La evaluación psicológica es un proceso omnipresente en la práctica totalidad de las áreas en las que esta disciplina puede ser de aplicación: clínica y salud, deportiva, selección de personal, orientación académica, etc.
A partir de ella podemos extraer información importante de la persona tras haber delimitado previamente un propósito claro, el cual servirá de guía a lo largo de todo el proceso y definirá otras variables susceptibles de medición. Esta tarea contempla una enorme variedad de procedimientos distintos: desde la entrevista a los autoinformes, pasando por la observación sistemática de un fenómeno y las medidas objetivas.
En este artículo describiremos el test de Wartegg, una herramienta de evaluación catalogada como prueba proyectiva, cuyo uso se extiende ampliamente en el ámbito de la Psicología de las Organizaciones.
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Qué es el test de Wartegg
El test de Wartegg es una prueba proyectiva, al igual que el icónico y archiconocido test de Roscharch (en el cual deben interpretarse un conjunto de manchas de tinta sobre láminas blancas para construir una imagen coherente a partir de un estímulo de gran ambigüedad, lo que permitiría al evaluador inferir los aspectos básicos de la personalidad).
Su uso surge desde modelos teóricos que conciben al ser humano como un elemento agente en la construcción de su realidad, pudiendo dotar de significado a todo cuanto le ocurre a través de procesos perceptivos que aúnan la experiencia y la individualidad. Así, ante una situación de notable indefinición, las personas articularían un resultado perceptual único del que podrían inferirse sus anhelos y temores, sus capacidades y aspiraciones.
Seguidamente presentaremos cómo es esta conocida prueba de evaluación. Su aplicación suele llevarse a cabo en el contexto de los procesos de selección de personal, a menudo sujeta a criterios y requisitos establecidos de antemano. Requiere el dibujo de ocho figuras distintas para las que no se valora la calidad técnica; sino el significado implícito de los trazos, el uso del espacio y la integración de ciertos elementos gráficos.
Qué es el test de Wartegg
El test de Wartegg consta físicamente de una única página, la cual recoge un conjunto de elementos que el sujeto evaluado habrá de completar durante el proceso. En primer lugar constan, en la parte superior, todos los datos básicos de identificación (nombre completo, edad, sexo, fecha de realización, formación académica y profesión).
Tras cumplimentar esta información empieza la prueba propiamente dicha. Accederemos a un rectángulo cruzado por una línea horizontal y tres líneas verticales, las cuales lo dividen en 8 espacios de igual tamaño (cuadros), donde posteriormente habrán de trazarse los dibujos libres. Cada uno de ellos contiene una serie de trazos en su interior, líneas o curvas. En una posición adyacente a cada uno de los cuadros se advierte, asimismo, un pequeño rectángulo blanco.
En la segunda mitad del folio aparecen 8 líneas numeradas bajo el epígrafe de “títulos dibujos”, las cuales deberán ser completadas asignando una frase que describa el contenido de cada una de las ocho ilustraciones que se generaron previamente. Al acabar este parte se accede a cuatro preguntas. Estas exploran qué dibujos son considerados favoritos, así como el grado de dificultad que implicó su trazo.
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Cómo se realiza el test de Wartegg
Esta prueba precisa de entre 25 y 35 minutos para su total cumplimentación; lo que incluye la identificación, la realización de los dibujos y la respuesta a las distintas preguntas. La parte que más tiempo requiere es la elaboración de los dibujos, que pueden ser abordados en el orden en el que se considere adecuado, pero identificando claramente la secuencia por la que se optó (escribiendo un número del 1 al 8 en un rectángulo pequeño, adyacente a los cuadrados donde se dibuja).
Cada uno de los cuadros contiene una serie de formas sencillas (líneas, curvas o figuras) que sirven como indicación previa, y a partir de las que se habrá de trazar un dibujo que las integre en su composición. 4 de estos cuadros (1, 2, 7 y 8) tienen curvas en su interior, mientras que el resto (3, 4, 5 y 6) disponen de líneas rectas. Así, los primeros facilitarán la elaboración de dibujos orgánicos (como paisajes o animales) y el resto sugerirá contenidos de apariencia más artificial.
Tras la realización de estos dibujos, se pide a la persona que los titule. No tiene por qué ser a través de un enunciado preciso que describa su contenido, sino que también puede optarse por elaboraciones más poéticas o metafóricas. En todo caso debería representar el modo en el que la persona percibe sus ocho obras, resumiendo de forma sencilla cómo las ve.
