Los conflictos y las discusiones forman parte de la vida de las personas como seres sociales que somos. Convivimos y socializamos con personas que tienen su propia percepción del mundo y de lo que ocurre en él, y esto lleva a que, al intentar llegar a acuerdos, choquemos y surjan las discusiones.
Una discusión o conflicto no es malo en sí mismo. Lo que ocurre es que hay personas que al estar dentro de ella no pueden controlar su estado emocional de enfado, de rabia e, incluso, de ira, y se dejan llevar por él perdiendo su poder de decisión. Es entonces cuando la emoción se descontrola y se muestra en forma de gritos, de palabras ofensivas y, en algunos casos, incluso de daño físico.
En la mayor parte de los casos, esas personas, tras acabar el secuestro emocional, son conscientes de su reacción y se sienten mal. Perciben que hay algo que activa esa reacción y que no pueden controlar, pero lo cierto es que sí existen distintas técnicas y maneras de encauzar un estado emocional descontrolado. En este artículo queremos hablaros de una en concreto de la Programación Neurolingüística: los 6 pasos a la libertad.
Los detonantes no son la excusa
Uno de los ejemplos más claros de secuestro emocional descontrolado que luego deja con carga de culpa a quien lo vive son las discusiones con los hijos. Por ejemplo, ese caso en el que el progenitor le insiste a su hijo o hija para que recoja la habitación y acaba gritando para que lo haga después de varios requerimientos fallidos. Después del conflicto, la inmensa mayoría de los padres se sienten mal por la forma en que reaccionaron.
Puede que pienses que no existe otra reacción a esa situación, y más cuando se acumulan el cansancio y otras preocupaciones del día a día, pero la hay. Una de las muchas cosas que enseña la PNL es que cada uno es responsable de lo que sucede en nosotros y sobre otros y podemos elegir cómo reaccionar ante determinadas situaciones.
Que un hijo no haga caso a recoger la habitación no es ni bueno ni malo. El valor lo damos cada uno de nosotros y, en muchos casos, los patrones aprendidos durante años hacen que reaccionemos como creemos que tenemos que hacerlo.
Con PNL podemos lograr cambiar esos patrones y lograr la capacidad de elección para determinar cómo queremos reaccionar y qué estado emocional queremos adoptar ante determinadas situaciones. Es importante entender que el estado de ánimo influye directamente en nuestros pensamientos, y estos, en nuestras acciones.
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Los 6 pasos a la libertad
Esta herramienta de la PNL es sumamente eficaz para trabajar con el secuestro emocional en situaciones de conflicto. Son 6 sencillos pasos que permiten al individuo dejar de ser un robot y esclavo de sus emociones aprendiendo, primero, a identificarlas, y segundo, a manejarlas según su decisión.
Paso 1: Reconocer el disparador
Consiste en observar en el cuerpo la señal que indica que va a llegar el secuestro emocional. Este paso puede ser el más complicado, pero es clave para frenar el descontrol.
Teniendo en cuenta el ejemplo de la situación del padre o madre que reacciona a gritos a la inacción del hijo o hija a recoger la habitación, puede que el progenitor sienta antes ‘de estallar’ presión en el pecho o boca del estómago, que se le agita la respiración, que le invade una ola de rabia que le sube por el cuerpo hasta la cabeza… Esa es la clave. Detectar qué se siente y parar ahí para ir al paso dos.
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Paso 2: Parar la respuesta automática
Cuando se detecta el disparador, hay que parar físicamente y respirar profundo. Lo que se busca con este paso es frenar la acción inconsciente.
Paso 3: Preguntarse
Una vez hecha la respiración, hay que preguntarse qué estado emocional se quiere tener realmente. ¿Se desea gritar y agitarse o se desea tener una sensación de más calma para afrontar la situación de otra manera?
Paso 4: Establecer y reconocer ese estado
Una vez que se ha identificado la emoción que se quiere sentir, la persona debe pensar en un momento en el que sí ha sentido esa emoción, la calma en este ejemplo, que puede ser, a lo mejor, paseando por el campo. En este caso hay que intentar ponerse mentalmente en esa situación: lo que se hace en el paseo, lo que se ve, lo que se escucha e, incluso, lo que se siente.
Este paso busca que realmente se traiga esa calma de forma física al cuerpo.
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Paso 5: Nombrarla
Sí, consiste en nombrar esa emoción para que se afiance y ancle.
6. Volver al presente
Volver al aquí y ahora y actuar desde la nueva emoción y ver cómo cambia la situación. ¿Puede que la calma escogida haga que el padre o la madre sea capaz de acercarse y razonar con su hijo de otra forma para conseguir el fin que es que recoja?
La clave para interiorizar estos 6 pasos es trabajarlos continuamente en situaciones donde se genera el secuestro emocional, para que, a largo plazo, se convierta en un proceso casi automático en el que la propia mente es capaz de atraer a la situación de tensión la emoción que se necesita y desea.
PNL para conocerse mejor
En nuestra escuela se estudia esta poderosa herramienta de los 6 pasos a la libertad junto con otras muchas y los grandes fundamentos de la Programación Neurolingüística en nuestro Practitioner en PNL. Con ello, los individuos mejoran su calidad de vida al mejorar el autoconocimiento y la manera de trabajar sus propias emociones, pensamientos y acciones.
D´arte Human & Business School Coaching Y Pnl
D´arte Human & Business School Coaching Y Pnl
Coaching, Inteligencia Emocional, PNL, Emprendimiento, Oratoria y Ciencias de Comportamiento
Es por ello que aprender Programación Neurolingüística no es sólo recomendable para personas que ya trabajan dentro de la ayuda y el acompañamiento humano como coaches, psicólogos o terapeutas de diversa índole, sino que puede ser de ayuda para cualquier individuo que desea conocerse mejor y tener más opciones y libertad en su vida.
