Hablar de sexualidad sigue siendo un desafío en muchas culturas: aún está atravesada por tabúes, prejuicios y silencios que limitan nuestra posibilidad de vivirla con libertad y bienestar. Sin embargo, cada vez más voces proponen miradas nuevas, integrales y transformadoras, donde el placer no es visto como un simple instinto, sino como un puente hacia la conexión profunda con uno mismo y con los demás.
La sexualidad somática y el tantra son caminos que nos invitan a habitar el cuerpo con mayor conciencia, a reconocer el poder de la energía sexual como fuerza vital y a comprender que nuestra intimidad no se limita a lo físico, sino que involucra también aspectos emocionales, relacionales y espirituales. Estas prácticas abren la puerta a la autocompasión, a la liberación de bloqueos y a la posibilidad de experimentar vínculos más auténticos y satisfactorios.
Charlando con Alessandra Skcardocci
En esta conversación exploraremos cómo estos enfoques nos ayudan a transformar la relación con nuestra sexualidad y a integrarla como parte esencial de una vida plena. Para ello contamos con Alessandra Skcardocci, fundadora de la marca Sexologiatantra, primera Sexóloga Somática certificada en Brasil de Bogotá y cuarta Sexological Bodyworker titulada en Colombia por el ILLASS de USA en Brazil. Educadora en Sexualidad Somática, facilitadora en Tantra y especialista en sexualidad masculina, parejas y disfunciones sexuales.
¿Qué beneficios específicos tiene el trabajo en grupo cuando hablamos de sexualidad?
Los beneficios son múltiples cuando hablamos con una intención consciente de autoconocimiento. Podemos hacernos conscientes de que gran parte de nuestras conductas y nuestras creencias son más basadas en la aceptación del entorno y por imitación de los recursos que estuvieron a nuestro alcance en su momento.
Que lo que piensas, haces y crees tú; es más común de lo que imaginas. Que lo que te pasa, cómo te sientes en ciertas situaciones no solo te pasa a ti sino que puede ser algo colectivo de lo que nunca se habló antes.
Que lo que te atrae o tus preferencias por ciertas prácticas no siempre te hace una persona “rara” cuando aprendes sobre tu personalidad y/o lenguaje erótico principal. Cuando tienes la oportunidad de escuchar a otros desde una postura consciente, abierta, madura y sensata descubres más de ti que cuando lo asumes en soledad.
¿Qué diferencia a una mentoría sexual grupal de una una simple charla educativa sobre sexo?
Una Mentoría sexual o de cualquier índole van más allá de una charla educativa. Un Mentor no se basa solo en los lineamientos teóricos o retóricos de su área de expertise. Un Mentor es una persona que enseña lo que ya ha vivido antes, es una persona que no sólo guía desde la academia o el formalismo de unos textos sino que enseña lo que ha aprendido desde su experiencia para enseñarle a otros la manera más rápida o sencilla de hacerlo, se compromete con su mentoreado a acompañarle permanentemente a llegar más rápido de un punto A a un punto B, simplemente porque el Mentor ya lo vivió y conoce los atajos para llegar en menos tiempo a ese punto B ahorrándole a su mentoreado: Tiempo, recursos, dinero, energía etc y todo lo que ello implica.
En lugar de charlas educativas o informativas el Mentor te pregunta a dónde quieres llegar y te da los pasos para lograrlo acompañándote durante todo ese proceso, tampoco es un vínculo netamente transaccional, existe una confianza y un respeto lo suficientemente sólido, es una relación que se preserva en el tiempo.
¿Cuáles son los tipos de personas que suelen participar en estas mentorías? ¿Hay un perfil común o es muy variado?
Una persona que busca un mentor en cualquier área, es una persona que sabe que su desarrollo personal es fundamental en su vida y la calidad y las personas que inician mentoría sexual no son la excepción.
Por lo general, las personas que ingresan a este tipo de mentorías sexuales son personas con una mentalidad abierta, dispuesta, receptiva, curiosa, personas que saben el peso que tiene su sexualidad y sus relaciones en sus vidas, especialmente personas que desean pertenecer a comunidades o grupos con una misma mentalidad de crecimiento personal y sexual sin sentirse juzgados. Personas que ya tienen el hábito de invertir su tiempo, dinero en sí mismos y en aprender de otros para nutrir sus relaciones íntimas.
¿Cómo estructuras normalmente una mentoría sexual grupal? ¿Sigue una secuencia fija o es flexible según el grupo?
