La Inteligencia Emocional ayuda a los niños a aprender a leer

Los últimos estudios muestran una curiosa relación entre lectoescritura e Inteligencia Emocional.

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Aprender a leer es uno de los grandes objetivos académicos establecidos. Sin embargo, la lectura va más allá de conseguir un hito. ¿Recuerdas lo emocionante que era poder ir por la calle leyendo lo que ponía en los carteles? La lectura abre las puertas de diferentes mundos a las criaturas: conocimiento, historias, fantasía, etc.

Hay diversos aspectos que intervienen en este aprendizaje y pueden hacer que no siempre sea sencillo ni placentero para todas las criaturas. De hecho, algunas viven este proceso como una verdadera tortura. Uno de los principales factores que intervienen en el proceso, pese a que pueda resultar extraño para algunas personas, es la inteligencia emocional.

¿Qué relación hay entre las propias emociones y el aprendizaje de la lectura? Pues más de lo que podemos imaginar. A lo largo de este artículo damos respuesta a esta pregunta. También hablamos sobre inteligencia emocional, los factores que intervienen en el aprendizaje de la lectura y, por último, planteamos estrategias para fomentar la inteligencia emocional y apoyar la lectura.

¿Qué entendemos por inteligencia emocional?

El concepto inteligencia emocional hace referencia a la capacidad que tienen las personas para poder identificar, comprender, expresar y regular las emociones. Se incluyen tanto las propias como las ajenas.

Esto quiere decir que la inteligencia emocional nos permite poder reconocer tanto nuestras emociones como las de otras personas. Al nombrarlas, tenemos más opciones para poder regularlas y, de este modo, adaptarnos a las diferentes situaciones que estamos viviendo.

Cuando podemos hacer este tipo de “trabajo” con nuestras emociones, se convierten en una brújula interna que nos permiten tomar decisiones alineadas con nuestras necesidades, valores y deseos. Además, también nos permite acompañar a las personas de nuestro entorno de una forma más empática y respetuosa.

La lectura es un aprendizaje que involucra diversos factores

No podemos negar que para que los niños y niñas aprendan a leer deben darse diversos procesos a nivel cognitivo. Son muchas las estructuras cerebrales implicadas y todas ellas trabajan en conjunto para poder llevar a cabo el aprendizaje de la lectura.

Desde áreas del hemisferio izquierdo que se encargan del lenguaje, hasta áreas relacionadas con la información visual y auditiva. La lectura es una actividad compleja que también requiere de planificación, memoria de trabajo y control atencional.

Sin embargo, pese a todo lo que sucede a nivel cerebral, la lectura no es un proceso únicamente cognitivo. Algunos niños se emocionan ante la idea de leer y otros lo pasan realmente mal. ¿Por qué hay tanta diferencia entre unos y otros? Porque hay otros aspectos como el entorno y las emociones que juegan un importante papel en este aprendizaje.

¿Qué relación hay entre la inteligencia emocional y el aprendizaje de la lectura?

Hoy en día disponemos de una amplia evidencia que señala la clara conexión que existe entre la inteligencia emocional y la lectura. En términos generales, la ciencia confirma la idea de que el proceso de aprender a leer es más llevadero cuando hay una mejor IE. En otras palabras, niños y niñas con una buena IE aprenden a leer más fácilmente.

En este sentido, se sabe que las criaturas con una mayor capacidad para reconocer y regular tanto sus estados emocionales como los ajenos muestran también mejores resultados en cuanto a comprensión lectora.

Por otro lado, estudios recientes señalan que la inteligencia emocional mejora la lectura de forma directa, pero también indirecta. Esto sucede mediante un mayor rendimiento en otras habilidades cognitivas como son la memoria de trabajo. Además, se asocia con un vocabulario más amplio.

Las investigaciones realizadas sobre el tema exponen que los niños y las niñas que tienen una buena inteligencia emocional tienen más facilidad para regular su frustración cuando se encuentran con textos que les resultan difíciles. Además, tienen más capacidad para mantenerse concentrados y la motivación interna para continuar con esta tarea es mayor.

Y, por si esto fuera poco, tienen una mejor empatía que les permite conectar y comprender mejor a los diferentes personajes que aparecen en las historias. Esto les ayuda a tener una visión más amplia de las historias y mayor entendimiento de las diferentes situaciones que se explican.

Es necesario comprender que el hecho de tener una adecuada inteligencia emocional no es el único factor importante en el proceso de adquisición de la lectura. No obstante, sí es un factor clave porque potencia muchos de los aspectos necesarios para que esto ocurra. Podríamos decir que permite que se dé con mayor fluidez y naturalidad.

¿Cómo podemos fomentar la inteligencia emocional y la lectura?

La curiosidad y las ganas de aprender son aspectos característicos de la infancia. Por eso debemos alertarnos y observar qué sucede cuando se dan problemas en la adquisición de ciertos hitos del desarrollo o aprendizaje. Recordemos que los niños con mayor seguridad interna muestran una mayor predisposición y motivación a la hora de aprender.

Precisamente por eso, es tan importante nuestro papel como adultos a la hora de acompañar a las criaturas mientras descubren el mundo. Somos los responsables de ofrecerles seguridad emocional y respeto puesto que el vínculo que generan con nosotros es clave en su desarrollo cognitivo, emocional y físico y, sin duda, tiene un impacto en su aprendizaje.

La inteligencia emocional es una habilidad que también se puede aprender, trabajar y mejorar. Una forma sencilla de hacerlo es mediante la lectura. Es decir, podemos hacerles preguntas sobre cómo creen que se sienten determinados personajes a medida que vamos leyendo las historias, por ejemplo. También se les puede hacer preguntas sobre sus propias emociones a raíz de lo que leen o sobre lo que ellos harían si estuvieran en situaciones similares.

Además, hoy en día existen muchos materiales que permiten trabajar las emociones y la lectura a la vez. Es importante tener en cuenta que los niños aprenden más de lo que ven que de lo que les decimos. Esto quiere decir que es crucial que nosotros, como adultos, demos ejemplo con la lectura. Les ayudará ver que puede ser una actividad placentera y que podemos acompañarlos a su ritmo, sin juicios ante el error porque forma parte del aprendizaje.

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  • Alghorbany, A. (2020). The role of emotional intelligence in reading comprehension performance: A systematic review of the literature, 16(2), 388-399
  • del Pilar Jiménez, E., Alarcón, R., & de Vicente-Yague, M. I. (2019). Reading intervention: correlation between emotional intelligence and reading competence in high school students. Revista de Psicodidáctica (English Ed.), 24(1), 24-30.
  • Yu, L., & Tong, X. (2024). Emotional intelligence and reading comprehension: Examining mediating roles of word reading, vocabulary, and working memory. Learning and Individual Differences, 116, 102574.

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Nerea Moreno. (2025, octubre 15). La Inteligencia Emocional ayuda a los niños a aprender a leer. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/inteligencia-emocional-ayuda-ninos-aprender-a-leer

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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