Entrevista a Zaira León: ¿dónde hay que poner los límites en las relaciones de pareja?

La psicóloga nos ayuda a entender qué señales indican que el respeto mutuo está en peligro.

Entrevista a Zaira León: ¿dónde hay que poner los límites en las relaciones de pareja?

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Hablar de amor suele remitirnos a emociones, promesas y momentos compartidos. Pero, ¿qué hay del espacio propio dentro del vínculo? ¿Qué ocurre cuando el amor se confunde con control, o cuando el respeto se sacrifica en nombre de la entrega?

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Hoy tenemos la oportunidad de entrevistar a la renombrada psicóloga sanitaria Zaira León López. Una profesional ampliamente reconocida y de alta reputación tanto por su experiencia en consulta independiente como por su exhaustiva cualificación en el campo de las neurociencias y las relaciones interpersonales.

Es un placer que haya tenido tiempo para respondernos a algunas cuestiones sobre el mundo de la pareja, que seguro no nos dejará indiferentes.

¿Se le tiene que contar todo a la pareja? ¿Dónde termina la transparencia y empieza la invasión de la privacidad?

La honestidad es fundamental, pero no significa exposición total. Hay que respetar el espacio propio y la autonomía de cada uno, no hay necesidad de compartir absolutamente todo, habría que ver que hay detrás de esa necesidad de contar todo (control, incapacidad de gestionar la incertidumbre, contingencias sociales, miedo al abandono…).

La clave es cultivar la confianza mutua y el respeto por los límites individuales. Todo esto desde la libertad, desechando el compartir desde la obligación o el miedo. Antes de contar todo a tu pareja, plantéate si se lo ganó o te juzga por todo lo que no le gusta escuchar.

También es importante desde donde lo haces, ¿por qué realmente quieres compartir una auto revelación o duda propia por mera conexión? o ¿para cubrir algún tipo de carencia propia como alivio al malestar que te genera tu propia falta de seguridad?

La libertad honesta y sana es poder responder con un: no te quiero contar o no me apetece hablar. No hay necesidad de mentir, ni de sentirnos presos de responder a algo que simplemente no queremos.

¿Está destinada al fracaso una relación amorosa en la que no se ha tenido una conversación honesta sobre cuáles deben ser los límites?

Destinada de forma inexorable no sé, pero seguro que sin límites claros habrá malentendidos y conflictos con riesgo de caer en la consolidación de patrones disfuncionales.

Hablar de límites no es poner barreras al amor, sino crear un entorno donde ambos se sientan seguros y respetados. Es fomentar la compatibilidad y el bienestar a largo plazo.

Me parece crucial aclarar que los límites son a uno mismo. El otro no tiene la obligación de hacerme caso. Si me muevo desde la necesidad de control me enfoco en el otro, como por ejemplo pedirle a mi pareja que no me levante la voz. Es una dinámica violenta tanto levantar el tono como intentar que el otro me obedezca si le digo que no me grite.

Cuando pongo el foco en mí y mis valores, puedo marcar límites sanos centrados en mi respuesta. Siguiendo con el ejemplo anterior, un límite sano sería: Te quiero muchísimo, me gustaría hablarlo pero no tolero gritos asique mañana lo intentamos. Te responsabilizas y te garantizas que te sacas a ti mismo de esa dinámica si las agresiones verbales no es algo que vaya contigo. Recuerda que lo que hace tu pareja no depende de ti pero lo que tú haces en respuesta sí. Esto te libera de carga y te centra en lo que está bajo tu control. Tú mismo.

¿Cuáles son las señales de que una pareja no está respetando los límites del otro?

Minimizar o invalidar las emociones que sientes, repetir conductas que ya has señalado como molestas, romper acuerdos o invadir la privacidad como revisar el móvil sin consentimiento. Estas acciones indican una falta de respeto y pueden deteriorar la relación.

Cuando un límite se ve traspasado hay que tener cuidado ya que puede indicar desvalorización por las necesidades ajenas, tendencia a la dominación e imposición, manipulación emocional y culpa inducida. Hemos de responder con claridad y firmeza ante estas circunstancias para mantener nuestra integridad sabiendo que nuestra respuesta condicionará al otro tanto como su conducta ejerce influencia en nosotros.

