Por empatía se conoce a la capacidad que tenemos los seres humanos por ponernos en el lugar de otra persona y entender las emociones y los sentimientos que puede llegar a experimentar nuestro interlocutor, incluso si no estamos de acuerdo con sus opiniones o creencias.
La clave esencial es que se trata de una habilidad para entender qué siente la otra persona, y más específicamente para entender por qué está sintiendo eso en un momento de terminado. Por ello, es uno de los elementos psicológicos clave para ser capaces de crear vínculos sociales fuertes y relaciones fluidas con los demás.
Por suerte, la empatía es una habilidad que se aprende de manera natural a través del desarrollo psicosocial de los niños y las niñas desde la infancia, que se refuerza durante la adolescencia y que se va poniendo en práctica a lo largo de la vida de la persona; sin embargo, esta puede ser potenciada también en la etapa adulta, siempre que se pongan en práctica varias estrategias para desarrollar la empatía. Veamos algunas de las más útiles y eficaces.
Estrategias para desarrollar la empatía en tus relaciones con los demás
Las personas más empáticas tendrán mayores facilidades para relacionarse correctamente con los demás. Por el contrario, las personas con pocas habilidades de empatía tendrán mayor dificultad para comunicarse con su entorno y para llegar a establecer relaciones más intensas y profundas. Por eso, es importante adoptar hábitos que nos permitan experimentar la empatía con todos sus matices.
En este sentido, aquí encontrarás las principales estrategias para hacer que empatices más y mejor con los demás en todos los contextos de la ida, no únicamente con las personas más cercanas a ti.
1. Piensa en las prioridades de los demás
No todo el mundo rige su vida según nuestros valores y nuestros objetivos a medio y largo plazo, y pasar esto por alto puede hacer que las relaciones sean poco fluidas.
Pensando en lo que los demás quieren y esperan de sus proyectos nos daremos cuenta de que no estamos solos en el mundo y que otras personas también tienen sueños, esperanzas, necesidades y planteamientos propios que deben ser escuchados.
Solamente el hecho de centrar nuestra atención en otras personas distintas a nosotros nos hará ser empáticos y ponernos en el lugar del otro, y nos alejará del egocentrismo. Así podremos empezar a incorporar en nuestro día a día, de manera progresiva, el pensamiento por otras personas que se encuentran en nuestro entorno.
- Artículo relacionado: "Hábitos para conectar emocionalmente con alguien"
2. Evita los prejuicios
A menudo tenemos tendencia a crear una idea propia sobre otras personas y concebirlas tal y como nosotros hemos imaginado que son desde el principio. Esta técnica basada en el prejuicio es muy poco recomendable, ya que además de ser poco empática e injusta en muchos casos, nos impide conocer verdaderamente a otras personas que se cruzan en nuestro camino.
En lugar de realizar juicios de valor previamente o dejarnos llevar por los prejuicios, es importante conocer antes a esa persona y valorarla únicamente por la realidad.
3. Considera las posibles causas contextuales del mal comportamiento
Muchos patrones de comportamiento considerados "malos" o poco adecuado tienen entre sus principales desencadenantes situaciones que no están bajo el control de la persona que se comporta mal. Por ejemplo, una adicción o una infancia traumática a causa de problemas familiares. Tener en cuenta estos aspectos que van más allá de la propia individualidad es otra manera de desarrollar empatía.
4. Agradece siempre que tengas oportunidad
El agradecimiento es otro signo de empatía que no debemos pasar por alto, ya que significa que valoramos el esfuerzo de aquellos que nos ayudan o nos hacen cualquier favor.
Las personas más empáticas valoran siempre el trabajo de los demás, tanto si están en una cafetería, en un restaurante o en un aula de una universidad. Agradecer a otros siempre que tengamos oportunidad es uno de los primeros pasos para ser empático.
- Quizás te interese: "¿Qué es la conducta prosocial?"
5. Practica un estilo de comunicación asertivo
La asertividad consiste en expresar de manera clara lo que sentimos o pensamos sobre cualquier cosa o persona, respetando siempre las opiniones ajenas. Además de eso, se basa también en escuchar siempre a la otra persona, en no juzgarla, en establecer límites personales y en ser responsable emocionalmente.
Si logramos reunir todas estas habilidades y prácticas y estilos de comunicación, lograremos ser asertivos; esta manera de relacionarnos con los demás también predispone al resto de personas a mostrarse más cercanas a nosotros y a dar a conocer sus inquietudes, preocupaciones, etc. A fin de cuentas, para desarrollar asertividad no debemos centrarnos solo en nosotros, también podemos lograrlo facilitando cambios en los demás.
6. Valora el sufrimiento ajeno
Algunas personas tienden a minimizar o relativizar el sufrimiento ajeno o aquellas situaciones en las que alguna persona lo puede estar pasando mal. Este hábito resulta muy poco empático, ya que, de nuevo, significa que nos creemos el centro del universo o que somos superiores a los demás.
Lo que a nosotros nos puede parecer una tontería sin importancia, para otros puede suponer vivir un infierno. Un ejemplo claro lo tenemos en quienes padecen estrés postraumático y experimentan situaciones que activan su trauma.
7. Descifra mensajes poco evidentes
A veces debemos aprender a leer entre líneas en gestos o mensajes no verbales que pueda emitir nuestro interlocutor. Tanto en la comunicación no verbal como en la entonación con la que se dicen las cosas podemos identificar cómo se encuentra la otra persona más allá de su mensaje literal.
Las personas empáticas cazan al vuelo todos estos mensajes que otras personas menos observadoras podrán pasar por alto o ignorar.
8. Respeta el ritmo de los demás
Esto significa que si alguna persona necesita más tiempo para expresarse o es más lenta, debemos adaptarnos a su ritmo y sus dinámicas de comunicación.
Solamente así lograremos conocer en profundidad a esa persona y lograr una conexión verdadera, profunda y genuina.
La terapia puede ayudar a desarrollar empatía
La intervención psicológica es otro de los recursos más importantes y eficaces para llegar a ser personas más empáticas. Si buscas ayuda profesional para ello, ponte en contacto conmigo.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Soy Tomás Santa Cecilia, psicólogo especialista en Psicología Cognitivo-Conductual, y atiendo de manera presencial y online.