La terapia sistémica se centra en evaluar e intervenir en las interacciones disfuncionales que surgen en los distintos sistemas que forman parte de la vida de los sujetos. Así pues, tratan problemas psicológicos en los que están involucrados dos o tres sujetos como mínimo.
Los modelos sistémicos entienden que el problema no depende solo de un solo individuo, sino que este surge en las relaciones de los distintos miembros que conforman un sistema. Con la finalidad de intervenir la disfunción y las crisis sistémicas, se han utilizado distintas estrategias, la mayoría dirigidas a afrontar las resistencias que pueden presentar el sistema, ya que en ocasiones las personas acuden a terapia sin el propósito de cambiar y solo quieren demostrar que no existe solución.
En este artículo veremos qué es y para qué sirve la terapia sistémica y qué estrategias utiliza en su aplicación.
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¿Qué es la terapia sistémica?
La terapia sistémica es un tipo de intervención psicoterapéutica que se centra en estudiar y tratar las interacciones sociales. Es decir, a diferencia de otras clases de terapias, aquí se entiende que el problema se sitúa en las relaciones sociales y en el modo de comunicación. Así pues, la evaluación y valoración del individuo tendrá en cuenta los grupos sociales que le rodean y en cómo interacciona con ellos. Los psicólogos que parten de la terapia sistémica entienden que intervenir sobre las personas y sus problemas no es posible si no se tiene en cuenta el entorno que les rodea.
El objeto de estudio es el sistema, entendido como un conjunto de sujetos en interacción que poseen unas propiedades independientes respecto a la consideración de los sujetos por separado. De este modo, el individuo que acude a terapia por la presencia de un problema recibe el nombre de paciente identificado, haciendo referencia que es quien expresa el problema quien es portador del síntoma, de la disfunción sistémica, pero no es la causa del problema, el foco de estudio e intervención es el grupo y de cada elemento que lo forma.
Así, cada sujeto interacciona y forma parte de distintos sistemas con los que se relaciona más o menos; por ejemplo, la familia, el trabajo la pareja, la escuela, el grupo de amigos… Vemos cómo estos sistemas pueden ser de mayor o menor tamaño, de dos a más personas. Así, esta terapia da importancia a valorar cómo el sujeto vive el ámbito interpersonal.
Ahora bien, aunque, como hemos dicho, los sistemas que conforman la vida de un sujeto son múltiples; el sistema principal y del cual se ha realizado mayor número de estudios, dada las estrechas relaciones entre sus miembros y el impacto que tiene en cada sujeto, es la familia.
El terapeuta tendrá en cuenta los elementos, propiedades e interacciones que constituyen el sistema, valorando: el suprasistema que es el medio en el cuál se desarrolla, envuelve, el sistema; subsistema que es el nombre que reciben los distintos componentes del sistema; sistema cerrado que son las interacciones que no realizan intercambio de información con el medio externo y sistema abierto, que contrariamente, si tienen interacción con el entorno externo.
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La importancia de la comunicación
Un factor importante en la terapia sistémica es la comunicación, entendida no solo como la expresión verbal sino como cualquier modo de expresión. Se afirma que es imposible no comunicar, y que incluso el silencio comunica. De esta manera, el modo de comunicación será distinto pudiendo aceptar, rechazar o descalificar un mensaje, este último se vincula a la expresión del síntoma.
Debemos tener en cuenta que en la comunicación se diferencian dos niveles: los aspectos de contenido relacionados con la parte abstracta de la comunicación, el código, este recibe el nombre de nivel digital y los aspectos relacionales que se refiere a la parte no verbal y paraverbal de la comunicación, denominado nivel analógico.
Las relaciones que se establecen en la comunicación pueden ser de igualdad o de diferencia. En el primer caso, la interacción será simétrica, los sujetos se encuentran en el mismo nivel jerárquico un ejemplo sería la relación de pareja. En el segundo caso, el vínculo es complementario resaltando la importancia de la diferencia que hay entre los distintos miembros que forman el sistema; por ejemplo, en la familia la relación madre-hijo sería de este tipo.
Dada la relevancia de la comunicación en los sistemas, uno de los factores más estudiados por parte de la terapia sistémica es la comunicación en el ámbito familiar, puesto que se ha visto que es el que más influye en el desarrollo de la patología en los sujetos. De este modo, se han identificado distintos modos disfuncionales de comunicación como el doble vínculo, donde observamos una incongruencia entre el nivel digital y el analógico antes citados, siendo una de las disfunciones que se relaciona con la esquizofrenia.
Otros tipos de alteración comunicativa son: la escalada simétrica (en este caso observamos que los sujetos que forman la interacción responden aumentando la frecuencia o la intensidad de la comunicación para conseguir ser igual al otro en la relación) y la complementariedad rígida (los sujetos establecen una relación complementaría rígida, manteniéndose siempre uno de los individuos por encima del otro).
