Si en la última década ya se había producido un auge significativo en la popularidad y utilización del formato de terapia online, tras los meses de pandemia por coronavirus esta progresión hacia lo digital aún se ha intensificado más. Hoy en día estamos en un verdadero boom de la psicoterapia basada en la videollamada.
Pero como siempre ocurre con los avances técnicos y la aparición de nuevas oportunidades basadas en el mundo de Internet, para aprovechar el potencial del medio online muchas veces es necesario formarse y aprender, sin prisa pero sin pausa, a abrirse a esta manera de hacer negocios claramente apoyada en la tecnología. Por eso, aquí veremos qué se necesita para ejercer como psicólogo/a que ofrece terapia online.
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Las nuevas oportunidades de la psicoterapia online
La terapia psicológica online tiene la particularidad de que a pesar de que en lo esencial es como la psicoterapia clásica “cara a cara” (incluyendo el grado de eficacia de esta al tratar a los pacientes), el hecho de que la comunicación se realice a través de un contexto virtual mediante dispositivos conectados a Internet le aporta características únicas, varias de las cuales son ventajosas. Es decir, que un cambio relativamente simple hace que esta nueva modalidad de atención psicológica ofrezca prestaciones con beneficios cualitativos y cuantitativos. En este sentido, las ventajas más importantes de la terapia online son las siguientes:
- Es más accesible para personas con movilidad reducida
- También es más accesible para personas que viven en zonas aisladas o mal comunicadas.
- Supone un ahorro de los costes, lo cual permite ofrecer precios más atractivos.
- Permite ahorrarse el tiempo de desplazamiento, lo cual hace que sea más fácil encontrar “un hueco” en el horario para las sesiones de terapia.
- Hace posible que los pacientes cuenten con apoyo psicológico sin salir de casa, en un entorno que resulta familiar, por lo que suelen sentirse más cómodos y muchos se abren más.
- Al no tener que acudir a la consulta del psicólogo, también se aporta un extra de discreción y privacidad, algo que algunos perfiles de clientes agradecen mucho.
- Como muchos de los lugares que ofrezcan privacidad, tranquilidad y conexión a Internet pueden ser adecuados para “ir al psicólogo” desde la terapia online, los viajes no suponen una interrupción de las sesiones, lo cual reduce el riesgo de abandonar el tratamiento y refuerza la adherencia terapéutica.
¿Qué hay que hacer para ejercer terapia online?
Esto es lo que necesitas para ofrecer terapia online de manera eficaz y sostenible.
1. Contar con formación universitaria en Psicología
El hecho de que para realizar terapia online no sea necesario ir a una clínica de salud mental o a un gabinete psicológico no significa que esta sea una práctica informal que pueda ser ejercida sin formación universitaria (como mínimo).
Por eso, se considera que para ofrecer psicoterapia online hay que disponer de al menos una Licenciatura o un Grado universitario en Psicología, y formación de especialización mediante Másters y/o posgrados. En el caso de que la terapia sea aplicada a personas con trastornos diagnosticables, en la mayoría de países será necesario además realizar una trayectoria de profesionalización concreta a través de un Máster en Psicología Clínica y/o Sanitaria y una etapa de prácticas atendiendo pacientes que hayan desarrollado patologías como una depresión, una adicción, estrés post-traumático, etc. Por otro lado, en algunos países también se puede ejercer en el ámbito de la psicoterapia al llegar a ser médico.
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2. Diseñar tu estrategia
Es necesario que planees una estrategia consistente a la hora de ofrecer terapia online, considerando el tiempo y los recursos que le dedicarás a este formato de atención psicológica, y a qué tipo de pacientes y/o clientes apelarás y de qué manera. Esto puede implicar hacer una pequeña investigación sobre las oportunidades que te aguardan si empiezas a atender por Internet.
Por ejemplo, no es lo mismo dedicar todo tu tiempo a la atención online que reservarle solo las últimas horas de la tarde, y no es lo mismo ofrecer terapia online en una comarca en la que apenas hay servicios de este tipo que en una ciudad con alta densidad de población, donde ya hay muchos psicólogos que trabajan desde la terapia online.
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3. Adquirir los recursos materiales adecuados
En pleno siglo XXI la terapia online no es en sí algo muy complicado técnicamente, pero a pesar de eso necesitarás disponer del equipo adecuado. Para ofrecer sesiones fluidas y con buena calidad de imagen y sonido (algo imprescindible no solo para hacer posible la comunicación, sino también para que los pacientes se sientan cómodos y sientan que pueden expresarse de forma abierta), debes comprar un ordenador lo suficientemente potente, una buena cámara y sistema de captura de sonido, y deberás asegurar una conexión a Internet estable capaz de soportar la emisión y recepción de vídeos en directo.
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4. Consolidar tu imagen de marca en Internet
Esto implica dominar el uso de las redes sociales y, preferiblemente, tener tu propia página web (o la del centro de asistencia psicológica que diriges, si es el caso). Ten en cuenta que en el mundo de la terapia online tu audiencia potencial ya no es la de tu barrio o municipio que han podido oír hablar de ti a través del boca-oreja. Tendrás acceso a clientes de ciudades muy lejanas o incluso de otros países, pero a cambio, debes aprender a mover tu marketing en el contexto digital.
Si no haces nada por hacer que tus servicios tengan visibilidad en Internet, no existirás y tus competidores se llevarán a su terreno todas las oportunidades, tanto en cuanto a clientes como en lo relativo a colaboraciones con otros profesionales o empresas.
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5. Aprender tanto lo necesario para atender de manera online como lo que te permitirá exprimir el potencial de la terapia online
Internet nos permite usar herramientas digitales muy flexibles y adaptables a los modelos de negocio y a los servicios que ofrecemos. Por eso, no solo merece la pea aprender a hacer lo imprescindible para realizar sesiones online con pacientes; además, es recomendable que aprendas las funcionalidades de Internet y las páginas web más allá de esto, para tener una imagen global de lo que puedes y no puedes hacer con los recursos de los que dispones y aprovechar opciones que ni habrías considerado de no haberte formado en esto. Por ejemplo, puedes encargar que diseñen para tu web un servicio de videochat que gestione las peticiones de información de posibles clientes, puedes hacer accesible una agenda online para programar sesiones directamente, etc.
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