¿Cuál es el origen de los Belenes o Pesebres?

Te contamos de dónde surgió esta tradición navideña tan popular.

El origen de los Belenes o Pesebres

En los países de tradición católica, el belén o pesebre es parte indispensable de la Navidad. Su tradición va mucho más allá de la fe, puesto que es un auténtico símbolo de las fiestas, de la misma forma que el árbol de Navidad o las luces de las calles.

La historia de los belenes o pesebres (como se les llama en lugares como Cataluña o Italia) hunde sus raíces en la bruma del tiempo. Cuenta la leyenda que fue San Francisco de Asís quien, en un lejano 1223, montó el primer belén de la historia. Por otro lado, en España parece ser que fue el mismísimo rey Carlos III, junto con su esposa la reina Amalia, quienes popularizaron esta tradición que, con los años, fue llegando a todos los hogares hispanos.

Si te interesa saber cuál es el origen de los belenes o pesebres, sigue leyendo. Hoy te contamos de dónde surgió esta tradición navideña tan popular.

El origen de los belenes: ¿fue San Francisco el primer belenista?

El belén o pesebre (presepio en italiano) que montó San Francisco de Asís en la pequeña localidad de Greccio es el primero en estar documentado. Sin embargo, ello no quiere decir que esta costumbre no se viniera dando desde hacía tiempo.

Al parecer, el santo pretendía estimular la fe de los habitantes del pueblo, por lo que, la noche de Navidad, situó a varios personajes en una cueva cercana para que representaran la Natividad de Cristo. En este caso, la Sagrada Familia y los pastores eran personas reales (al modo de los actuales pesebres vivientes), mientras que el Niño Jesús estaba interpretado por un muñeco de trapo, para evitar que el bebé pasara frío durante la representación. El buey y la mula, por otro lado, corrieron a cargo de un noble de los alrededores, que ofreció a los animales y paja para la cueva.

Reminiscencias del teatro sacro medieval

Sin embargo, mucho antes de que San Francisco de Asís incentivara la fe navideña mediante un belén a tamaño natural, en las plazas y las iglesias de ciudades y pueblos se celebraba el teatro litúrgico, que tenía como argumento pasajes de la Biblia.

Y, mucho más atrás en el tiempo (en concreto, entre los años 432 y 440 d.C.), el papa Sixto III trajo a Roma, desde Tierra Santa, supuestos fragmentos de la cuna del Niño Jesús. Estas reliquias se guardaron en la iglesia de Santa María del Praesepe (Santa María del Pesebre), la actual Basílica de Santa María la Mayor.

En otras palabras: el nacimiento de Cristo estaba muy presente en los primeros siglos de la Edad Media y, aunque el belén no se materializó hasta bien entrado el siglo XIII, existen testimonios que cuentan que, durante la vigilia de Navidad, en las iglesias se realizaban representaciones teatrales que escenificaban el nacimiento de Jesús y la adoración de pastores y Magos.

En concreto, las piezas que se dedicaban al nacimiento del Niño se conocían como Officium pastorum y Ordo Stellae, y se centraban, respectivamente, en la adoración de los pastores y la Epifanía. El conocido Auto de los Reyes Magos, escrito en castellano en el siglo XIII, es el Ordo Stellae medieval más antiguo que se conserva en lengua romance; se cree que se representaba en la Catedral de Toledo el día de Navidad.

Se prohíben los “belenes”

A principios del siglo XIII, estas representaciones, en un principio religiosas y concebidas para exaltar la fe, se habían convertido en una auténtica fiesta donde no faltaba el ruido, el vino y el exceso. Además, los protagonistas originales, extraídos de la Biblia, se habían empezado a mezclar con personajes de gusto popular, perfectamente reconocibles por las gentes de aquel tiempo. En las representaciones no faltaban los alfareros, los pescadores, los cerveceros o los campesinos, entre muchos otros.

Repugnado por lo que consideraba una “vulgaridad”, el papa Inocencio III prohibió este tipo de representaciones en 1207. De hecho, para poder llevar a cabo su famosa representación en la cueva de Greccio, San Francisco tuvo que pedir una bula a su sucesor, el papa Honorio III. El “primer belén” del santo tuvo un grandísimo impacto en la sociedad medieval, y su popularidad fue espoleada por la orden franciscana, la principal impulsora del belén como manifestación navideña.

