Muchos aspectos de cómo nos comportamos y de cómo pensamos tienen que ver no con nuestras experiencias de vida personales ni con nuestra genética, sino con la cultura en la que estamos inmersos.
De hecho, aunque en la actualidad el punto de vista predominante sea el occidental, no hay que perder de vista el hecho de que, en ciertos lugares, la frontera cultural hace que tribus que viven en una misma región no se comprendan entre sí si por idioma ni por costumbres y mentalidad.
La psicología cultural es la rama de la psicología que trata de ocuparse de este aspecto de la mente humana, basado en la diversidad y con la herencia cultural que recibimos. Veamos qué es exactamente y para qué sirve.
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Psicología Cultural: una definición
La psicología cultural es una parcela de la psicología que se encarga de estudiar el modo en el que los elementos culturales influyen en el comportamiento, las costumbres y la percepción de grupos de personas. Es decir, que examina el contexto en el que viven las personas para encontrar en él causas de que los individuos tiendan a actuar de un modo y no de otro.
Por ejemplo: ¿te has preguntado alguna vez a qué se debe que en la India muchas personas se nieguen a sacrificar vacas? La respuesta fácil a esto consiste en señalar que para buena parte de la población las vacas son sagradas, pero en realidad esto no explica mucho. ¿Qué es lo que hace que el hecho de que las vacas sean sagradas sea algo sostenible?
Los psicólogos culturales son capaces de investigar acerca de las diferentes maneras en las que la sociedad de este país saca provecho de estos animales sin tener que matarlos. A su vez, tienen herramientas para conocer dónde están los límites del respeto que estas personas tienen por las vacas.
Lo mismo ocurre con muchos otros fenómenos culturales. Este tipo de psicólogos se encarga de buscar en la sociedad las causas de patrones de comportamientos y, mediante predicciones, conocer qué nuevas acciones chocarían con estas costumbres y cuáles no.
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Su relación con la sociología y la antropología
La psicología cultural guarda una relación estrecha con dos ciencias sociales: la sociología y, especialmente, la antropología.
Con la sociología
La sociología se encarga de estudiar fenómenos sociales en un sentido amplio. Por ejemplo, la formación de ghettos y la estratificación social, o los patrones migratorios en un país. Por lo que respecta a la psicología cultural, puede proporcionar datos, especialmente cuantitativos, para ayudar a comprender las dinámicas históricas que han ido dando forma a una cultura específica.
Con la antropología
La antropología, a diferencia de la sociología, se centra más bien en comprender las culturas en sí mismas, con todos los símbolos, costumbres, rituales y conceptos característicos. Dicho de algún modo, mientras que la sociología estudia las formas de lo que ocurre en la sociedad, la antropología estudia el contenido de las unidades culturales que intervienen en esta dinámica de cambios colectivos.
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Las funciones de la Psicología Cultural
Los principales ámbitos de aplicación de la psicología cultural son los siguientes.
1. Ayuda a comprender etnias
En un mundo cada vez más globalizado como lo es el nuestro, es muy importante conocer el tipo de población que hay en una región en la que se van a desplegar iniciativas extranjeras. Los psicólogos culturales pueden trabajar como asesores de empresas o de cualquier otro tipo de organización para que lo que se hace no tenga una repercusión negativa sobre el modo de vida de estas personas y que, de paso, no se malgaste mucho tiempo y dinero en iniciativas que simplemente no funcionan.
2. Permite intervenir en conflictos
En los esfuerzos de mediación siempre es bueno tener claro que las partes enfrentadas en ocasiones no comparten una misma visión de la realidad. El lenguaje y la ideología difieren entre colectivos, y si lo que se quiere es lograr un buen encaje, ha que conocer primero cómo son las piezas que se pretende juntar.
3. Sirve para detectar aspectos diferenciales
Algo que caracteriza la hegemonía de una cultura (en el caso de los tiempos presentes, la Occidental) es que todas aquellas etnias que no forman parte de la dominante quedan tan ignoradas que muchas de ellas se desconocen, y simplemente se asume que son como las demás pero con ciertas características folclóricas y estéticas propias.
La psicología cultural participa en el proceso de comprender el calado de estas diferencias entre comunidades y, en definitiva, a poner luz sobre algo que antes parecía una malgama de culturas por el simple desconocimiento y sesgo eurocentrista.
4. Apoya a otras disciplinas
Por supuesto, la psicología cultural no solo se nutre de la sociología y la antropología: también contribuye a que estas avancen. Lo hace participando en el resto de funciones que hemos visto y adoptando una perspectiva centrada en el modo en el que lo social y cultural, a lo largo del tiempo, influye sobre las acciones, percepciones y pensamientos de las personas.