La necesidad de usar el teléfono móvil constantemente para realizar cada vez más actividades nos hace pensar que sin este dispositivo nuestra vida sería más complicada a la hora de cumplir con éxito diversas tareas de la vida cotidiana.
Es por eso que para la mayoría de la población el uso generalizado de los móviles supone un avance social y tecnológico, aunque para otras puede convertirse en un verdadero calvario y una situación de esclavitud respecto a dicha tencología. En algunos casos, surge una dinámica que lleva a sentirnos mal si dejamos de tener acceso a un smartphone, o a revisar constantemente lo que nos orece su pantalla.
Este miedo a quedarse sin teléfono móvil recibe el nombre de “nomofobia” y afecta sobre todo a los adolescentes y a los jóvenes en general, quienes están en una ranja de edad más dada al uso de los dispositios conectados a Internet. En el artículo de hoy presentaremos los principales efectos de la nomofobia en las personas afectadas por esta alteración.
Los efectos de la nomofobia
Seguro que más de una vez te has preguntado cómo sería tu vida y la de los que están a tu alrededor sin teléfono móvil y sin todos los dispositivos electrónicos que utilizas diariamente en tu vida.
Lo cierto es que existen algunas personas que albergan un miedo irracional a quedarse sin batería en el móvil o a no poder operar con sus dispositivos móviles y quedarse desconectados del mundo digital, una alteración que cada año afecta más gente. Veamos cuáles son sus ramificaciones en este resumen de los efectos de la nomofobia.
1. Ansiedad cuando queda poca batería
La ansiedad es uno de los primeros efectos que tiene la nomofobia en las personas que la padecen y puede definirse como una sensación de malestar emocional, angustia, agitación o miedo hacia las posibles consecuencias de quedar sin batería en el móvil.
Esta ansiedad normalmente va aumentando progresivamente a medida que la persona ve como su nivel de batería es cada vez menor, hecho que va acompañado de síntomas de ansiedad cada vez más intensos en la persona, así como de malestar y afectación en su salud mental.
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2. Obsesión por tener el móvil encendido
La obsesión por tener el móvil encendido y estar operativo durante las 24 horas del día es otro de los efectos más frecuentes de la nomofobia, lo que puede ser considerado como otra alteración de la salud mental y dar lugar a problemas psicológicos como puede ser el Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
Esta obsesión se observa en diversos síntomas: mirar constantemente el móvil para ver si hay nuevos mensajes o notificaciones; estar pendiente de si hay batería en el dispositivo y no apagar el móvil en ningún momento del día.
3. Alteración de los hábitos de sueño
Una persona que padece de nomofobia puede obsesionarse con estar en el móvil hasta tal punto de dejar de dormir lo suficiente por las noches con el objetivo de no perderse nada de lo que sucede en el mundo virtual o en la comunicación con sus contactos.
Tanto la falta de sueño como la alteración en los hábitos del sueño nocturno pueden ejercer un efecto verdaderamente negativo sobre la salud mental de la persona y también sobre su salud física y rendimiento intelectual.
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4. Alteración de otros hábitos
Las personas con nomofobia también pueden llegar a cambiar determinados hábitos diarios con el objetivo de no quedarse sin batería o de mantener el móvil operativo en todo momento.
Esto significa que pueden empezar a ir únicamente a sitios en los que saben que podrán cargar el móvil o en los que saben al cien por cien que habrá cobertura, así como evitar aquellos que no la tiene.
5. Incapacidad de desconectar del móvil
Otro efecto clásico de la nomofobia es la incapacidad de desconectar del móvil ni siquiera un minuto al día, ya que las personas con este problema tienen la necesidad de estar conectados y disponibles las 24 horas del día.
Esto ocurre también durante las vacaciones de verano, período del año en el que la nomofobia se hace muy visible, ya que mientras todo el mundo descansa, estas personas siguen conectadas y pendientes del móvil.
6. Aislamiento social
Aunque las personas con nomofobia tengan el objetivo de estar conectados durante todo el día a sus teléfonos móviles, lo cierto es que esta alteración acaba provocando un progresivo aislamiento social y del mundo real.
Esto ocurre porque la persona en cuestión puede llegar a encerrarse en su habitación y quedarse conectado al móvil durante largas jornadas incluso en horario nocturno y sin hacer caso a las personas con las que convive en el día a día.
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7. Alteración de las relaciones sociales
Este aislamiento social provoca a su vez que las relaciones con el entorno se vayan viendo afectadas progresivamente debido a la falta de responsabilidades sociales y afectivas en la que se ve envuelta la persona de manera más o menos consciente.
Las relaciones que se ven afectadas en casos de nomofobia pueden ser las relaciones de amistad, las familiares, las relaciones con compañeros de trabajo y también las relaciones de pareja.
8. Síntomas físicos
Los síntomas físicos propios del estrés producido por la nomofobia pueden ser variados y dependen de las características físicas y fisiológicas de cada persona, experimentados cada vez que tienen poca batería o son incapaces de operar con el móvil.
Algunos de los más habituales son la sudoración excesiva, la taquicardia, la agitación, los dolores de cabeza, musculares o de estómago, las autolesiones y también los problemas gastrointestinales.
9. Afectación profesional o académica
Resulta evidente que una obsesión constante con el móvil y un cambio en los hábitos de conducta diarios y de sueño acaban afectando a la larga al rendimiento académico y laboral o profesional de la persona.
En los casos de nomofobia el móvil y las interacciones virtuales se convierten en el centro de la vida de la persona, llegando incluso a desatender obligaciones y responsabilidades diarias tanto en el ámbito académico como laboral.
10. Otras alteraciones psicológicas
Otras alteraciones psicológicas que pueden desarrollarse a partir de un caso de nomofobia son los ataques de pánico, los trastornos de ansiedad de todo tipo, los pensamientos obsesivos, el estrés, la baja autoestima y la angustia vital.
Estas alteraciones de la salud mental de la persona suelen acrecentar la necesidad de la persona de interactuar con su dispositivo móvil con el objetivo de reducir dicho malestar psicológico.
11. Gastar dinero de más para comprar artículos de telefonía
También es habitual que la persona con nomofobia empiece a gastar excesivamente en cargadores o en móviles, llegando al punto de llevar consigo uno o varios cargadores y más de un teléfono móvil.
Este fenómeno es, nuevamente, consecuencia de la obsesión por tener un móvil operativo en todo momento.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
12. Alteraciones en el ámbito familiar
Como se ha indicado, las relaciones familiares también se ven alteradas en los casos de nomofobia, debido a la frustración de no poder comunicarse de manera normal con la persona que ha desarrollado nomofobia.
Este tipo de problemas familiares y el desarrollo de nuevas dinámicas negativas de interacción son un signo inequívoco de que existe un problema de nomofobia y que es necesario tratarlo cuanto antes en psicoterapia.
