A lo largo de nuestra vida son muchas las relaciones que establecemos de distintos tipos, desde amistad a pareja o las propias relaciones familiares. Todos deseamos que las relaciones que tenemos sean sanas, recíprocas y que se mantengan en el tiempo. Sin embargo, hay ocasiones en las que por distintos motivos, no nos sentimos cómodos con esa relación.
Y es aquí donde nos suele costar manejar esta situación. Vemos claramente que hay cosas que no nos encajan y las seguimos permitiendo. "Que es una relación de muchos años, que se han compartido muchas cosas, que hay planes futuros, que existen muy buenos recuerdos…" Son muchas las razones por las cuales no somos capaces de cortar una relación.
Señales de que es momento de apartar a una persona
Es importante saber en qué momento debemos apartar a una persona de nuestra vida porque ya no nos hace bien y el mantenerla en nuestra vida nos causa malestar o nos desestabiliza emocionalmente. Algunas razones serían las siguientes.
1. Que no sea recíproco
No se trata de que las relaciones sean un 50-50 perfecto pero sí que se aprecie una reciprocidad, que la relación es de ida y vuelta. Si ves que estás dando constantemente más para que la relación se mantenga, no es buena señal. Si la relación solo se sostiene por lo que tú pones de tu parte y la otra persona no lo hace, es momento de plantearse finalizar esa relación.
2. Falta de interés
Si la otra persona no se preocupa de verte, de hacer planes juntos e incluso casi de no contestar tus mensajes o tardar mucho en hacerlo. También si a la hora de compartir cosas que son motivo de alegría para ti y no se alegra por ti.
3. No poder contar con esa persona
Ya no solo las cosas que son motivo de alegría y que te apetece compartir con esa persona sino también cuando puedes necesitarla, para contarle algo que te preocupa o que te escuche.
4. Comportamientos que molestan
Si esa persona se enfada en exceso contigo, le molesta que te relaciones con otras personas, te critica constantemente. Si se lo haces saber y se lo sigue haciendo.
5. Ya no te aporta nada
Quizás has vivido muchas cosas buenas con esa persona y has sentido que conectabais muy bien en el pasado, pero ya no queda nada de eso. Quizás ambos habéis cambiado y los temas de conversación, inquietudes y cosas en común ya no están. Si te das cuenta de que son más las veces que quedas por compromiso que porque realmente te apetezca ver y estar con esa persona.
6. No puedes ser tú mismo/a en esa relación
Si tu autoestima se ha visto dañada en esa relación y sientes que no puedes ser tú. Si actúas de forma diferente a cómo piensas o de tal forma que crees que agradará a esa persona o evitará que se enfade, pero no es como en realidad tu actuarías no es una relación sana.
Es difícil terminar una relación, apartar a una persona que ha formado parte de tu vida, pero a veces hemos de entender que las relaciones evolucionan y cambian. Son etapas. Y que lo que está por encima de cualquier relación es tu bienestar.