Cuando de tabúes se trata, el dinero es igual o más tabú que la Sexualidad en sí misma. La relación que la mayoría de las personas tiene con el dinero es un aspecto fundamental de sus vidas, pero a menudo es un tema que se aborda con incomodidad o se evita por completo con los compañeros, colegas, en familia y hasta con la pareja.
Esta relación no solo afecta nuestras creencias como las decisiones financieras, sino que también tiene un impacto profundo en nuestras relaciones personales y en nuestras relaciones sexo-afectivas. Una huella que a la mayoría de nosotros nos quedó desde la infancia, es como aprendimos desde nuestro vínculo familiar la relación que tuvieron nuestros padres con el dinero, quizás algunos fueron empleados de alguna empresa, compañía o negocio, tal vez ellos mismos fueron quienes emprendieron por su cuenta y pues fuimos testigos de cómo era su administración financiera y cómo nos impactaba esa relación en nuestro hogar y nuestra percepción del mismo.
Una huella desde la infancia
Con certeza, nuestros padres eran más ausentes porque debían cumplir con obligaciones laborales para que nuestros hogares pudieran alimentarse, pudiéramos estudiar y nuestras madres por lo general estaban a nuestro cuidado y formación. Entonces, ¿Cómo se distribuía el dinero en nuestro hogar cuando a papá (o si ambos trabajaban) recibía su sueldo?, ¿Se iba en obligaciones básicas de supervivencia, tipo pago de arriendos, servicios, comida, nuestra educación, entretenimiento? ¿O inmediatamente debía salir de alguna manera en ropa de marca, juguetes, tecnología, viajes tal vez algún “vicio”? ¿Existía el hábito del ahorro? ¿Cómo se relacionaban tus padres una vez ingresaba el dinero al hogar, era un asunto de conflicto o era bien llevado?
Te voy a contar cómo era en mi hogar: Quien trabajaba era mi padre, era de familia adinerada y su familia fueron empresarios de la Industria automotriz. Recuerdo que mi padre era el hijo mayor de mis abuelos y de 4 hijos de mis abuelos en total. Así que, él era el que administraba algunas de las bodegas de mis abuelos y aunque ellos tenían un flujo de dinero importante, mi padre siempre tuvo una relación y una mentalidad de escasez con el dinero.
Tener una mentalidad de escasez, no es ser una persona tacaña necesariamente… El tacaño sí tiene una mentalidad de escasez, tiene dificultad para hacer fluir el dinero, dificultad para dar y tiene una percepción inconsciente de bajo merecimiento. La mentalidad de escasez también está presente en las personas que aunque tienen un flujo constante de dinero siempre piensan en salir de él, gastarlo cuanto antes.
El impacto de nuestras dinámicas financieras
Tienen una necesidad inconsciente de liberarse de él, entonces aquí entran algunas adicciones o prefiero llamarles patrones de comportamiento. Buscan gastarlo en fiestas, viajes frecuentes e innecesarios, ropa de marca, artículos de lujo, autos, alcohol y hasta en el sexo ofrecido por la prostitución. Muchas veces sólo para pertenecer, destacarse del resto y tener una sensación de poder pues esa era la relación que mis padres tuvieron con el dinero, de escasez lo cual les llevó a la quiebra financiera debido al derroche en el alcohol e infidelidades por parte de mi abuelo paterno y mi padre que siguió su ejemplo.
Entonces, a pesar de ser un hombre con una buena adquisición financiera su mentalidad la de gastarse el dinero en alcohol, tenía problemas de alcoholismo, y adicción al sexo. El dinero que llegaba al hogar era para cubrir las necesidades básicas, mi jardín, alimentación, golosinas y viajes todos los fines de semana. Lo recuerdo perfectamente, yo tendría unos 4 años. Hoy 30 años después.
Esto no sólo fue en mi hogar, lo veo en muchas familias y parejas consultantes que no se han hecho conscientes de su manejo del dinero y cómo sus relaciones viven en angustia, conflictos por mal manejo financiero, infidelidades etc.
Parejas que se endeudan para adquirir autos de último modelo, Televisores, celulares de alta gama, ropa de marca o hasta de diseñador para aparentar pertenecer a una elite o destacarse de sus vínculos más próximos pero de puertas para adentro los conflictos no cesan debido a la distribución de obligaciones, o si apenas es una relación de noviazgo esto se refleja en la falta de experiencias de calidad, discusiones por quién paga la cuenta a dónde ir o a dónde no, en la poca inversión en el desarrollo personal porque no se considera importante, porque se sale del presupuesto o se descompleta la cuota del celular que se sacó a 46 meses.
Entonces en promedio el criterio a la hora de elegir pareja es: Lo mucho que me atrae, su buen físico, porque le gusta viajar, porque a ambos nos gustan los asados los fines de semana, porque le gusta la misma música pero rara vez nos preguntamos ¿Cómo funcionaría nuestra relación en caso de perder el trabajo / una quiebra?, ¿Cuáles son nuestras proyecciones a corto, mediano y largo plazo? Si bien es cierto las relaciones sanas deben ser un mutuo Oasis y edificación bidireccional tampoco podemos ser los superhéroes o no podemos esperar a alguien más que venga a solucionarnos la vida para caer en relaciones de dependencias económicas basadas en el poder, el abuso y la violencia.
