Muchas veces hablamos acerca del amor como si este fuese una experiencia que todo el mundo vive de la misma manera. Sin embargo, creer que hay una única manera de amar es no tener en cuenta lo diversos que llegan a ser los sentimientos y las relaciones personales (de pareja, de amistad, basadas en vínculos familiares...).
Lo cierto es que existen varios lenguajes del amor, formas de conectar sentimentalmente con alguien que se adaptan a los diferentes tipos de personalidad y maneras de vivir la vida.
¿Qué son los 5 lenguajes del amor?
Una amiga te cuenta que va a finalizar su relación, ya que su pareja “no le trata como debe”. Se trata de esa amiga tuya a la que su pareja no para de llevarle de viaje pese a ganar poco dinero. Tú te mueres de la envidia de las fotos que suben a su facebook, pues te gusta mucho viajar; con tu novio no has ido aún ni a la Alhambra de Granada.
Tu amiga, sin embargo, se muere de envidia de tu relación, ya que tu novio es un romántico empedernido, y según tú: “un empalagoso que habla mucho pero hace poco”; de lo que traduces, que no te querrá tanto. Este es un ejemplo de hasta qué punto los vínculos amorosos tienen muchas facetas y maneras de ser interpretados.
A menudo, en el ámbito privado, las personas comentamos los diversos problemas que experimentamos en pareja. Unos problemas son más perceptibles (como las discusiones en las tomas de decisiones, manías individuales no compartidas, etc.) que otros, los cuáles pasan más desapercibidos. Y teniendo en cuenta que para fortalecer lazos afectivos y resolver conflictos es necesario comprender el origen de esas desaveniencias o aparentes faltas de compatibilidad, es importante comprender las diferentes formas en las que las dificultades para expresar amor pueden surgir en el día a día, y también las maneras en las que los problemas para resoler juntos los conflictos pueden emerger en una relación.
De este modo, conocer los diferentes lenguajes del amor puede ayudarnos a reconocer las pequeñas crisis de pareja que podemos llegar a experimentar en un noviazgo o matrimonio, aquellos problemas tan sutiles que en ocasiones llegamos a pasar por alto durante bastante tiempo.
Según Chapman (2009), existen 5 lenguajes del amor. Se trata de distintas preferencias modales para demostrar y recibir amor, estilos en los que nos gusta más que se realice este cruce de afecto y amor. Estos pueden ser muy importantes para que la relación mejore sustancialmente, ya no solo en pareja, sino entre amigos, compañeros o familia. Chapman destaca que cada persona tiende a expresar su amor y prefiere recibirlo de maneras concretas.
Resulta interesante conocer cuáles son los tipos de amor que existen, pero debes saber que además de esto, debemos tener en cuenta el modo en el que esas diferentes modalidades de amor son expresadas y percibidas, lo cual es algo diferente; este es el tema que veremos aquí. A continuación explicamos las cinco modalidades o lenguajes del amor:
1. Palabras
Expresamos cariño al verbalizar palabras de ánimo, apoyo, afecto, felicitación, elogios, amabilidad, o humildad hacia otro. Este es uno de los lenguajes del amor en los que son clave las habilidades comunicativas convencionales.
Son palabras que a veces se dicen sin pensar y causan un efecto muy positivo en la otra persona; aumentando su autoestima, su seguridad y su bienestar. "Casi todos recordamos palabras fugaces que (…) marcaron nuestras vidas".
Se recomienda emplear frases directas, simples y contundentes: “Te quiero muchísimo, de verdad”; “Me encanta cuando me explicas las cosas tan bien”. Pero sobre todo, es importante que sea creíble para la persona que lo recibe y para ello es indispensable, que la persona que lo transmite lo sienta de verdad (expresión corporal, contexto adecuado).
Ahora bien, hay que recordar siempre que las palabras son, en el fondo, elementos simbólicos. Por eso, es importante que la expresión de amor no se reduzca solo al mundo de lo verbal; debemos expresar amor también con los hechos, las acciones objetivas que llevamos a cabo al interactuar con las personas y con nuestro entorno, como veremos.
2. Tiempo de calidad
Vivimos en la sociedad de las prisas que, junto a las falsas necesidades creadas por el mercado (tener el mejor coche, viaje, casa, etc.) nos hace olvidar lo que significa realmente el tiempo de calidad.
Compartir tiempo de calidad no es tanto el acto (una buena cena en u restaurante caro), sino el disfrute de ella al compartirla con nuestros seres queridos; escuchando y siendo escuchados, sin prisas ni otros distractores. No hay otro objetivo para la persona, más que compartir ese tiempo con la persona que quiere. A fin de cuentas, una relación amorosa en la que no disponemos de momentos en común en los que abrirnos y sentirnos cómodos con una persona, tan solo existe virtualmente, y no termina de materializarse del todo.
3. Regalos
El significado del regalo parece haber perdido valor en una sociedad consumista: “Cuanto más regalos y más caros mejor”, nos dice ésta, independientemente de su necesidad o utilidad. Pero muchos estaréis de acuerdo en que hay regalos que expresan mucho amor y cariño por ser elaborado por la propia persona o comprado esfuerzo.
Por eso, para algunas personas este tipo de regalos simboliza una expresión de amor muy bonita; quien le regala ha estado tiempo esforzándose y pensando en ella. En la otra parte, quien está trabajando en realizar u obtener ese regalo, disfruta desde que tiene la idea, hasta después de haber dado el regalo al otro, sin esperar más que su sonrisa.
