El proceso de elegir un tema de investigación, ya sea para un proyecto de clase o para lanzar una investigación más ambiciosa cuyos resultados puedan ser publicados en revistas, es para muchas personas un dolor de cabeza. Cuando se tiene clara la pregunta que se va a tratar contestar mediante estudios cualitativos o cuantitativos, al menos ya hay una pauta a seguir, pero si no se tiene eso, es frecuente que muchos se bloqueen.
En ese artículo veremos varios consejos que sirven de ayuda a la hora de saber cómo elegir temas de investigación, especialmente en aquellos ámbitos de conocimiento relacionados con la psicología, las ciencias sociales y otros campos similares.
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¿Cómo elegir temas de investigación?
El problema de no tener una pregunta de investigación es algo parecido a lo que ocurre en el bloqueo del escritor: el malestar, la frustración y la ansiedad que produce el hecho de no pasar de esa fase puede hacer que, si pasa el tiempo, se genere el efecto de la profecía autocumplida. Es decir, que la persona se siente menos motivada, tiende a evitar volver a pensar en ello, o realiza búsquedas poco sistemáticas y sin la esperanza de encontrar nada.
Por ello es importante no dejar que el problema se enquiste y optar por no realizar de manera caótica esta búsqueda de temas de investigación, procurar seguir un método con sus fases. El simple hecho de notar que aunque no se tenga aún una pregunta desde la que parta el proyecto, se pasa por fases, ayuda a no perder el tiempo y a la vez motiva a seguir progresando A continuación encontrarás una propuesta en este sentido.
1. Busca en recopiladores de investigaciones
En muchos lugares de Internet se van publicando periódicamente las conclusiones de investigaciones de calidad. Hacer barridos por estas páginas web o perfiles de Twitter (lugar en el que hay muchos investigadores que se dedican a difundir sus contenidos o los de sus colegas) es de gran ayuda para, en poco tiempo, tener indicios a partir de los cuales puede continuar la búsqueda.
2. Selecciona los temas más interesantes
A partir del paso anterior, elige aquellos por los que sientas interés y ordénalos según el grado en el que cada uno de ellos te motive.
3. Selecciona las palabras clave
Cada tema de investigación contiene un árbol semántico de palabras clave. Por ejemplo, en psicología existen los conceptos de sesgo, disonancia cognitiva o heurístico. Todos ellos crean una nebulosa de ideas a partir de los cuales se puede plantear una pregunta. Por ejemplo, puedes introducirlos en motores de búsqueda de artículos científicos, como Google Académico.
4. Lee los primeros apartados de los papers
La gran mayoría de papers publicados en revistas científicas tienen, en sus primeras páginas, un comentario sobre los últimos hallazgos y una sección en la que se resume el estado en el que se encuentra una línea de investigación concreta, planteando hipótesis y modelos explicativos contrapuestos, y destacando las evidencias a favor y en contra de cada una de las ideas
De esta manera te harás una idea más global sobre de qué trata el tema y con qué tipo de informaciones se puede contar para realizar una investigación en ese sentido.
5. Busca la cantidad de información disponible
Unas líneas de investigación están más desarrolladas que otras. Aunque haya un tema que te interese mucho, es posible que no se cuente con la suficiente información como para investigar con los medios con los que cuentas. Busca metaanálisis sobre el tema, investigaciones de calidad sobre esa pregunta de partida, etc.
6. Imagina interacciones entre variables
A partir de lo que sabes sobre un tema en concreto, imagina una pregunta original que no haya sido tratado de manera directa por otros investigadores. Por ejemplo, puedes ver si un fenómeno estudiado por otros se cumple en una región del planeta en la que nadie se ha centrado antes.
7. Formula una pregunta
Uno de los aspectos fundamentales de saber cómo elegir un tema de investigación tiene que ver con transformar el tema que te interesa en una pregunta. Solo de esta manera establecerás de manera concreta de qué tratará tu investigación: señalando cuál es ese vacío de conocimiento que intentaremos rellenar con información nueva. De esta manera no existirán ambigüedades y no ocurrirán confusiones a la hora de desarrollar el proyecto.
Técnicamente, ya tienes un tema de investigación, pero para terminar de elegir aún queda un paso.
8. Decide si cuentas con lo necesario
¿Es realista investigar sobre eso? Algunos temas son relativamente sencillos de tratar, ya que hay muchos datos disponibles en otras fuentes, pero en ocasiones hay que pagar por acceder a esta información o, incluso no existen y uno mismo debe recopilar información original mediante cientos de cuestionarios o métodos igualmente costosos. Decide si te compensa.
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