Por eso el crecimiento y el desarrollo personal es tan importante a la hora de elegir una pareja porque cuando existe la similitud basado en el sistema de principios o nos edificamos o nos destruimos mutuamente. Esto lo reitero todo el tiempo en mi eBook: “Los secretos del amante superior” que encuentras disponible en Amazon.
Las relaciones donde uno de los dos “tiene que empujar” al otro a salir adelante, a “administrar bien el dinero en el hogar” a creer que le podemos solucionar los trastornos o los patrones de conducta al otro bajo la promesa del amor; son relaciones destinadas al fracaso emocional, psicológico, sexual, profesional y de todo tipo.
Mientras que las relaciones donde hay similitud en la mutua edificación son relaciones donde existe una mayor tolerancia a las mínimas diferencias, hay un propósito y un valor que une. Son relaciones donde por lo general existe una sólida confianza, apoyo, comunicación y su conexión sexual suele ser más saludable y equilibrada. No donde prima la desconfianza, la falta de comunicación, sexualidad insana o desregulada quizás con mayor prevalencia a las enfermedades de transmisión sexual
Un fuerte vínculo
A si que no tienes una buena relación tu propio dinero y si tu pareja tampoco la tiene esto puede pasar en tu vida y en tus relaciones:
1. Estrés Financiero y Conflictos de Pareja
El estrés financiero es una de las principales causas de conflictos en las relaciones. Cuando las deudas se acumulan y las cuentas no se pueden pagar, el estrés puede desencadenar discusiones y tensiones entre las parejas y por supuesto se pierde el interés en las dinámicas sexuales.
Imagina a una pareja joven, donde uno de los miembros pierde su trabajo. La incertidumbre financiera crea un ambiente de tensión constante, llevando a discusiones sobre gastos y ahorros. Esta presión puede erosionar la confianza y el respeto mutuo, elementos esenciales para una relación saludable.
2. Diferentes Prioridades Económicas
Las prioridades económicas pueden variar enormemente entre individuos, y estas diferencias pueden ser un punto de conflicto en las relaciones. Por ejemplo, si una persona valora la seguridad financiera y prefiere ahorrar para el futuro, mientras que su pareja disfruta gastando en artículos innecesarios y bienes de lujo, esto puede generar fricciones. La falta de alineación en las metas financieras puede hacer que ambas partes se sientan incomprendidas y frustradas, afectando negativamente la armonía y la confianza en la relación.
3. Dependencia Financiera y Dinámica de Poder
Ya lo nombraba más arriba, la mentalidad de escasez y falta de proyección financiera individual genera dependencias entre ella la financiera, esta dependencia puede crear una dinámica de poder desequilibrada en las relaciones. Si una persona depende económicamente de su pareja, puede sentirse atrapada o con menos poder para tomar decisiones importantes sobre sí misma. Por ejemplo, una mujer que ha dejado su carrera profesional para solo cuidar de los hijos sin que tenga una o varias fuentes de ingresos propios, puede sentir que tiene menos voz en las decisiones financieras familiares, lo que puede llevar a resentimiento y una sensación de pérdida de identidad.
4. La Percepción del Éxito y la Atracción
La percepción del éxito financiero puede influir en la atracción, la admiración y la autoestima dentro de una relación. Muchas personas asocian el éxito financiero con el valor personal, lo que puede afectar la dinámica de pareja. Imagina a un hombre que ha logrado un gran éxito en su carrera y aporta la mayor parte del ingreso familiar.
Puede sentirse orgulloso y seguro bajo la promesa de darle todo a ella y que no era necesario que ella siga su profesión y que es mejor que ella se quede en casa porque su esposo proveerá todo, y si esta dinámica no se habló, no se acordó con su pareja y ella puede llegar a sentirse eclipsada o inferior debido a su propia situación financiera, esto puede generar inseguridad y distancia emocional entre ellos al cabo del tiempo.
5. Educación Financiera y Crecimiento Conjunto
La falta de educación financiera puede limitar el crecimiento conjunto de una pareja. Comprender y gestionar el dinero de manera efectiva es crucial para construir un futuro sólido juntos. Si uno de los miembros de la pareja no tiene conocimientos sobre cómo manejar el dinero, esto puede causar violencias, dependencias y decisiones financieras poco informadas. En cambio, cuando ambos miembros están comprometidos a aprender y crecer financieramente juntos, pueden fortalecer su relación al trabajar hacia metas comunes y superar desafíos financieros como un equipo.
Conclusiones
Por eso perseguir la zanahoria de la felicidad toda la vida no está afuera de nosotros, en nuestros títulos, nuestros bienes ni de la pareja que conseguimos. Está en nosotros, en nuestro crecimiento y desarrollo personal consciente y como nos relacionamos con el dinero.
Busca e invierte en ti, en mentores que te guíen y te enseñen a evolucionar de manera individual para atraer que cuando quieras vincularte sexo afectivamente puedas atraer a alguien con similitudes a gran escala y si estás en relación de pareja, un mentor especialista les podrá guiar de una manera acertada.