Todos creamos relaciones de diferentes tipos a lo largo de nuestra vida. Es imposible no crear relaciones y además, las necesitamos. Relacionarnos con otras personas es una necesidad humana y es importante cubrirla. La cuestión es cómo creamos esas relaciones y que realmente sean relaciones donde podamos sentir dos cosas importantes: poder ser nosotros mismos y que en su conjunto sea más lo que me aporta que lo que me resta. No podemos pretender que las relaciones sean perfectas, van a haber cosas que no nos van a gustar, pero eso no significa que una relación no pueda ser sana.
¿Cuáles son las claves de una relación sana?
Evidentemente son muchos los ingredientes necesarios para que una relación funcione. Por otro lado, cada relación es un mundo y hay tantas formas de vivir una relación como personas existen. Normalmente, tenemos la sensación de que nos comunicamos pero realmente la mayor parte de los conflictos, tensiones o malentendidos vienen de la comunicación. Porque una cosa es lo que decimos y otra, la que entiende la otra persona.
Cada uno vemos el mundo a través de nuestros ojos y eso puede no coincidir con lo que ve la persona que tenemos delante. Por eso, una clave es asegurarnos de que lo que la otra persona entendió encaja con lo que realmente queríamos decir. “yo creía”, “yo pensé” … crean muchos malentendidos. Preguntar, asegurarnos, dar a la otra persona la oportunidad de explicarse evitaría esto.
Da en tus relaciones lo que quieras dar, con lo que te sientas cómodo/a, no lo hagas por esperar lo mismo o algo en particular. No esperar a que el otro cambie algo sino tener la generosidad de cambiar yo algo también, por supuesto, siempre con personas que nos importan y que sintamos que merecen la pena.
Todos somos diferentes; entender esto y aceptar estas diferencias ayuda mucho en nuestras relaciones. Cada uno piensa de una manera, siente de una manera, lo que para alguien es importante puede no serlo para otra persona, lo que a uno enfada es insignificante para otro. Así que:
- Comunícate siempre
- Expresa pensamientos y sentimientos
- Di lo que te gusta y lo que no
- Reconoce lo bueno y valora a la otra persona
- Establece límites
- No des nada por hecho
- Pregunta siempre que lo necesites
- Aclara y no te quedes con la duda
- Evita interpretar, afronta directamente las cosas
- Empatiza
- Escucha
- Sé generoso e intenta dar sin esperar a cambio
- Respeta las diferencias con otra persona
- No trates de cambiar a una persona
- Evita juzgar y habla en primera persona de cómo te sientes en vez de juzgar su comportamiento
Trabaja día a día en tus relaciones. No se mantienen solas, cuídalas, sobre todo cuando creas que realmente son valiosas y merecen la pena. No esperes que las cosas funcionen por sí solas y esfuérzate, porque sí, las relaciones conllevan esfuerzo.
