Las críticas constructivas son parte intrínseca del proceso de comunicación asertiva. Cuando somos capaces de expresar claramente nuestros puntos de vista, siendo empáticos con los otros, podemos hacer una buena crítica constructiva. Eso sí, es un proceso algo delicado.
En el presente artículo vamos a ver cuáles son los pasos a seguir para realizar críticas constructivas sobre las acciones, la manera de ser o el desempeño de la otra persona.
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¿En qué consiste la crítica constructiva?
El proceso de realizar una crítica constructiva responde a varios factores a tener en cuenta, pero la base de todas las sugerencias acerca de lo que se puede hacer para mejorar en algo siempre será la empatía que se tenga por la otra persona.
Cuando nos preocupamos por el desarrollo de otra persona, en cualquiera de sus áreas, únicamente queremos que esta persona sea capaz de mejorar sus capacidades, y para ello en necesario que expresemos cuáles son los aspectos en los que podría cambiar su manera de comportarse (desde nuestro punto de vista).
Así pues, para realizar una crítica con las mejores intenciones, es necesario que seamos capaces de colocarnos en el lugar del otro y sentir cómo son las cosas desde su perspectiva.
No solo es necesario pensar en la consecuencia de mejorar, el producto final, sino que también hay que considerar el momento presente en el que la mejora aún no se ha producido: ¿qué preocupaciones, inseguridades y expectativas tiene el otro? ¿Cómo puede tomarse una crítica directa?
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¿Cómo realizar las críticas constructivas?
Estos son varios consejos y recomendaciones acerca de cómo hacer críticas constructivas de manera adecuada.
1. Tener conocimientos sobre el tema
Opinar sobre algo que no sabemos no es para nada constructivo, al contrario, en lugar de sumar, estaremos restando.
Lo más recomendable antes de aportar tu crítica a una persona es que te asegures de dominar mínimamente el tema del cual vas a opinar. Si no, dar tu opinión de esa manera podría ser visto como una intromisión injustificada y una pérdida de tiempo.
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2. Realiza una evaluación de la situación
Previamente a dar tu punto de vista sobre el desempeño de una persona, es necesario que evalúes cuáles son las variables que están influyendo en el resultado final. De este modo, en tu crítica constructiva podrás aportar información más exacta sobre los aspectos donde la persona debe mejorar.
Por ejemplo, puede ser que la persona ya sepa que no está rindiendo bien en la universidad, pero que esto se deba principalmente no a su falta de organización o habilidades de estudio sino al simple hecho de que trabaja por las tardes y no le quedan energías para estudiar.
3. Asegúrate de incluir aspectos positivos
Cuando te dispongas a realizar alguna crítica constructiva, lo ideal es que no te centres únicamente en los aspectos a corregir de la persona, sino que también te encargues de resaltar sus virtudes. Esto contribuye en gran medida a reforzar la motivación de la otra persona por seguir progresando.
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4. Ten en consideración el momento
Debemos ser oportunos en el momento de criticar positivamente. Es necesario que tomemos en consideración el momento en el cual vamos a expresar nuestros puntos de vista al otro.
Por ejemplo, hay situaciones en las que una crítica de cualquier tipo, por aspectos culturales, genera rechazo porque distrae de lo importante. Un ejemplo claro: criticar la organización de un funeral. A veces es necesario esperar a la situación adecuada para no ser poco respetuosos, ya que a pesar de que la otra persona sepa que tenemos malas intenciones, podemos generar malestar.
Pero además de esta manera por el cual el contexto influye en la idoneidad de la crítica constructiva, también hay que tener en cuenta que este puede hacer que cambie el significado de las palabras. En casos así no se trata tanto de distraer de lo que importa, sino de evitar malentendidos por el propio contenido de nuestra crítica, que puede ser interpretada como un ataque o un reproche por el simple hecho del lugar en el que se dice o a causa de lo que ha pasado justo después.
Por ejemplo, si tras ver cómo una persona humilla a nuestro amigo lo intentamos ayudar dándole un consejo sobre cómo evitar que eso le afecte pero para ello usamos un adjetivo que antes ha usado la otra persona en su ataque, puede parecer que damos por bueno lo que ha dicho aunque este no sea un insulto.
5. Ten en cuenta el lugar
Al igual que pasa con el momento, también hace falta que revisemos bien si el lugar donde nos encontramos es el más adecuado para realizar las observaciones que nos gustaría hacerle a alguien sobre su desempeño.
La idea es que logremos motivar a mejorar, no generar situaciones incómodas.
6. El tipo de lenguaje
Siempre se debe emplear un lenguaje claro. No dejemos ninguna idea en el aire, porque esto puede dar paso a los malentendidos. Debemos tratar, punto por punto, cuáles son nuestras observaciones y recomendaciones.
No queremos generar rechazo, sino un vínculo de confianza con el sujeto.
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7. Refuerza sus objetivos
Es importante hacer énfasis en los objetivos que la otra persona pretende lograr.
Es bueno recordarle lo mucho que desea hacerlo y que vale la pena el esfuerzo para alcanzarlo, asegurándonos siempre de que esos objetivos sean realizables en base a las posibilidades del sujeto.
8. Permite la oportunidad de réplica
Una vez que termines de expresar tus críticas constructivas, asegúrate de darle a la otra persona el respectivo derecho a réplica. Es necesario que la comunicaron sea bidireccional y el otro también tenga la oportunidad de dar su punto de vista sobre tus sugerencias.
9. Controla el tono de voz
El tono de voz que empleamos para comunicar nuestras opiniones determinará en gran medida cómo será la dinámica de la comunicación.
Debemos no resultar hostiles para que la otra persona no se sienta acatada. Mientras más calmos estemos, mejor.
10. Ten en cuenta la disponibilidad de la otra persona
Hay personas que no se muestran disponibles a recibir críticas, ni por más constructivas que estas puedan llegar a ser. En primera instancia podemos intentar un acercamiento para dar nuestras críticas, pero si el sujeto no se muestra receptivo a ellas lo mejor será no insistir demasiado.
11. Ten en cuenta las posibilidades de la otra persona
Identifica si la otra persona posee los recursos necesarios para cambiar su situación, o si por el contrario se trata de algo que escapa a su control.
En el caso de que el sujeto no pueda cambiar su situación real, evita criticarlo, y únicamente brindale tu apoyo y soporte en la medida que puedas hacerlo.