Imagina que quieres comenzar una partida en un juego de azar. Alguien a tu lado te dice: “¡cuidado!, entre el 5% y el 10% de las personas que comienza a jugar esto se vuelven adictas”. ¿Qué pensarías? Probablemente, jamás se te ocurriría que una de esas personas podrías ser tú. Sin embargo, la realidad es que cada vez crece más la adicción a este tipo de juegos.
Hoy hablaremos de las máquinas tragaperras y explicaremos qué las hace tan adictivas. Porque, sí, la realidad es que este tipo de juegos están diseñados para la diversión, pero también para lograr que inviertas mucho tiempo, dinero y energía sin que siquiera lo notes. Si quieres saber cómo puedes cuidarte de sus efectos negativos, acompáñanos a conocer mucho más sobre ellas.
Así te seducen las máquinas tragaperras
No eres tú, son ellas. Las luces intermitentes, el sonido de las monedas que caen y la promesa de una victoria instantánea te engancharán. Las máquinas tragamonedas o tragaperras, esas seductoras sirenas del mundo del juego, nos atraen con su irresistible canto. Pero detrás de la gloria y la promesa se esconde una estafa llamada adicción.
Distintos estudios sugieren que las máquinas tragaperras tienen el poder de crear adictos con mucha más facilidad y rapidez que otras formas de juego, entre ellos las loterías, apuestas deportivas u otros juegos de casino.
Conociendo estos datos, la pregunta es: ¿por qué las máquinas tragaperras son tan adictivas? Hay varias razones, y aquí mencionaremos las más poderosas:
1. La promesa de la ganancia fácil
La máquina tragamonedas puede hacerse pasar por el mejor partido. Te conquista con su presencia y te susurra al oído que la suerte está a la vuelta de la esquina. Te muestran combinaciones ganadoras cada pocos segundos y te brinda la ilusión de que el próximo giro será tuyo. Pero la realidad es que las probabilidades de ganar son bajísimas, y las máquinas siempre están programadas para que, a la larga, gane la casa.
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2. Diseños llamativos y luces hipnóticas
Las máquinas tragaperras tienen una facilidad impresionante para atrapar a sus presas. Sus colores brillantes, sus animaciones atractivas y sonidos emocionantes tienen la emoción de mantenerte bajo su encanto y de hacerte olvidar el tiempo y el dinero que inviertes en ella.
3. No es necesario apostar mucho
En las máquinas tragaperras, es posible apostar sumas modestas que no parecen representar un peligro inmediato. Pero estas apuestas, aunque parezcan bajísimas, se van acumulando rápidamente y, en un abrir y cerrar de ojos, descubres que has perdido mucho más de lo que esperabas. Si nos ponemos a comparar, estos son como los gastos hormiga, que poco a poco van vaciando tu bolsillo.
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4. Te hacen creer que tienes el control
Las máquinas tragamonedas te hacen creer erróneamente que tienes el poder sobre el juego. Te permiten seleccionar tus apuestas, las líneas de juego e incluso los símbolos. Sin embargo, la verdad es que el desenlace de cada giro está influido de antemano mediante un algoritmo, por lo que tus decisiones no tienen influencia alguna.
5. Brindan placer instantáneo
Las tragaperras actúan en el cerebro casi tan agresivamente como lo haría cualquier sustancia adictiva. Apostar en ellas favorece la generación en el cuerpo de dopamina, un neurotransmisor ligado al placer, y la recompensa genera una sensación de éxtasis en cada victoria. Esto refuerza el hábito y te impulsa a buscar más, incluso cuando sabes que estás perdiendo.
Y, sí, no eres tú, son ellas. No es culpa de la persona que se deja encantar por las máquinas tragaperras. Sin embargo, siempre será responsabilidad de cada uno de nosotros poder advertir cuándo nos encontramos ante una situación que esté afectando nuestras relaciones y nuestra vida en general.
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Adicción a los juegos: síntomas de la ludopatía
El brillo y la emoción que generan las máquinas tragaperras cubren una realidad sombría: la ludopatía. Este término se refiere a un trastorno de control de impulsos que se caracteriza por un deseo incontrolable de jugar.
Los ludópatas pierden la capacidad de manejar su comportamiento y caen en un círculo vicioso de apuestas que les trae graves consecuencias en todos los aspectos de sus vidas. Aunque los síntomas suelen ser variados, algunos de los más comunes suelen ser:
- Necesita jugar constantemente: la persona experimenta una urgencia constante de apostar, inclusive cuando carece de recursos o es consciente de que están perdiendo.
- Se siente irritable cuando no juega: experimenta irritabilidad, ansiedad y,en casos más graves, depresión cuando no está jugando.
- Engaños a familiares y amigos: suele mentir sobre el tiempo y dinero que invierte en el juego para ocultar su adicción.
- Necesita de invertir cada vez más: la persona requiere apostar una cantidad cada vez mayor de dinero para experimentar la misma emoción, lo que puede conducirla hacia deudas o incluso a tener comportamientos delictivos.
- Descuida sus relaciones personales: la ludopatía puede lograr que las personas ignoren las relaciones con la familia, amigos y compañeros de trabajo.
- Incapacidad de ponerse límites: la persona no logra controlar ni el tiempo ni el dinero destinado al juego, a pesar de las repercusiones negativas que esto conlleva.
- Se endeuda por jugar: los ludópatas tienden a acumular deudas para seguir jugando, lo que puede acarrear graves consecuencias económicas tanto para ellos como para sus seres queridos.
En caso de que tú o alguien que conozcas presente alguno de estos síntomas, es muy importante buscar ayuda profesional. La ludopatía es un trastorno grave que puede ser exitosamente tratado a través de terapia y soporte psicológico.
Máquinas tragaperras: cómo gestionar la adicción
Aunque es cierto que la ludopatía representa una afección seria, no es ni debe ser una condena de por vida. Si percibes la presencia de suficientes indicios de ludopatía, estos pasos a continuación te guiarán:
1. Reconocer el problema
Solo se libera de la ludopatía quien admite su existencia. Aunque pueda ser complicado, este paso es esencial para iniciar la búsqueda de ayuda.
2. Solicitar ayuda profesional
Existen cientos de recursos disponibles para brindar auxilio a quienes sufren de ludopatía. Puedes consultar a un psicólogo, psiquiatra o integrarte a un grupo de apoyo destinado a ludópatas.
3. Establecer límites
Una vez que hayas aceptado la situación, es necesario fijar límites concretos en cuanto al dinero y tiempo que inviertes en el juego. También es esencial evitar los sitios de juego, como casinos o casas de apuestas.
4. Encuentra apoyo
La ludopatía es una enfermedad difícil de vencer en soledad. Es necesario buscar el respaldo de la familia, amigos o de un grupo de ayuda especializado en ludopatía.
5. Practica la paciencia
Superar la ludopatía toma tiempo y requiere de mucha dedicación. No te desanimes si experimentas retrasos en tus avances, lo importante es mantener la determinación y seguir andando.
6. Ve a la raíz junto a tu psicólogo
La ludopatía suele ser un indicio de problemáticas más profundas como la ansiedad o la depresión. Es vital tratar las raíces subyacentes de la ludopatía para lograr una recuperación plena.
Llaurant La Llum Residencial
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Centro de Tratamiento de Adicciones
La ludopatía es un trastorno más común de lo que piensas, e impacta a un gran número de personas en todo el globo. Con el apoyo necesario, es viable salir de la situación y recuperar el dominio de tu vida. Ten presente que tu salud mental y tu bienestar son más importantes que cualquier logro material.