En el ámbito de la psicología es cada vez más evidente que el autoconocimiento está íntimamente relacionado con el bienestar percibido. Esto es así puesto que, entre otras cosas, dicha habilidad se vincula con la inteligencia emocional y el desarrollo de los individuos.
En este artículo te explicaremos de forma detallada cuál es esta relación. Partimos de la base en la que explicamos los aspectos principales del autoconocimiento y el bienestar emocional para poder profundizar en dicha vinculación. Finalmente, planteamos algunas estrategias para incrementar nuestro autoconocimiento y, de este modo, nuestro bienestar.
¿Qué es el autoconocimiento?
Tal y como podemos deducir por el nombre, el autoconocimiento es la habilidad que desarrollan las personas para conocerse a sí mismas. En este sentido, se trata de la capacidad que cada persona tiene para mirar y conectar con su mundo interno. La introspección permite que el individuo pueda comprender con profundidad sus estados emocionales, pensamientos y sus dinámicas conductuales y relacionales.
Como consecuencia, la persona toma consciencia de sus necesidades, deseos, temores, valores, creencias, gustos, fortalezas y puntos a mejorar, etc. Se trata de un proceso reflexivo en el que la persona toma consciencia de su yo, le permite comprender quién es y, por ello, se relaciona con la construcción de la identidad.
Para que se dé este proceso son necesarios algunos componentes. Por un lado, es crucial que la persona sea honesta consigo misma puesto que puede describir aspectos incómodos en el proceso de reflexión. Además, es importante estar abierto/a a la exploración e indagación sin juicio. Son diferentes las fases en las que se produce el autoconocimiento y es necesario acompañarnos desde la curiosidad y la compasión.
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¿De qué se compone el bienestar?
En muchas ocasiones, se considera que “bienestar” es el estado que se produce cuando no hay malestar. Sin embargo, es importante comprender que el bienestar percibido va más allá de la ausencia de patologías físicas o mentales. Para que las personas puedan sentir bienestar son diversos los agentes que interactúan y contribuyen a la sensación de satisfacción y plenitud de forma generalizada.
En términos generales, se considera que son cuatro las dimensiones del bienestar: físico, emocional, mental y social. Sin embargo, además de los aspectos internos ya mencionados, debemos destacar la importancia que los factores externos pueden llegar a tener en la vida de las personas y en cómo la perciben y valoran.
En esta línea, se incluyen aspectos como nuestras relaciones interpersonales (familia, amistades, vínculos afectivo-sexuales), nuestra situación laboral y económica, el contexto sociocultural en que vivimos y, por supuesto, la posibilidad de acceder a ciertos recursos públicos incluída la sanidad.
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Relación entre autoconocimiento y bienestar
Tener consciencia sobre nuestra propia persona y, sobre todo, sobre nuestro mundo interno es esencial puesto que nos permite tomar decisiones de forma consciente y alineada con nuestras necesidades, nuestros valores, nuestros objetivos y nuestros límites. En este sentido, construimos una vida día a día más coherente y plena.
Así pues, podemos ver que sí existe una conexión directa entre el autoconocimiento y el bienestar percibido. Conocer nuestro mundo interno nos permite vivir de forma más coherente y plena. Como ya hemos mencionado anteriormente, nos permite tomar decisiones alineadas con nuestras necesidades, valores, objetivos y límites.
Con frecuencia, las personas que invierten recursos en conocerse y comprenderse de forma profunda, notan mejoras en otros aspectos. Entre ellas se incluyen algunas como la autoestima, la autopercepción, la propia seguridad y la valoración de las cualidades o aptitudes. Todo esto es posible gracias a la autocompasión, que nos permite abrazar y respetar quien realmente somos.
Los beneficios a nivel individual son extrapolables a las relaciones que construimos. Tener un buen autoconocimiento nos permite también revisar nuestra forma de vincularnos. Al tomar consciencia de este punto, podemos relacionarnos desde un lugar que sea más adecuado para nosotros/as bien sea modificando algunas dinámicas o construyendo vínculos nuevos.
Todo ello, sin duda, nos aporta una sensación de bienestar tanto con nosotros/as mismos/as como con nuestra vida. En este sentido, es habitual que las personas con un autoconocimiento profundo sean más resilientes y se sientan con más recursos individuales a la hora de afrontar las situaciones adversas.
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Estrategias que nos permiten incrementar nuestro autoconocimiento y bienestar
Son muchas las estrategias que nos permiten conocernos cada día un poquito más. Es interesante que cada persona se permita explorar diversas de ellas y que decida cuáles son las más adecuadas para sí misma. A continuación se mencionan algunas herramientas que pueden ser útiles, pero recuerda que siempre puedes pedir ayuda profesional y realizar este viaje acompañado/a:
- Observación y descripción de sensaciones corporales.
- Observación y descripción de la respiración y/o el ritmo cardíaco.
- Diario o registro de los estados emocionales (identificar, nombrar, etc.).
- Escritura reflexiva para plasmar pensamientos, dinámicas conductuales, etc.
- Prácticas de atención plena.
- Dedicarnos tiempo frecuentemente para preguntarnos si realmente queremos algo, qué nos hace sentir, etc.
- La rueda de la vida.
- Hacer un listado de fortalezas y debilidades.
- Invertir tiempo en descubrir y practicar actividades placenteras.
- Leer sobre inteligencia emocional.
- Pedir a un ser querido que nos escriba su percepción de nosotros/as.