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La aplicación y las funciones de la terapia sistémica
El terapeuta de la terapia sistémica tiene la función de intervenir en los momentos de crisis que se producen en los sistemas. El objetivo principal de esta intervención consiste en identificar cuáles son las fortalezas y los recursos que tienen los sujetos que forman el sistema para ayudar que sean conscientes de ellos y así sean los propios miembros quienes resuelvan el problema y sepan cómo afrontar también alteraciones futuras.
Otra característica destacable de este tipo de intervención es la no utilización de diagnóstico, ya que este puede suponer la culpabilización o estigmatización del sujeto afectado por parte del sistema. De esta forma se buscará la vinculación que hay entre el síntoma y el sistema. Recordamos que el sistema principal y donde normalmente aparece el síntoma es la familia.
Así pues, el foco de tratamiento se centrará en mejorar las relaciones e interacciones que provocan el problema y no tanto en intervenir directamente o modificar la conducta problema. Es importante que el terapeuta no se acerque más a un de los sujetos del sistema que a otro; por tanto, se debe mantener equidistante a cada miembro.
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Técnicas utilizadas en la terapia sistémica
El profesional sistémico aplica unas estrategias con el propósito de mejorar y generar el cambio en la relación de los miembros del sistema. La selección de las técnicas dependerá del tipo de interacción disfuncional. Se trabajará con dos o tres miembros del sistema como mínimo realizando también una intervención individual. Veamos cuáles son las técnicas principales.
1. Reformulación
La reformulación consiste en modificar el marco conceptual, es decir, el contexto donde tiene lugar la disfunción con el propósito de poder percibir o valorar la situación de un modo distinto.
2. Redefinición
La redefinición, también denominada reencuadre, tiene el objetivo de generar una lectura o una interpretación distinta de los hechos con la finalidad de modificar o poner en duda la organización y estructura del sistema.
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3. Connotación positiva
La connotación positiva tiene como finalidad hacer una interpretación positiva del síntoma, dar un significado positivo al problema. El modo más habitual de conseguir tal propósito es mediante el planteamiento del problema como un sacrificio, dicho de otro modo, referir que el sujeto identificado con el síntoma presenta la alteración con la finalidad de sacrificarse por el sistema.
4. Resistencia al cambio
La resistencia al cambio muestra como objetivo principal identificar cuál es la función que ejerce el síntoma en la vida del paciente. En ocasiones se observa que los sujetos acuden a terapia sin el propósito de cambiar o mejorar, solo con la intención de demostrar que el problema es irremediable y manifestar cómo el terapeuta no puede hacer nada.
De este modo, la manera de intervenir del terapeuta irá dirigida a actuar de forma contraria a la esperada y preguntarle al paciente "¿por qué tienes que cambiar?", generando así contexto distinto al habitual en terapia y modificando el sentido de la situación.
5. Intervención paradójica
Esta técnica consiste en pedir al paciente que realice el síntoma. Es decir, se le anima a que tenga el síntoma pero de modo controlado con la finalidad de disminuir resistencias. El modo de hacerlo puede ser mediante: petición de cambio lento, se le aconseja hacer cambios pequeños para disminuir la probabilidad de riesgo o rigidez; prescripción de no cambio, el terapeuta expresa que no es necesario el cambio y que es mejor mantenerse como están; prescripción del síntoma en situaciones distintas, con el propósito de romper con la funcionalidad y sentido de este.
6. Prescripción de tareas
La prescripción de tareas busca que el sistema siga unas directrices específicas para intentar conseguir un cambio en el modo de actuación de los componentes, fortalecer la relación del terapeuta con el sistema o conseguir más información.
7. Ilusión de alternativas
La ilusión de alternativas también conocida como ordalías consiste en plantear la situación de manera dicotómica, donde solo existen dos posibles alternativas a escoger y el sujeto debe seleccionar una.
8. Uso de analogías
El uso de analogías es otro modo de superar las resistencias, en este caso planteando una situación metafórica mediante imágenes o historias para afrontar y tratar el problema de manera indirecta.
9. Cuestionamiento circular
El cuestionamiento circular se basa en la relación, comparación y distinción que hace el terapeuta de diferentes fenómenos vinculados con la dinámica del sistema.
10. Técnica de la escultura
La técnica de la escultura es una estrategia utilizada en el psicodrama que consiste en que cada sujeto del sistema por turnos representa los gestos, acciones, expresiones propias de los otros miembros del sistema con el propósito que puedan expresar cómo se siente.
11. Técnica del coro griego
La técnica del coro griego tiene relación con el dilema del cambio, puesto que consiste en contraponer las posturas a favor y en contra del cambio que dan los sujetos que integran el sistema.
12. Las cartas
La técnica de las cartas tiene la finalidad de redactar mensajes por parte de un individuo de la familia hacia otro, con distintas finalidades desde felicitar, dar ánimos o despedirse.
13. Los rituales
La estrategia del ritual consiste en simbolizar, representar, el proceso o transición por la que está pasando el sistema, con el propósito de ser consciente de ella y mejorarla.
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