Cuando somos pequeños y estamos aprendiendo los números, nuestra curiosidad innata y ganas de crecer rápido nos lleva a estar repitiendo acciones relacionadas con ellos. Por ejemplo, contamos todos los árboles de nuestra calle, o sumamos las manzanas que hay en nuestro frutero.
Sin embargo, hay quien sigue haciéndolo aún de mayor. Puede que sea por una simple costumbre, o por “manía”, como se suele decir. Pero no siempre es una simple manía, a veces se sigue contando los árboles o sumando las manzanas porque el no hacerlo causa malestar.
Cuando estas acciones se repiten muy a menudo y causan malestar, pueden llegar a ser incluso incapacitantes y dificultar una vida funcional. Para saber bien a qué me refiero, sigue leyendo este artículo, en el que te describo qué es un TOC, qué es la aritmomanía y cómo podemos tratarla.
¿Qué es un TOC?
Puede que antes de definirte qué es la aritmomanía sea mejor especificar qué es un TOC, para que lo puedas entender mejor. Este trastorno se caracteriza por presentar uno de los dos o los dos síntomas siguientes: las obsesiones y las compulsiones.
Las obsesiones son pensamientos o imágenes invasivos recurrentes que provocan ansiedad (generalmente se piensa que va a ocurrir algo muy malo), y se intentan evitar o suprimir. Por su lado, las compulsiones son acciones o pensamientos intencionados repetitivos que se realizan para liberarse de la obsesión y la ansiedad que provocan, sin que sirvan realmente para evitar la situación temida o resultan ser una respuesta excesiva.
Las obsesiones, y sobre todo las compulsiones, cambian mucho de una persona a otra, e incluso se dice que “mutan” en una misma persona, porque cambia su compulsión. En función de la presencia y las características de las compulsiones, se pueden distinguir distintos tipos de TOCs: de limpieza, de orden, de acumulación, de comprobación, de repetición…
Lo que tienen en común es que requieren mucho tiempo y causan malestar o deterioro en áreas importantes de la vida a largo plazo. Creo que entenderéis mejor cómo funcionan los TOCs cuando os describa el tema principal del artículo: la aritmomanía.
¿Qué es la aritmomanía?
Pues la aritmomanía es otro tipo más de TOC. Se caracteriza por presentar la compulsión de contar repetidamente algo o hacer distintas acciones relacionadas con los números. Por eso se le denomina también TOC numerológico o manía aritmética.
Como todos los TOCs, suelen presentarse los síntomas en un orden concreto. Veámoslo con un ejemplo. Primero, aparece una obsesión, como podría ser “Van a morir mis padres”. Este pensamiento causa mucho malestar y ansiedad a la persona, la siente como intrusa y no es capaz de quitarse la idea de la cabeza.
Es entonces cuando aparece la idea de la compulsión: “Si cuento todas las sillas de esta sala, no morirán mis padres”. Bajo esta premisa, cuenta las sillas de la sala, de manera que da por solucionada la situación temida y ya no van a morir sus padres. Con esta creencia, desaparece la ansiedad y puede dar por resuelta la obsesión y se termina yendo.
Sin embargo, a veces no es suficiente, y la obsesión sigue presente. Es por eso que van mutando los TOCs, porque aparece otra compulsión como idea para evitar la situación temida, o hay que aumentar las repeticiones de la compulsión. En este caso, puede que se decida contar otro objeto de la sala o se vaya a otros lugares para buscar más sillas hasta que desaparezca la ansiedad.
En consecuencia, la aritmomanía no es una simple broma, ya que supone mucho tiempo y atención para poder bajar la ansiedad. Esto puede llevar a perder el trabajo, deteriorarse las relaciones o sufrir otros trastornos psicológicos, como la depresión. Los TOCs son de los trastornos psicológicos más limitantes y que causan mayor malestar.
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Manifestaciones de la aritmomanía
Igual que hay distintos tipos de TOCs, existen a su vez distintos tipos de aritmomanías. La aritmomanía no se limita a contar objetos, sino que puede mutar también a otras acciones relacionadas con los números. Estas acciones no son incompatibles entre sí, sino que una misma persona puede realizar varias de ellas como compulsión de su aritmomanía. A continuación, indico algunas de ellas:
- Contar objetos que están en una misma sala o imagen, o que se van encontrando a lo largo de un camino. Puede ser muy variopinta.
- Contar palabras o números, percibidas de cualquier forma (escritas, escuchadas, etc.).
- Hacer determinadas acciones un número concreto de veces, como abrir y cerrar una puerta, repetir una frase, remover el café tantas vueltas con la cuchara…
- Realizar cualquier cálculo matemático con los números que se vaya encontrando (sumas, restas, multiplicaciones…).
- Antes de una acción concreta, contar hasta un número. Por ejemplo, antes de entrar a un sitio, contar hasta 30.
- Evitar un número, no solo por superstición. Esto implica, por ejemplo, evitar el número escrito o escuchado, o no hacer tantas veces una acción. Si es el número 1 es bastante laborioso.
¿Qué hacer si tengo aritmomanía?
Es muy difícil que puedas tratar tú solo/a tu aritmomanía, lo más probable es que necesites ayuda tanto de tu entorno como de un/a profesional de la salud mental. Si has desarrollado este TOC es porque no has podido gestionar de otra manera los pensamientos intrusivos desagradables que suponen tus obsesiones. Sin embargo, las compulsiones únicamente sirven para quitarse el malestar inmediato, pero no a largo plazo.
Limitan la vida funcional al implicar tanto tiempo y atención, y además favorece la creencia de que la compulsión sirve para evitar la situación temida, alimentando la veracidad y aparición de la obsesión. Por ello, es muy importante que acudas a terapia, ya que necesitas aprender otra manera de lidiar con ellos y de disminuir tu malestar sin usar la aritmética. Cuanto antes lo hagas, mejor, porque menos instaurados estarán tus obsesiones y compulsiones (que no quita que sea tratable si llevas años con ella).
Actualmente, existen distintos tratamientos para ella, comunes con el resto de los TOCs, incluido a nivel médico cuando los síntomas son graves. Los psicofármacos más recetados para los TOCs son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los cuales son en realidad antidepresivos. La serotonina es conocida comúnmente como la hormona de la felicidad o del bienestar. La regulación de sus niveles con el psicofármaco permite disminuir la ansiedad y malestar presentes en los TOCs.
Sin embargo, te recomiendo probar antes con la terapia psicológica, porque los antidepresivos pueden tener sus contraindicaciones aunque puedan resultar efectivos en el tratamiento. La psicoterapia identificada como la más eficaz, y por tanto, la más común para tratar a los TOCs es la terapia de exposición con prevención de respuesta, un tipo de tratamiento de la terapia cognitiva-conductual.
Su finalidad es animar a la persona que sufre el TOC a superar su miedo a que ocurra la situación temida que le refleja la obsesión si no realiza la compulsión, así romper ese bucle. El afrontamiento al miedo es progresivo y en todo momento va acompañado del apoyo y la ayuda del terapeuta. De esta manera, una persona con aritmomanía podrá deshacerse de sus hábitos relacionados con los números, recuperar el tiempo que destina a ellos y no tener que sufrir tanta ansiedad. Es decir, podrá recuperar su vida o vivir una nueva.
