No todo tipo de malestar psicológico se basa en la tristeza, el miedo u otras emociones capaces de hacernos sentir experiencias intensas.
A veces, lo que nos hace sentir mal es precisamente la incapacidad para conectar con nuestro lado emocional y con todo aquello capaz de motivarnos. En situaciones así, es común que surja lo que se conoce como una crisis existencial, fenómeno del cual hablaremos con el coach David Busto.
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Entrevista a David Busto: ¿Cómo puede ayudar un coach a una persona en un momento de crisis existencial?
David Busto Caviedes es coach especializado en el desarrollo personal y financiero residente en Denia, Alicante. En sus servicios de apoyo a adultos y adolescentes, interviene con frecuencia en problemas como la baja autoestima, las dificultades para auto-motivarse y gestionar el tiempo, la mala regulación del estrés, y por supuesto, las crisis existenciales, una forma de malestar relativamente común que lleva a una sensación de estancamiento en la vida. En esta entrevista nos habla del modo en el que se aplica el coaching en estos casos.
¿Bajo tu punto de vista, cuáles son las principales características de una crisis existencial?
Según mi experiencia, las personas entramos en crisis existencial cuando tenemos la sensación de que lo que hemos estado haciendo hasta ahora ya no nos funciona, no tiene sentido o sencillamente nos damos cuenta de que, el camino que hemos llevado hasta ahora, no nos está conduciendo hacia un lugar en el que nos sintamos bien.
¿Es habitual que las personas entren en una dinámica de auto-sabotearse ante una crisis existencial, y hagan que dure más de lo necesario?
Yo diría que toda crisis existencial es provocada por un autosabotaje, en el sentido de que nos estamos autolimitando con pensamientos destructivos y una autoimagen pobre de nosotros mismos.
Nada de eso es cierto, pues todos tenemos un tremendo potencial en espera de ser despertado, sin embargo, hace falta remover algunas capas de negatividad y malos hábitos, además de liberar emociones bloqueadas que hacen que nuestra energía esté muy baja. Una vez hecho eso, la crisis se convierte en oportunidad y es posible salir de ella con una versión mejorada de nosotros mismos.
Algunas personas creen que “el tiempo todo lo cura”. ¿Es esto cierto en el caso de las crisis existenciales, o se necesita algo más que dejar pasar los meses?
Desde mi punto de vista, si no estamos evolucionando, estamos yendo hacia atrás. Por lo tanto, esperar que las cosas se arreglen solas es como pensar que, si tu casa tiene una gotera, solo por no mirarla se va a arreglar. Si estamos estancados, es muy importante salir de ahí cuanto antes.
Para ello la ayuda de un profesional creo que es muy adecuada pues, además de hacernos salir del atasco, nos dará herramientas para aprender a mantener nuestra vibración alta, evitar volver a atascarnos y tendremos nuevas herramientas para salir rápido si nos volvemos a meter en el atasco.
Más allá de que el malestar generado por una crisis existencial sea vivida individualmente, ¿cómo influyen en ella las relaciones personales con los demás?
Las relaciones con los demás son, en mi opinión, una de las claves de la felicidad. Pienso que es muy necesario rodearnos de personas inspiradoras, que nos animen y nos alienten a conseguir nuestros sueños y objetivos y quienes también tienen sus propias metas. Alguien dijo que, somos el resultado de la media de las 5 personas con las que más nos relacionamos y me parece algo muy acertado.
Es clave que nos relacionemos con personas que, tras un rato de estar con ellos, nos sentamos con más energía, más optimistas y con mejor disposición. Lamentablemente, suele ser muy habitual que, quien cae en una crisis existencial, no tiene con quien compartir su experiencia y menos quien le ayude a conectar con la motivación necesaria para salir de ella. Esa función puede cumplirla temporalmente un profesional a quien le apasione lo que hace y pueda ayudar a la persona en crisis a volver a sentir las ganas y la fuerza para salir de la situación.
¿Cuáles son las principales etapas del proceso de pasar página y superar estas crisis?
Podríamos hablar de cuatro fases.
