7 mitos sobre las Adicciones (y por qué son creencias erróneas)

Estos mitos sobre los trastornos adictivos empeoran la situación de quienes sufren estos trastornos.

7 mitos sobre las Adicciones (y por qué son creencias erróneas)

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Hoy vamos a hablar de adicciones. Suena serio, pero la idea es simple: muchas veces repetimos ideas sobre ellas sin mala intención, solo porque las escuchamos.

Mitos sobre las adicciones muy comunes

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¿Sabías que casi todos creemos en al menos uno de los mitos que vamos a ver? Por ejemplo, pensar que alguien con un buen trabajo no puede tener un problema, o que algunas sustancias no generan adicción por ser más naturales o supuestamente menos peligrosas.

Y, no, no te juzgamos, créenos; todos podemos caer en estas creencias. Así que, hoy nos sentamos a conversar y desmentirlos.

1. “Si alguien quiere dejarlo, puede hacerlo”

Este mito parte de una idea muy simple: que todo depende de las ganas. Que si una persona realmente quiere dejar de consumir, puede hacerlo sin problema. Pero, a ver, la adicción es una enfermedad, no una cuestión de pura voluntad. No es como decidir empezar a correr todos los días o dejar el azúcar.

Las sustancias modifican la química del cerebro. Cambian los circuitos que regulan la motivación, el control de impulsos y la recompensa. Entonces, aunque alguien tenga el deseo de dejarlo, muchas veces el cuerpo y la mente empujan en otra dirección. Por eso, dejar una adicción no es simplemente “tomar la decisión”, sino un proceso con recaídas, avances y muchas veces, acompañamiento profesional.

2. “Solo quienes viven en contextos difíciles terminan con una adicción”

Este mito es muy dañino porque pone a las adicciones en un cajón limitado: el de quienes han crecido en pobreza, violencia o falta de oportunidades. Y si bien es cierto que ciertos entornos pueden aumentar el riesgo, eso no significa que solo allí ocurren.

La realidad muestra otra cosa. Muchas personas con estudios, recursos económicos o con redes de apoyo familiares también atraviesan una adicción. De hecho, el consumo de algunas sustancias en ciertos círculos se disfraza de “normal” o socialmente aceptado, y eso puede dificultar incluso que se reconozca como problema. Las adicciones no discriminan por clase social.

3. “Si solo lo hago de vez en cuando, no hay peligro”

“Yo no soy adicto, solo consumo los fines de semana”. Seguro que has escuchado algo así, o incluso lo has dicho. Y, ojo, que el consumo ocasional no garantiza estar fuera de peligro. Lo importante no es solo la frecuencia, sino la relación que la persona tiene con la sustancia.

A veces, ese consumo que parece “bajo control” se va transformando sin que uno se dé cuenta. Empieza a haber más tolerancia, más necesidad para relajarse, para dormir, para soportar un mal momento. Y entonces ya no es solo algo “ocasional”.

Además, hay quienes por su genética, salud mental o historia personal, pueden desarrollar una dependencia con más facilidad que otras personas. No todo depende de la cantidad ni de cada cuánto se consume.

4. “Quienes tienen trabajo y familia no tienen problemas de adicción”

Parece que si una persona tiene una rutina, llega puntual a trabajar y comparte cenas familiares, no puede estar lidiando con una adicción. Pero eso también es parte del mito. Muchas personas que viven con una adicción logran funcionar bastante bien en lo cotidiano. Van al trabajo, estudian, cumplen sus obligaciones. A eso se lo llama a veces “adicciones funcionales”.

El problema es que esa imagen “normal” puede hacer que quienes están alrededor no detecten que hay un problema. Y lo más complicado: que la propia persona tampoco lo reconozca. Cree que mientras todo siga funcionando, no hay nada de qué preocuparse. Pero con el tiempo, ese consumo puede empezar a generar grietas que ya no se pueden disimular.

5. “La marihuana no crea adicción porque es natural”

Este mito se repite muchísimo. Como la marihuana viene de una planta, entonces se asume que es inofensiva o al menos menos riesgosa que otras drogas. Pero natural no significa inocuo. La cafeína también es natural, y muchas personas desarrollan dependencia.

En el caso de la marihuana, el consumo prolongado y frecuente puede llevar a una adicción. Aunque no en todas las personas, sí en un porcentaje importante. Además, cuando alguien necesita fumar para poder relajarse, concentrarse o dormir, ya hay una relación de dependencia, aunque no sea física en todos los casos. Y hoy, con variedades más potentes y formas de consumo más concentradas, el riesgo es más alto que hace algunas décadas.

6. “Las personas adictas son malas”

Este mito tiene un trasfondo muy duro, porque confunde enfermedad con moral. Se tiende a ver a la persona con adicción como débil, peligrosa o incluso malintencionada. Y eso genera rechazo, estigma y mucha soledad.

Pero una adicción no hace que alguien sea “menos persona”. Es una condición de salud que puede atravesar cualquiera. Juzgar o etiquetar solo aleja a quienes podrían estar buscando una salida.

Y no se trata de justificar comportamientos dañinos, claro que no, pero sí de entender que detrás del consumo hay mucho más que una mala decisión. Hay sufrimiento, trauma, impulsos difíciles de manejar y falta de recursos emocionales para enfrentarlos.

7. “El alcohol es menos riesgoso que otras drogas”

Esta idea está muy instalada, probablemente porque el alcohol está tan presente en la vida social que parece parte del paisaje. Se asocia con celebraciones, encuentros y momentos agradables. Sin embargo, eso no lo hace menos amenazante.

El alcohol puede generar una dependencia fuerte, y además está vinculado a enfermedades hepáticas, cardiovasculares, problemas de salud mental y accidentes de todo tipo. De hecho, en muchos países, el alcohol causa más muertes que algunas drogas ilegales. El problema no es solo cuánto se bebe, sino la normalización total del consumo y la poca conciencia de sus efectos a largo plazo.

Lo más difícil de los mitos sobre las adicciones no es solo que sean falsos, sino que suelen repetirse como si fueran verdades absolutas. Y eso tiene consecuencias: hace que quienes viven una adicción no se sientan comprendidos, que se juzgue sin entender, y que se pierdan oportunidades para intervenir a tiempo.

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Por eso, informarse y revisar lo que creemos es un paso importante. Así, cuando alguien cerca nuestro (o incluso nosotras o nosotros mismos) necesite hablar sobre un consumo problemático, haya menos barreras y más escucha.

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Fromm Bienestar. (2025, julio 8). 7 mitos sobre las Adicciones (y por qué son creencias erróneas). Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/drogas/mitos-sobre-adicciones-por-que-son-erroneas

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Fromm Bienestar es un centro de salud ubicado en Mairena del Aljarafe (Sevilla) y especializado en los procesos de desintoxicación y tratamiento de adicciones, así como en la atención psicológica a pacientes y familias. En sus instalaciones trabaja un equipo de profesionales del ámbito de la psicología y las actividades físicas que permite mejorar en un entorno tranquilo y en el que resulta fácil expresarse.

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