Por último, habrá de indicarse si alguna de las imágenes trazadas durante la fase de dibujos resultó especialmente fácil o difícil, así como su preferencia por cualquiera de ellas. En este punto se explora la valoración personal que se desprende del desarrollo de la prueba, lo que también aporta información de relevancia para su adecuada interpretación. Tras este paso, el ejercicio puede darse por finalizado.
Cómo se interpreta el test de Wartegg
Esta prueba explora aspectos esenciales de la personalidad recurriendo a los preceptos del modelo psicodinámico. Incluye la gestión de las emociones, las relaciones interpersonales, las expectativas o ambiciones, la solidez del proyecto de vida, el análisis de las situaciones y los valores.
Uno de los primeros aspectos que deben ser considerados es el grado en el que la persona integra la línea o curva preestablecida con el dibujo que posteriormente ha elaborado, pues existen sujetos que sobredimensionan su relevancia y otros que prácticamente obvian su presencia, sugiriendo cierta tendencia a la anarquía o al seguimiento firme de las normas (respectivamente).
El autor de esta prueba (Ehrig Wartegg, 1930) consideró que la estructura de cada uno de los contenidos a tratar (líneas o curvas) era un punto de encuentro con problemas ejecutivos que habían de ser resueltos, lidiando con sus propiedades físicas y lo que estas pudieran sugerir a la persona evaluada: liviandad, peso, rigidez, caos, orden, tensión entre opuestos, nimiedad, centralidad, etc.).
Procedemos a exponer cada uno de los ocho campos y una breve reseña sobre el modo en que se realiza su interpretación.
Campo 1
Únicamente muestra un punto, de pequeñas dimensiones, en el centro del espacio sobre el que se habrá de realizar el dibujo. Representa la individualidad, el modo en el que la persona se siente respecto al entorno que la envuelve. Los amplios márgenes blancos que rodean al diminuto punto representan todo lo externo, lo que es distinto a la propia persona, mientras que aquel evidencia la identidad en inmersión con el entorno.
Campo 2
Muestra una sutil línea curva en el cuadrante superior izquierdo del campo a rellenar, similar a la virgulilla de la “ñ”. Esta parte explora el componente afectivo de las relaciones, esto es, el modo en que la persona se muestra emocionalmente a los demás. En función del respeto a los espacios reservados para el símbolo, se interpretará la valencia positiva o negativa de los lazos que se desarrollan en el dominio de lo social.
Campo 3
Representa tres rectas ubicadas de manera sucesiva y paralela, de longitud creciente, en el cuadrante inferior izquierdo de este campo. Hace alusión a la ambición y al deseo de crecimiento. El modo en el que la persona aproveche cada una de estas líneas, así como la solución de continuidad que proponga para la progresión (siguiéndola o interrumpiéndola), ofrecerá información sobre cómo se proyectan las expectativas en los desafíos personales.
Campo 4
Se trata de un pequeño cuadrado, de color negro, dispuesto en el cuadrante superior derecho del campo. A través de esta figura se explora la relación con el inconsciente y la capacidad para elaborar contenidos cognitivos profundos a nivel de la imaginación. El modo en el que esta pequeña geometría se integra con el dibujo sugiere emociones de angustia o tranquilidad, así como madurez o inmadurez en las estrategias para abordar los problemas afectivos.
Campo 5
Se trata de dos líneas diagonales separadas, localizadas en el cuadrante inferior izquierdo, cuya convergencia formaría una equis. Valora la regulación de la energía y la tendencia a actuar. El modo en el que se elabora el dibujo puede sugerir tendencias hacia la hostilidad o la agresión manifiesta, auto o heterodirigida. Cuando las figuras quedan adecuadamente preservadas son sugerentes de una persona con dinamismo y un sentido apropiado de la iniciativa.
Campo 6
Está compuesto por dos pequeñas líneas rectas, una horizontal y la otra vertical, que se ubican en la mitad superior del cuadro. Ambas formas parecen sugerir cierta sensación de continuidad espacial, que la persona puede aprovechar para buscar un cierre completo de la figura. En este caso se valora el raciocinio y el papel del intelecto para el sujeto evaluado. También concreta la capacidad para sintetizar y discriminar lo relevante de lo irrelevante.