Esa es una buena pregunta. Por ahora, las mentorías grupales siguen una estructura fija en cuanto el objetivo del grupo; es decir: Mentoría grupal Femenina (Kali) Resignificación del placer personal, autopercepción erótica y desarrollo personal, Mentoría grupal Masculina (Domina): Prolongación de la eyaculación, dominio consciente de la energía sexual y desarrollo personal. La que se lanzará por primera vez: Mentoria grupal de Relaciones (Éxtasis 10X) dirigida a relaciones sexo afectivas que de alguna manera se sienten estancados en su sexualidad, esta mentoria se basa en la estructura de los Erotic Blueprints e integramos masajes eróticos como parte del proceso de reconexión erótica y sexual de parejas o cualquier tipo de relación sexo afectiva.
Al ser una experiencia grupal, ¿puede decirse que el profesional que dirige y dinamiza la experiencia es la única parte que trabaja para beneficiar al conjunto, o también lo hacen los miembros del grupo? ¿Qué papel juega el grupo como espejo o catalizador del crecimiento sexual individual?
Algo clave en la Sexología Somática es que existe la cocreación. Aunque el profesional establece la estructura, las reglas, se establecen acuerdos, límites y todo lo que involucra el consentimiento para garantizar la seguridad del espacio y de los participantes, la cocreación de los participantes de manera individual, mas no colectiva; es fundamental para que mantengan no sólo de dinamismo e interés sino preservar su relación con el placer en la experiencia en lugar de darle espacio al morbo, a la vergüenza o la culpa es posible, siempre que se mantengan dichas peticiones bajo el código de ética profesional y se preserve la seguridad del grupo.
El aprendizaje erótico y sexual en grupos es siempre interesante porque permite una mirada amplia de una misma experiencia colectiva. Muchas veces la epifanía de una persona del grupo abre la curiosidad de los otros o simplemente las revela o las espejea como lo mencionas en la pregunta y ahí muchas veces, un espacio que sabes que te contiene, que no te juzga ni te señala te permite eso la apertura, y la apertura es totalmente catalizadora no sólo de gozo, también emocional y espiritual. Ahí muchas veces tenemos despertares espirituales.
En tu experiencia como educadora en sexualidad somática, ¿crees que es complicado hacer que los participantes se abran y comuniquen con honestidad sus problemas? ¿Cómo se equilibra la seguridad emocional con la posibilidad de explorar temas íntimos en grupo?
Es complicado cuando sienten que su autoestima está en riesgo o cuando hay espacio para el bullying o cuando se sienten juzgados por otros ojos. Solo puede ser complicado cuando no hay una percepción de seguridad suficiente para abrirse y expresarse. También debe haber una disposición a hacerlo.
La seguridad emocional se da cuando tienes certeza de que nadie en el entorno va a ni juzgarte, ni señalarte, mucho menos herirte al exponer tus vulnerabilidades. Muchas veces estamos en entorno cotidianos donde la crítica, el juzgamiento o hasta la burla son fijos: (Amigos, familiares, colegas y muchas veces hasta la pareja misma), entonces parte de las primeras reglas son la escucha y la observación activa porque es un aprendizaje de apertura y aprendizaje, mas no de teatros ni de juicios para recriminar o señalar a otros. Se establecen como reglas, el respeto por el sentir y la expresión del otro.
A veces esto empieza, siendo uno mismo vulnerable o trayendo como ejemplos experiencias pasadas del mentor o del profesional que guía para abrir el camino a los demás.
¿Cómo afecta a la autoestima o a la relación con el propio cuerpo el participar en estas mentorías?
Eso depende del grado de apertura y disposición que tenga cada persona, como la dinámica que vaya a llevarse a cabo, esto es gradual. No se puede promover, por ejemplo, una práctica de masturbación grupal sin una preparación, un filtrado de participantes ni una intención consciente y consensuada previa para el ejercicio de introspección y presencia sexual, o hasta los ejercicios de tactos eróticos conscientes en los masajes eróticos de parejas.
Así que depende tanto la dinámica como la preparación y disposición. Pero en general, pareciera difícil y lo es si es la primera vez. Cuando experimentas la incertidumbre, porque sabes que inevitablemente te compararás. Pero lo curioso de esto es que sí lo experimentas los primeros minutos, ya en el transcurrir del tiempo te adaptas y te sientes no solo cómodo, sino que te das cuentas que la percepción de cuerpo perfecto o con ciertos estándares establecidos, realmente no existen. Y eso, refuerza tu autoestima y tu complicidad con tu propio cuerpo. Ojalá más personas se motivaran a experimentarlo y a descubrirse así mismas, en entornos siempre que garanticen su seguridad.


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