Una primera fase en la que uno no sabe que no sabe, es decir, está en crisis (o en proceso de entrar en ella) pero aún no lo sabe. Tal vez un acontecimiento impactante como la pérdida de un trabajo o el fin de una relación hace que la persona se empiece a dar cuenta de que necesita un cambio.
Una segunda fase en la que uno sabe que no sabe, es decir, la persona se da cuenta de que hay cosas que no está haciendo de la mejor manera. En esta etapa es cuando se suele buscar la ayuda de un profesional
Una tercera etapa en la que uno empieza a aprender nuevas formas de pensar, de relacionarse con sus emociones y con los demás, a tomar conciencia de su potencialidad, a sentirse más seguro y a adquirir nuevos hábitos que le hacen sentirse mucho mejor. Esta es la etapa en la que el proceso junto al profesional se está desarrollando. Es necesario que dure un tiempo suficiente como para que se asienten los nuevos aprendizajes
Una cuarta y última etapa donde los aprendizajes están integrados y se hacen de manera inconsciente. La persona ya hace automáticamente aquello que le sienta bien, tiene una buena relación consigo mismo, se enfoca en soluciones, mira las dificultades como retos, tiene un buen diálogo interno, se fija en lo que quiere y no en lo que teme y, en general, alimenta aquello que le hace bien de forma automática.
¿De qué manera se da apoyo a estas personas a través del coaching?
El apoyo que a mí me gusta prestar se fundamenta en tres aspectos principales.
En primer lugar es necesario darse cuenta de lo que uno está haciendo y de cómo lo hace (lo cual es mucho mejor pregunta que “por qué lo hace”). Básicamente, buscamos una toma de conciencia sin culpa y con responsabilidad, es decir, con habilidad de responder de una mejor manera. Para esto me gusta ayudarme de las técnicas de la Gestalt y la meditación para ayudar a crear un observador interno más atento y libre de prejuicios
Otra cuestión importante es liberar emociones y bloqueos mentales, físicos y energéticos que mantienen nuestro cuerpo agarrotado, nuestra mente fijada en lo mismo de siempre y nuestra energía bajo mínimos. Los ejercicios de Análisis Bioenergético (comúnmente conocido como bioenergética) son muy apropiados para esto.
Por último, es importante aprender una nueva forma de pensar y relacionarse con las propias emociones. Somos creadores de nuestra realidad. Es fundamental aprender a enfocar nuestra atención en lo que queremos atraer usando nuestras emociones como guía. El objetivo del coaching es que la persona sea independiente y autónoma, aunque no por ello se deja de dar apoyo tras finalizar el proceso. Para ello recomiendo 3 herramientas principales.
Buenas lecturas: yo personalmente tengo una larga lista de libros que suelo recomendar entre los que destaco: “Vivir sin máscaras” de Susan Thesenga, “La bioenergética” de Alexander Lowen, “27 personajes en busca del ser” de Claudio Naranjo, “Nos veremos en la cumbre” de Zig Ziglar, “Pide y se te dará” de Abrahan Hicks y “Usted puede sanar su vida” de Louise Hay. Yo recomiendo leer al menos una página al día, siendo los mejores momentos nada más despertarnos y antes de acostarnos. Un buen truco es tener libros en lugares clave como la mesilla de noche, la entrada de casa, junto al sofá o en el baño.
Escuchar audios: esta es una herramienta de aprendizaje muy cómoda y práctica para mantener nuestra vibración alta, ya que podemos escuchar audios mientras hacemos las tareas cotidianas, conducimos o paseamos. Recomiendo también usar audios nada más despertarnos, ya que nos ayudan a sintonizar con una buena frecuencia. Las afirmaciones positivas de Louise Hay, los CDs de “Su deseo es su mandato” de Kevin Trudeau o los audiolibros de la lista nombrada anteriormente, son un excelente comienzo.
Finalmente, sugiero acudir regularmente a eventos inspiradores tales como talleres grupales o charlas motivacionales, ya que esto nos va a ayudar a relacionarnos con gente inspiradora y participar de la frecuencia de un grupo de personas que busca crecer.