Así, la prohibición papal no tuvo efecto alguno. La antiquísima tradición de representar el nacimiento de Jesús siguió calando hondo en las gentes y, poco a poco, el pesebre fue expandiéndose. En el siglo XIV, al parecer, era bastante usual encontrar representaciones en catedrales e iglesias, pues tenemos un documento fechado en Valencia en esa época en el que los canónigos de la catedral se quejan de que su belén se había “estropeado”.

De actores a figurillas: nace el belén moderno

A juzgar por la expresión, debemos pensar que el belén de la catedral de Valencia estaba ya formado por figurillas y no por actores. De hecho, el belén más antiguo formado por personajes de barro o cartón lo encontramos en Cracovia; este extraordinario testigo histórico data nada menos que del siglo XIII.

De todas formas, el gran siglo del belén es el XVIII. Ya en el siglo anterior, la tradición había entrado en las casas nobles, que competían para ver quién poseía el pesebre más hermoso. Pronto, las clases populares quisieron imitarlos, y por toda la geografía católica empezaron a aparecer mercadillos navideños donde se vendían humildes figuras de barro pintadas a mano que hacían las delicias de niños y adultos. Una de las ferias de belenes cuyo origen data de esta época es la famosa Fira de Santa Llúcia, que arrancaba cada año el 13 de diciembre en el claustro de la Catedral de Barcelona y sus calles aledañas.

En el siglo XIX, el belén ya forma parte del imaginario colectivo navideño. La fabricación de las figuras cada vez se simplifica más: se producen en serie y existen diversas versiones al alcance de todos los bolsillos. Los paisajes, que primero no existían (para no quitar protagonismo a las figuras), se convirtieron más tarde en expresiones costumbristas, y cada lugar plasmaba en su pesebre la geografía de su tierra.

Con el auge de la arqueología (especialmente, tras el descubrimiento de Pompeya y Herculano y el reencuentro con Egipto en el siglo XVIII), se empezaron a diseñar paisajes más historicistas, que recuperaban el gusto por el orientalismo.

Amalia de Sajonia, la reina encandilada con los belenes

Pero si existe un personaje que (al menos en ámbito hispano) haya hecho mucho por la popularización del belén es el rey Carlos III, que trajo de su Nápoles amada (de donde había sido rey antes de serlo de España) la tradición del belén napolitano. Sin embargo, a pesar de que el monarca tiene fama de ser el impulsor de esta tradición en tierras hispánicas, fue en realidad su esposa, la reina Amalia de Sajonia, la auténtica enamorada de los pesebres y su principal valedora.

La pasión de la reina era tal que en una de las estancias del Palacio Real de Madrid mandaron instalar el conocido como Belén del Príncipe, que todavía hoy se puede visitar. Se trata de un hermoso belén napolitano que fue ejecutado por José Esteve Bonet, José Ginés Marín y el famosísimo artista murciano Francisco Salzillo (1707-1783), uno de los grandes artífices de los belenes en España. De hecho, en el Museo Salzillo de Murcia podemos ver una de sus creaciones, el denominado Belén de Salzillo, que presenta, majestuoso, los colores vivos y la expresión genuina del siglo XVIII.

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  • González, E., Se armó el Belén: una costumbre napolitana que vino con Carlos III, en https://thediplomatinspain.com/, 24 de diciembre de 2023.
  • Prieto Gallego, J., El belén napolitano del Museo Nacional de Escultura (Valladolid), en https://siempredepaso.es/.
  • Sadurní, J.M., La historia del belén, la tradición más entrañable de la Navidad, en Historia National Geographic, 21 de diciembre de 2023
  • Origen e historia de los belenes, por Leticia Arbeteta Mira, doctora en Historia del Arte y experta en belenes, en Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García, RTVE.

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Sonia Ruz Comas. (2024, diciembre 11). ¿Cuál es el origen de los Belenes o Pesebres?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/cultura/origen-de-belenes-pesebres

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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