El coaching es un concepto que, a pesar de estar cada vez más instalado en una amplia variedad de sectores y mercados de trabajo, muchas personas aún no comprenden. En parte debido al origen anglosajón del término y en parte debido a su novedad, hay incluso quienes asumen que la función del coach es básicamente la misma que la de un psicoterapeuta, mientras que otros toman otra postura muy distinta y creen que el coaching consiste únicamente en informar y en expresarse, es decir, realizar un intercambio comunicativo acerca de las emociones o las motivaciones de una persona que busca estos servicios.
Ninguna de estas dos creencias es correcta: ni el coaching es psicoterapia, ni se limita tan solo al mundo de las palabras. En este artículo veremos de qué manera el coaching cubre toda una serie de tareas y procesos interesantes que aportan mucho a la psicología como disciplina.
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¿Cómo se relacionan el coaching y la psicología?
Lo que la mayoría de las personas entiende por un psicólogo es fundamentalmente un psicólogo psicoterapeuta, alguien cuyo trabajo se engloba dentro de los servicios de tratamiento y asistencia a la salud mental y que atiende pacientes para ayudarles a mitigar o a superar una determinada fuente de malestar que afecta a su calidad de vida en el día a día.
De hecho, esta misma idea de lo que es un psicólogo queda plasmada en lo que motiva a la mayoría de personas a decidirse por la carrera universitaria de Psicología: al menos en el contexto español, el objetivo de la mayoría de los estudiantes que se plantean cursar estos estudios es dedicarse a ofrecer terapia o, en general, poder ayudar a la gente a afrontar problemas emocionales (y gozar del prestigio que ofrece este tipo de ocupaciones).
Ahora bien, tal y como descubren pronto los estudiantes de primero de carrera, la psicología es mucho más que un conjunto de técnicas aplicadas en el contexto de la psicoterapia: aquello que estudia esta ciencia es tan amplio como la existencia humana, ya que se centra en el comportamiento y en los procesos mentales, esto es, la gestión de las emociones en general, los sistemas de creencias, las interacciones sociales, la interpretación de la realidad que hacen las personas, etc. Técnicamente, además, la psicología no se limita a lo humano, sino que abarca también el comportamiento de los animales e incluso sus capacidades para pensar: así de amplio es este campo de desempeño profesional.
Pero la idea de que el psicólogo se encarga de ayudar a las personas con trastornos mentales sigue estando muy arraigada en la cultura popular. Esto se debe a que en un principio, esto era en parte verdad: los primeros psicólogos estudiaban temas como las alteraciones de la percepción, el modo en el que las enfermedades del sistema nervioso afectaban al pensamiento, y las características de las enfermedades mentales.
Tan solo en la segunda mitad del siglo XX empezaron a derribarse muros que separaban la amplia definición de la psicología de aquello que a la práctica se encargaban de hacer los psicólogos. Es por eso que en las últimas décadas el ámbito de trabajo de los psicólogos se ha expandido y diversificado mucho, y también lo han hecho sus metas y las necesidades a las que pueden dar respuesta. Y es aquí donde entra en juego el coaching.
El coaching es, fundamentalmente, uno de los ámbitos de trabajo de la psicología; concretamente se dedica a intervenir en procesos relacionados con el desarrollo profesional y personal de las personas, así como en la gestión de los equipos. No existe una distinción cualitativa entre psicología y coaching, sino que más bien se “etiqueta” con la palabra “coaching” determinadas ocupaciones que, a pesar de quedar dentro de las competencias de los psicólogos, están lejos del mundo de la salud mental y de la psicoterapia.
Si hay una diferencia fundamental entre el psicólogo que ofrece terapia y el psicólogo coach, es la siguiente: el primero trabaja sobre todo ayudando a personas cuya calidad de vida se ve vulnerada por un problema psicológico que afecta a su manera de sentir, de pensar o de comportarse, mientras que el segundo ayuda a las personas no tanto a afrontar un malestar, sino a potenciar su bienestar satisfaciendo necesidades que van más allá de la ausencia de dolor emocional, de estrés, etc.
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Malentendidos sobre el coaching
Una de las particularidades del término “coaching” es que su aplicación en el mundo profesional no está regulada. Es por eso que muchas personas dicen ofrecer servicios de coach a pesar de no ser psicólogas; en cambio, los psicólogos solo pueden ser considerados como tales si han completado sus estudios universitarios en este ámbito.
Así pues, es habitual que quienes desconocen este hecho contraten los servicios de un “coach” a pesar de que este no tenga la carrera de Psicología. También cabe destacar que una persona que haya hecho cursos de coaching pero no tenga la carrera de Psicología no sabe hacer nada que no sepan hacer ya los psicólogos, dado que como hemos visto el coaching no queda fuera del ámbito de la psicología.
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¿Qué tipo de trabajos se realizan a través del coaching?
Algunas de las áreas de intervención más representativas del coaching son las siguientes:
- Gestión de equipos y departamentos en las empresas y organizaciones.
- Desarrollo de habilidades de liderazgo en gerentes, CEOs, docentes, etc.
- Enseñanza de estrategias de motivación para entrenadores, directores, CEOs, etc.
- Enseñanza de estrategias de automotivación para profesionales, opositores, deportistas, etc.
- Potenciación de las habilidades sociales y de lenguaje no verbal para comunicadores, comerciales, directores, etc.
- Acompañamiento en el desarrollo del branding personal y la gestión de marca.
- Entrenamiento en habilidades de negociación y resolución de conflictos.
- Acompañamiento en procesos de desarrollo personal y autorrealización.
Como vemos, se trata de áreas de desempeño profesional que a pesar de no consistir en tratar psicopatologías, son capaces tanto de aportar bienestar a las personas como de mejorar las dinámicas de comunicación e interacción social en empresas, centros de educación, procesos de entrenamiento para deportistas, etc.
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