¿Cómo se relacionan el ejercicio físico y el Rendimiento en el Trabajo?

Así es como la actividad física y la productividad laboral interactúan entre sí.

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Hay días en los que por más que lo intentes, la cabeza no da para más. Te cuesta concentrarte, te distraes con cualquier cosa y el cansancio se te mete hasta en los huesos. Lo curioso es que muchas veces creemos que lo que necesitamos es descansar quietos, cuando en realidad lo que el cuerpo pide es moverse.

Suena contradictorio, pero tiene sentido: estudios recientes muestran que bastan diez minutos de actividad física para mejorar la atención y la claridad mental. Y si lo piensas bien, seguro te ha pasado: cuando te activas, tu energía cambia por completo.

Lo que el ejercicio hace por ti (y no solo por tu cuerpo)

Moverse cambia más cosas de las que imaginamos. Mejora la circulación, fortalece el corazón, regula la presión y ayuda a mantener el peso. Hasta reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes o ciertos tipos de cáncer. Pero, vale, eso es solo una parte de la historia.

El ejercicio también influye muchísimo en cómo te sientes contigo. Cuando te mueves, el cerebro libera endorfinas y serotonina, esas sustancias que te relajan y te ponen de mejor humor. Por eso después de hacer ejercicio muchas personas dicen que piensan con más claridad o que todo parece un poco más fácil.

Y, a ver, no hace falta entrenar todos los días ni vivir en el gimnasio. Caminar, bailar, estirarte o subir escaleras cuenta. Si lo haces de manera constante, vas a notar cómo duermes mejor, cómo te concentras más rápido y cómo baja esa sensación de estar “al límite” todo el tiempo. Moverte un poco cada día mejora tu salud, tu ánimo y la forma en que enfrentas lo que venga.

Cómo el movimiento influye en tu rendimiento laboral

Cada vez hay más evidencia de que moverse bien te hace trabajar mejor. Un estudio de Francesco Fischetti y su equipo comprobó que pequeñas pausas de movimiento, de apenas diez minutos, mejoran la atención y la capacidad de tomar decisiones. Es decir, el cuerpo y la mente están mucho más conectados de lo que creemos.

Cuando haces ejercicio, tu cerebro recibe más oxígeno, se activan zonas relacionadas con la concentración y se reducen las hormonas del estrés. Eso significa que piensas más rápido, recuerdas mejor la información y te sientes menos saturado. En el trabajo, esto se traduce en más productividad, más creatividad y menos errores.

Además, las personas que se mueven con frecuencia suelen tener más energía y un ánimo más estable durante el día. Y tiene sentido: el ejercicio enseña a ser constante, a organizar el tiempo y a liberar tensiones. De hecho, quienes lo practican regularmente suelen manejar mejor la presión y toman las cosas con más calma.

Así que si últimamente sientes que tu cabeza se apaga después de unas horas o que te cuesta mantener la atención, tal vez el problema no sea tu motivación, sino la falta de movimiento.

Cómo hacer del ejercicio parte de tu día a día

Incorporar el movimiento a tu rutina no tiene que ser complicado. No necesitas ropa especial, mucho tiempo ni un plan perfecto. Lo importante es hacerlo accesible, mantenerlo constante y, sobre todo, que te haga bien.

A continuación compartiremos algunas formas sencillas de empezar.

1. Usa a tu favor lo que ya haces

Quizá caminas para ir al trabajo o subes escaleras de vez en cuando. Empieza por ahí. Camina un poco más rápido, da una vuelta más larga o haz algunos estiramientos mientras esperas que se prepare el café.

2. Ponlo en tu agenda

Si lo dejas “para cuando tengas tiempo”, nunca pasará. Programa un espacio para moverte, aunque sean 20 minutos. Escríbelo en el calendario, como si fuera una cita. Cuando lo tratas como una prioridad, deja de ser algo opcional y se vuelve parte natural de tu día.

3. Muévete durante el trabajo

Las pausas activas funcionan, y no solo para estirar el cuerpo. Caminar unos minutos, estirarte o hacer respiraciones profundas ayuda a que la mente se despeje. Si puedes salir al aire libre, mejor: el contacto con la naturaleza multiplica el efecto positivo. Además, volverás con más energía para concentrarte.

4. Hazlo con otras personas

Muchas personas sienten que el ejercicio se disfruta más en compañía. Puedes invitar a alguien del trabajo a caminar, inscribirte a una clase grupal o usar alguna app que te permita compartir tu progreso. Tener compañía te motiva, y si además se vuelve un momento social, lo disfrutarás mucho más.

5. Usa la tecnología como aliada

Las aplicaciones, relojes o simples alarmas en el teléfono sirven para recordar que es momento de moverse. No quiere decir que tienes que competir ni obsesionarte con los números, sino que puedes tener una referencia. Ver tus avances, aunque parezcan pequeños, ayuda a mantener la motivación.

6. Activa tus trayectos

Si puedes, camina o usa la bicicleta para ir al trabajo. Si eso no es posible, bájate una parada antes o aparca un poco más lejos. Esos minutos extra de movimiento ayudan bastante. Y lo mejor es que empezar el día en movimiento te da una sensación de energía que dura horas.

7. Encuentra lo que realmente te gusta

Hay quienes disfrutan correr, otras personas prefieren bailar, hacer yoga o nadar. No hay una fórmula única. Lo que importa es que te guste, porque eso es lo que te mantiene constante. Cuando el movimiento se siente bien, se vuelve parte de ti sin tanto esfuerzo.

Mente activa, cuerpo activo

Moverte cambia la forma en que vives tus días. Te ayuda a pensar con más claridad, a tener más paciencia y a enfrentar los retos con otra energía. No solo mejora tu salud, también te permite rendir mejor y disfrutar más de lo que haces.

El punto no es hacerlo perfecto, sino hacerlo posible. Es preferible moverte un poco todos los días que agotarte una vez por semana. Y cuando te das ese espacio para activar el cuerpo, el trabajo, las ideas y hasta el ánimo se alinean. Porque sí: cuando el cuerpo se mueve, todo funciona mejor.

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  • Fischetti, F., Pepe, I., Greco, G., Ranieri, M., Poli, L., Cataldi, S., & Vimercati, L. (2024). Ten-Minute Physical Activity Breaks Improve Attention and Executive Functions in Healthcare Workers. Journal Of Functional Morphology And Kinesiology, 9(2), 102.
  • Johnston, B. D. (2023, 1 diciembre). Beneficios del ejercicio. Manual MSD Versión Para Público General.
  • Sweeney, A. (2024, 27 febrero). The Importance of Exercise for Improving Work Performance. Northeast Technical Institute.

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Máster Propio Universitario en Selección y Gestión del Talento. (2025, octubre 28). ¿Cómo se relacionan el ejercicio físico y el Rendimiento en el Trabajo?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/organizaciones/como-relacionan-ejercicio-fisico-y-rendimiento-en-trabajo

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