4. Actos de servicio
Tratar de agradar a la persona sirviéndoles o haciéndoles favores a ciertas personas les resulta gratificante. Cocinar, limpiar, arreglar cosas, encargarse de las tareas más pesadas o desplazarse a sitios lejanos, son actos que realizan minuciosamente y con una sonrisa en la cara, sin esperar que le devuelvas el favor o una respuesta inmediata compensatoria. "No es una necesidad ni una obligación, sino algo que se hace de manera generosa para ayudar al otro".
5. Contacto físico
Es la forma de comunicación más sencilla y directa. Abrazarse, besarse, acariciarse, tocarse, tener relaciones sexuales; son formas de transmitir y recibir amor de la pareja. Además, la experiencia de sentir el contacto piel con piel desencadena cambios en la manera en la que nuestro cuerpo segrega hormonas, incluso aunque no seamos conscientes de ello: empezamos a producir aquellas ligadas al sentimiento de satisfacción, relajación y confianza en el otro.
Para algunas personas el contacto físico es su lenguaje principal, sienten seguridad y felicidad a través de éste; y sin éste no se sienten amados. "Puede producir o romper una relación. Puede comunicar odio o amor".
¿Cómo expresar amor?
Es frecuente la pareja que acude a consulta verbalizando no recibir muestras de amor por parte del otro (Punset, 2010). Conocer, identificar y compartir las distintas formas de amar supone una gran ayuda; nos aporta un plus para la comunicación en pareja.
Obviamente, existen múltiples estrategias y tareas para mejorar las relaciones, pues el terreno de la Terapia de Pareja es muy amplio. Los 5 lenguajes del amor es una de ellas. Una vez visualizadas pueden parecer obvias, pero si pensamos un momento, pocas veces le decimos a la otra persona cual es la que preferimos. Nadie es adivino, y obviar que el otro lo sabe, es un error muy frecuente entre parejas.
Cada persona tiene preferencias por manifestar uno o varios tipos de lenguajes que pueden o no coincidir con la preferencia de recepción. Si no nos demuestran el amor a través de nuestro lenguaje de preferencia es posible que no nos sintamos amados (Punset; 2010). Así, para darle utilidad a estos conceptos, te propongo meditar acerca de ellos y comentarlos con vuestra pareja, amigos, compañeros o familia (pues también puede ser una herramienta útil para nuestros cercanos):
1. Conocer los 5 lenguajes del amor
Es importante comprender las implicaciones de las distintas maneras de expresar amor en las relaciones personales más significativas para nosotros: Contacto físico; Tiempo de calidad; Regalos; Actos de servicio; y Palabras (explicados arriba).
2. Identificarlas en nosotros mismos
¿Cuál es la forma en la que prefiero recibir amor? Y ¿cuál es la forma en la que prefiero o suelo expresar afecto? Es posible que cueste contestar a estas preguntas, así como identificar solo una (pueden ser dos). Para ello, debemos recordar la intensidad y duración de la emoción que sentimos cuando recibimos las diferentes muestras de cariño, y la facilidad o frecuencia con la que realizamos estas.
3. Compartirlas
Una vez identificadas será útil en el momento en que se las expongas a tu pareja; si tiene alguna duda en el momento la resuelvas (cuando más se especifique mejor, recordar que no hay que dar nada por obvio); y que la otra parte, también te exponga a ti sus preferencias.
4. Ponerlas en práctica
Este apartado parece fácil, sin embargo, puede salir mal. Por lo que hay que tener paciencia. Cada persona se desarrolla en un contexto y se acostumbra a éste (familias donde abrazarse es un ritual diario vs familias donde los componentes nunca se abrazan).
Lo que nosotros vemos normal, no es tan normal para otros y cambiar hábitos, en ocasiones, cuesta bastante. Por eso, hay que tener paciencia durante el cambio; reforzar positivamente el esfuerzo del otro cuando realice el acto deseado. Y si está haciendo caso omiso o no lo realiza como deseamos, explicárselo nuevamente (de forma distinta, a través de ejemplos, etc).
Los beneficios de aplicar los lenguajes del amor en las relaciones
Saber cuáles son los lenguajes del amor y tener varios ejemplos o referentes sobre cada uno de ellos nos ayuda a tener una concepción más rica en matices de lo que son las relaciones. Pero además de esto, si pasamos de la teoría a la práctica, ello mejorará nuestra calidad de vida, nuestro bienestar emocional, y la solidez de los vínculos afectivos con quienes son importantes para nosotros.
Estas son las principales ventajas de profundizar en los lenguajes del amor y aplicarlos con nuestros seres queridos:
- Mostrar que el amor existe más allá de las palabras: demostrar compromiso.
- Evitar el distanciamiento en lo físico.
- Adaptarse al estado de ánimo de ambos y no renunciar a expresar amor incluso en las crisis.
- Facilitar la expresión de sentimientos y no dejar que queden temas sin ser hablados.
- Enriquecer la variedad de experiencias asociadas a una relación: genera bienestar.
Todos podemos conectar emocionalmente con los demás
Finalmente, es importante destacar que toda persona sana tiene capacidad para expresar los lenguajes del amor, y que en mayor o menor medida expresamos todos o casi todos. Elsa Punset (2010) defiende en su libro que: "si acostumbramos a nuestros hijos a dar y recibir amor de todos los lenguajes, el día de mañana podrán comunicarse libremente en todos ellos".
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