El concepto de "cognición" es uno de los más importantes en el mundo de la Psicología, aunque también está entre los más complejos. Y es que dicho término ayuda a entender los procesos mentales relacionados con el pensamiento abstracto, aquello que nos caracteriza como seres humanos pero que, a la vez, también llega a estar presente (en mayor o menor grado) en otros animales.
En cierto sentido, la cognición nos permite percibir nuestro entorno, aprender de éste y recordar la información que hemos obtenido, así como solucionar problemas que surgen durante la vida o comunicarnos con otras personas.
En este artículo describiremos qué es exactamente la cognición y cuáles son los principales procesos cognitivos.
¿Qué es la cognición?
El término “cognición” se puede definir como la capacidad de algunos seres vivos de obtener información de su entorno y, a partir de su procesamiento por parte del cerebro, de interpretarla y darle un significado. En este sentido, los procesos cognitivos dependen tanto de las capacidades sensoriales como del sistema nervioso central. Dicho de manera resumida, la cognición es la información que puede ser plasmada en ideas y conceptos y que podemos expresar más o menos mediante las palabras (aunque no siempre hay lenguaje allí donde hay cognición, como ocurre en animales no humanos y en personas con ciertos tipos de afasia). Es, por decirlo de algún modo, la parte textual de nuestros procesos mentales, y que nos permite llegar a conclusiones, tomar decisiones a partir de lo que sabemos, etc.
Se trata de un concepto de significado muy amplio que puede ser equiparado a grandes rasgos con el de “pensamiento”. No obstante, como veremos más adelante, este término también puede hacer referencia a uno de los procesos o fases que componen la cognición: el razonamiento, que se solapa a su vez con la resolución de problemas.
En el ámbito de la psicología la cognición se entiende como el procesamiento de cualquier tipo de información mediante las funciones mentales. Desde un punto de vista histórico esta conceptualización se deriva de la tradicional separación entre lo racional y lo afectivo; no obstante, en la actualidad la emoción con frecuencia es vista también como un proceso cognitivo.
A lo largo de la historia muchos autores han propuesto que la cognición, particularmente la que tiene lugar de forma consciente, debe ser el objeto de estudio principal de la psicología científica. Wilhelm Wundt, Hermann Ebbinghaus o William James empezaron a estudiar los procesos cognitivos básicos como la memoria o la atención a finales del siglo XIX.
Los desarrollos actuales en el estudio de la cognición deben mucho a las teorías del procesamiento de la información y a la orientación cognitivista en general, muy populares a partir de mediados del siglo XX. Estos paradigmas favorecieron la consolidación de campos interdisciplinares tan relevantes como la neuropsicología y la neurociencia cognitiva.
Principales procesos cognitivos
Las facultades que componen la cognición son múltiples; nos detendremos sólo en algunas de las más generales y relevantes, como la atención, el lenguaje y la metacognición (o conocimiento sobre la propia cognición).
Asimismo, y atendiendo a los conocimientos vigentes en la actualidad, incluiremos la emoción como un proceso cognitivo en toda regla.
1. Percepción
El término “percepción” se refiere a la captación de estímulos del entorno por parte de los órganos sensoriales y su transmisión a niveles superiores del sistema nervioso, pero también al proceso cognitivo por el cual generamos una representación mental de esta información y la interpretamos. En esta segunda fase intervienen el conocimiento previo y la atención.
2. Atención
La atención es la capacidad general para focalizar los recursos cognitivos en estímulos o contenidos mentales específicos; por tanto, tiene un papel regulador en el funcionamiento de otros procesos cognitivos. Esta aptitud está dividida en varias facetas, de modo que la atención se puede entender como selección, concentración, activación, vigilancia o expectativas.
3. Aprendizaje y memoria
El aprendizaje se define como la adquisición de nueva información o la modificación de contenidos mentales existentes (junto con sus correspondientes correlatos neurofisiológicos). Se han descrito distintos tipos de aprendizaje, como los modelos del condicionamiento clásico y operante, que se asocian a mecanismos de potenciación sináptica.
La memoria es un concepto íntimamente relacionado con el aprendizaje, puesto que engloba la codificación, el almacenamiento y la recuperación de información. En estos procesos se encuentran implicadas de forma clave estructuras del sístema límbico como el hipocampo, la amígdala, el fórnix, el núcleo accumbens o los cuerpos mamilares del tálamo.
4. Lenguaje
El lenguaje es la facultad que permite a los seres humanos utilizar métodos complejos de comunicación, tanto de forma oral como escrita. Desde un punto de vista evolucionista es considerado un desarrollo de vocalizaciones y gestos inespecíficos que eran utilizados por nuestros antepasados y que se asemejan a los que emplean otras especies animales.
5. Emoción
Aunque tradicionalmente se ha separado la emoción de la cognición (entendida de modo equivalente al pensamiento), el aumento de conocimientos en psicología ha revelado que los dos procesos funcionan de forma similar. El nivel de activación del sistema nervioso simpático y la motivación para aproximarse o alejarse de un estímulo son determinantes en la emoción.
- Artículo recomendado: "Los 8 tipos de emociones (y sus características)"
6. Razonamiento y resolución de problemas
El razonamiento es un proceso cognitivo de alto nivel que se basa en la utilización de otros más básicos para resolver problemas o alcanzar objetivos en torno a aspectos complejos de la realidad. Existen distintos tipos de razonamiento en función de cómo los clasifiquemos; si lo hacemos a partir de criterios lógicos tenemos el razonamiento deductivo, el inductivo y el abductivo.
7. Cognición social
La popularización de la psicología social, que tuvo lugar en las décadas de 1960 y 1970, provocó un aumento del interés por el estudio de la cognición aplicado a las relaciones interpersonales. Desde esta perspectiva se han desarrollado modelos trascendentales como las teorías de la atribución y la teoría de esquemas sobre la representación del conocimiento.
8. Metacognición
La metacognición es la facultad que nos permite ser conscientes de nuestros propios procesos cognitivos y reflexionar en torno a ellos. Se ha prestado una atención particular a la metamemoria, puesto que el uso de estrategias de potenciación del aprendizaje y del recuerdo resulta muy útil para mejorar el rendimiento cognitivo.
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