Campo 7
Muestra una sucesión lineal de puntos que conforman una media luna con apertura en su región superior, ubicada dentro del cuadrante inferior derecho. Explora el aspecto más sutil de la sensibilidad, incluso del erotismo básico. Contempla la entrega, la apertura al otro y los valores estéticos, así como la tendencia a mostrar actitudes de cuidado social en las interacciones con los demás. El modo en el que se respete o no el punteado sugerirá gentileza o aspereza.
Campo 8
Está formado por una larga y marcada curva, que se extiende transversalmente y ocupa buena parte de la mitad superior del marco. Evalúa la tendencia a buscar protección, así como la relación que el individuo mantiene con sus progenitores y la tendencia a buscar amparo en el grupo. El dibujo que se genere a partir de esta forma predefinida indicará el modo en el que la persona se siente respecto a su capacidad para trascender la adversidad.
Críticas que ha recibido el test de Wartegg
El test de Wartegg, un test proyectivo utilizado en psicología para evaluar aspectos de la personalidad, ha recibido varias críticas a lo largo del tiempo, tanto por su validez como por la forma en que se administra y analiza.
Aquí repasamos algunas de las principales críticas que ha recibido:
1. Falta de estandarización
Una de las críticas más comunes es la falta de estandarización en su aplicación e interpretación. Dado que es un test proyectivo, su análisis depende en gran medida del psicólogo, lo que puede llevar a interpretaciones subjetivas y resultados inconsistentes entre distintos evaluadores.
2. Fiabilidad cuestionable
Algunos estudios han sugerido que los resultados del test de Wartegg no son consistentemente replicables en diferentes momentos o con diferentes evaluadores, lo que pone en duda su fiabilidad. Esto significa que una misma persona podría obtener diferentes diagnósticos dependiendo del día o del psicólogo que administre el test.
3. Falta de evidencia científica sólida
Aunque es un test ampliamente utilizado, existen pocas investigaciones científicas sólidas que respalden la validez del Wartegg en la evaluación precisa de la personalidad. La falta de estudios comparativos rigurosos limita su aceptación dentro de la psicología basada en la evidencia.
4. Interpretaciones subjetivas
Como ocurre con otros tests proyectivos, la interpretación de los dibujos en el test de Wartegg puede variar significativamente de un evaluador a otro, lo que podría influir en los resultados del diagnóstico. La falta de criterios objetivos puede llevar a sesgos en la interpretación.
5. Desactualización
Algunos críticos sugieren que el test de Wartegg está basado en enfoques psicológicos más antiguos que no reflejan los avances recientes en psicología y neurociencia. Esto puede hacer que su uso no sea apropiado para los estándares actuales en la evaluación de la personalidad.
6. Limitación en el diagnóstico clínico
Muchos psicólogos consideran que el test de Wartegg no es suficientemente detallado o preciso para diagnosticar trastornos psicológicos complejos. A menudo se usa como herramienta complementaria, pero no es adecuado como herramienta diagnóstica principal.
7. Sesgo cultural
Debido a que el test de Wartegg fue desarrollado en un contexto cultural específico, algunas críticas señalan que puede no ser igualmente válido en todas las culturas. La interpretación de los dibujos podría estar influenciada por factores culturales y educativos que el test no tiene en cuenta.
8. Falta de sensibilidad para ciertos aspectos de la personalidad
Algunos psicólogos han señalado que el test de Wartegg puede no ser lo suficientemente sensible para captar aspectos complejos o profundos de la personalidad, lo que limita su capacidad para ofrecer un diagnóstico completo.
9. Uso limitado en comparación con otras pruebas
En comparación con otros tests de personalidad más validados, como el MMPI (Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota), el test de Wartegg tiene una aceptación limitada en el ámbito clínico, lo que sugiere que muchos profesionales lo consideran menos útil.
10. Confusión en la interpretación de la creatividad y la psicopatología
Dado que el test involucra dibujos, puede ser difícil discernir entre expresiones creativas normales y signos de psicopatología. Esto podría llevar a falsos positivos o negativos en la evaluación de la salud mental.
En resumen, el test de Wartegg ha sido criticado por su falta de estandarización, fiabilidad, validez científica y su subjetividad en la interpretación, lo que ha generado un debate sobre su utilidad real en la psicología moderna.
Consideraciones finales
El test de Wartegg está sujeto a constantes pruebas de fiabilidad y validez, incluyendo la modalidad interjueces, para determinar si su uso puede proporcionar información útil para entender la estructura de la personalidad.
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