giro y a veces tambien comienza el vértigo, la incertidumbre, las dudas... y ante ellas podemos tomar dos caminos. El camino del conocimiento y hacer tribu, o el camino de la espera cobijada en esas emociones que nos dificultan el disfrute del proceso.

Las principales claves de la crianza

Conocer lo que nos ocurre a nivel físico y emocional durante el embarazo o le ocurre a nuestra pareja es el primer paso para poder afrontar las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos, pero también es fundamental conocer lo que nos ocurre o puede ocurrir durante el parto y el postparto, pensar y decidir cómo queremos que sea y prepararnos para ello y para los diferentes acontecimientos que puedan suceder.

Cada día está más normalizado que las madres y padres tengan ese conocimiento sobre el embarazo, sepan y vivan con cierta tranquilidad sus diferentes etapas, pero... ¿Qué pasa cuando por fin el giro se completa y tenemos a nuestro bebé en brazos?

Si me pidieran una definición de crianza, en pocas palabras y sin tecnicismos, diría que la crianza es calma, respeto, escucha, cuidado, apoyo y sobre todo observación.

1. Calma

Es calma, para disfrutar de los instantes compartidos con ellos, sin prisa, con disfrute, sin agobios y sin mente adulta. Calma para escucharlos, en sus diferentes modos de comunicarse.

2. Respeto

Respeto a ti mismo/a como madre o padre que se equivoca y rectifica, se da permiso. Respeto a tu hijo o hija, como persona tan válida como tú desde el primer segundo que respira fuera del entorno protegido de su mamá. Respeto a sus ritmos, sin prisas, sin adelantarnos, dando tiempos, espacios y entornos seguros para su desarrollo. Respeto a su emocionalidad y la expresión de esta, comprendiendo además que sus modos, son los que conocen y saben expresar.

3. Escucha

Escucha activa, centrada y con calma. Propiciando espacios para ello. Descubriendo todo lo que tienen que decirnos y respondiendo todo lo que tienen que preguntarnos, y si no sabemos la respuesta, haciéndoles saber que la averiguaremos y/o buscándola juntos. Es escucha a nosotros mismos.

A ti mamá, escúchate, dale valor a lo que tu interior te dice, sé generosa contigo misma, date permiso. Escúchate y haz en consecuencia. A ti papá, escúchate, del mismo modo, siendo generoso contigo mismo y dándote permiso. Escucha entre vosotros/as, sus padres, madres.

Escucha activa, respetada y que busca consensos, escucha que implica toma de decisiones a veces y otras muchas compartir emociones que desbordan. Desbordan por alegría o por agobio, cansancio o frustración, por miedo, o incertidumbre. Escucha que implica tiempo, paciencia y dedicación.

La escucha puede tener su cara B. Debemos saber también a quién escuchar. No todos tienen voz, para poder intervenir en esta dinámica de crianza.

4. Cuidado

Cuidado a ti misma, cuidado a ti mismo y por supuesto, cuidado al ser que acompaña tus días y tus noches. Cuidado a ti misma/o, porque si no te cuidas, será mucho más difícil cuidar.

Porque es necesario cubrir nuestras propias necesidades para poder estar atentos a las necesidades de nuestro bebé o nuestro niño/a. Cuidar al otro, a nuestra pareja si es el caso; cuidar los tiempos juntos, cuidar los detalles, cuidar los instantes juntos. Cuidar a nuestra hija/o, cubriendo sus necesidades básicas, atendiendo a sus emociones para hacerlo y a las nuestras propias. Cuidar con amor, respeto y caricias. Caricias físicas, pero sobre todo emocionales.

5. Apoyo

La palabra clave. ¡Qué importante es el apoyo! Apoyo interno, de nuestro propio núcleo familiar, Apoyo mutuo. Del que se da casi sin querer, sin necesidad de pedir.

Apoyo cuando la necesidad apremia, cuando no puedes más. Ser capaz de pedirlo, de retirarte, desconectar y cuidarte. APOYO externo, de la familia extensa, de amigos, entidades. Apoyo que permite espacios de calidad en soledad o en pareja, apoyo que permite compartir momentos con ellos y ellas sin juicios, críticas o exámenes de maternidad o paternidad, desde el cariño, desde el compartir y disfrutar los momentos. Apoyo respetado.

Tejer una red de apoyo puede ser un ancla fundamental en la crianza. Puede ser nuestro lugar, donde acudir cuando algo se tambalee; puede surgir a partir de ahí nuestra tribu que nos acompañe en esa crianza.

6. Observación

Observarte a ti misma/o para poder saber cómo estás, que necesitas, como te encuentras, cómo estas viviendo este giro en tu vida. Conocer qué quieres de tu papel en la crianza. Saber si estás en ese camino que diseñasteis o diseñaste, antes de que todo empezara, conocer por qué sí, por qué no. Para poder tomar impulso y seguir adelante, analizando y valorando. La observación es clave.

Observar a tu hijo/a. Magia. La observación a nuestro hijo/a nos puede dotar de tanta información sobre él/ella y sobre nosotros mismos como padres y madres, que quizá, dentro de nuestra crianza, sea la palabra y la acción clave. ¿qué podemos conseguir con la observación?

  • Disfrutar de sus ritmos y el alcance de sus hitos evolutivos.
  • Observar dificultades en su desarrollo.
  • Descubrir sus gustos.
  • Descubrir aquello que no tolera o no le gusta (juguetes, texturas…).
  • Descubrir sus emociones ante aquello que le agrada, aquellos que le disgustan, aquello que le produce una sensación desagradable.
  • Poder acompañar sus emociones, porque dispones de información a través de la observación.
  • Respetar, dar tiempo, confiar. La observación nos permite tener calma para mirar, mirar el detalle y pausar nuestros impulsos de protección para dar espacio a la confianza en él /ella. La observación nos dota de información que hace que nuestra confianza en ellos/ellas aumente.

Centro de Psicología

Centro TAP: Tratamiento Avanzado Psicológico lo forma un equipo especializado de psicólogas sanitarias, sexóloga, neuropsicóloga, psiquiatra y psicopedagoga. Los distintos perfiles profesionales se complementan para, en un único espacio, abordar de manera conjunta y coordinada las necesidades que puedan presentar los pacientes de manera que se facilita y potencia la intervención terapéutica. El centro está ubicado en la zona norte de Madrid, siendo referente en el tratamiento de problemáticas en población infanto-juvenil y adulta, tanto a nivel individual, pareja y familia. Además, cuenta con un área formativa con supervisiones para psicólogos, talleres que se imparten con éxito en sus instalaciones así como formaciones externas para organizaciones, colegios y escuelas de padres.

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