La dinámica se construye, y ambas partes tienen margen de acción. Siempre se puede hacer algo. No olvidemos que cuando hay cuidado, nos respetan. Cuando nos usan se enfadan si no cumplimos sus expectativas. Dicho de otro modo, cuando el amor es sano nos queremos para compartir la vida y cuando al amor le damos sentido utilitario nos quieren para cubrir sus necesidades.

Desde tu experiencia como psicóloga, ¿Cuál es la diferencia entre un límite sano y un control encubierto dentro de la relación? ¿Qué se le puede pedir a una pareja, y qué no es justo pedir aunque duela o moleste?

Un límite sano se establece desde el bienestar de ambos miembros. En cambio, el control encubierto nace del miedo y la inseguridad, y se manifiesta en exigencias que coartan la libertad del otro. Es justo pedir respeto, apoyo y comunicación, pero no es justo exigir cambios que anulen la identidad o autenticidad del otro.

A la pareja, en mi opinión, no se le puede pedir nada. Solo puedo pedir si estoy dispuesta a recibir un no por respuesta. No me tiene que entrar en la cabeza, con respetar ya basta. Complacer no es amar, es manipular si no me nace de forma orgánica y natural. El amor es cuidado y límites, no es sacrificio. Esto significa no hacer nada que yo no quiero hacer ni exigir que el otro haga algo que no quiere.

Si aguantamos todo por amor, nos desdibujamos en la relación. Dejamos de ser nosotros mismos. Nuestra vida es el resultado de nuestras conductas, si hay algo que nos disgusta hemos de cambiar nuestro modo de actuar. Aguantar, sufrir y ceder tiene consecuencias.

Si dejamos de existir para darle al otro todo lo que necesita, dejaremos de ser nosotros mismos. Si tengo que hacer feliz al otro a costa de mi bienestar, si tengo que dejar de existir para que el otro esté bien, un día no me quedará nada para dar.

¿Qué pasa cuando uno de los miembros de la pareja siente culpa por poner límites?

Sentir culpa al establecer límites es común, especialmente si hemos sido educados para priorizar las necesidades de los demás sobre las nuestras. Sin embargo, es importante reconocer que poner límites es un acto de autocuidado y no debe generar culpa, sino empoderamiento.

Es una filosofía de vida cuidarme para poder estar bien en relación con otros. No es egoísmo, es responsabilidad con uno mismo. Por ello es tan importante trabajar en permitir la expresión saludable de nuestras necesidades. Sentir culpa no es el problema, el problema es que entres en dinámicas problemáticas por no sentirla.

¿Qué deberíamos hacer si nuestra pareja no respeta los límites que hemos expresado con claridad?

Si nuestra pareja no respeta nuestros límites, es crucial reafirmarlos y expresar cómo nos afecta esa falta de respeto. Si la situación persiste, puede ser necesario buscar ayuda profesional o reconsiderar la viabilidad de la relación.

El respeto mutuo es la base de cualquier vínculo sano. Esto puede implicar establecer consecuencias claras y, si es necesario, tomar distancia para protegernos. Recordemos que amarse también es saber irse a tiempo de donde no se puede estar entero.

Si es una conducta aislada revisamos que ha podido suceder, pero si es un patrón recurrente hemos de tomar decisiones en la implantación de consecuencias y la instauración de conductas alternativas que promuevan el respeto mutuo.

Me gustaría para finalizar puntualizar que una relación sana es aquella en la que puedes expresar tu sentir, compartir lo que valoras y escuchar al otro para ampliar perspectivas, acordar puntos medios al construir acuerdos y hacerte responsable de tu bienestar. Es algo que se construye desde la paz.

Asumir el riesgo de ser honesto y auténtico puede dar miedo, todo conlleva riesgo y no es garantía de éxito. Que yo entre en extinción dentro de mi relación, puede hacerme sentir la falsa seguridad de que no me van a rechazar o abandonar pero a costa de implicar un declive garantizado con conductas disfuncionales como: callar lo que sientes para evitar conflictos, ceder en cosas valiosas para ti, exigir que el otro actúe como yo quiero, moverme con la prioridad de no incomodar, descuidar lo que necesito… Es para reflexionar qué concepto de amor hemos asumido como cierto y cual queremos.

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Psicología y Mente. (2025, junio 18). Entrevista a Zaira León: ¿dónde hay que poner los límites en las relaciones de pareja?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/entrevistas/entrevista-a-zaira-leon-donde-hay-que-poner-los-limites-en-las-relaciones-de-pareja

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