Francisco José González Galán, experto en ansiedad: «Ser psicólogo conlleva una gran responsabilidad»

En esta entrevista al psicólogo Francisco José González Galán hablamos sobre ansiedad y depresión.

Francisco José González

Los trastornos depresivos y los trastornos de ansiedad representan la mayoría de los problemas de salud mental en los países de Occidente. Es por eso, que los psicólogos especializados en psicoterapia tienen que pasar por un periodo de formación y entrenamiento focalizado en esta clase de psicopatologías. Pero afrontar esta clase de problemas en el contexto de la psicología no es sencillo.

Para comprender mejor cómo se hace, en esta entrevista al psicólogo Francisco José González Galán hablamos acerca de los retos que suponen la depresión y la ansiedad.

Entrevista a Francisco José González Galán: cómo trabaja un Psicólogo experto en ansiedad y depresión

Francisco José González Galán es psicólogo sanitario colegiado con consulta en Madrid, así como especialista universitario en el tratamiento de la ansiedad y depresión por la universidad Isabel I. En esta entrevista, nos habla sobre cómo se tratan los problemas de ansiedad y los trastornos depresivos en terapia.

Francisco José González Galán

Francisco José González Galán

Psicólogo Experto en Ansiedad y Depresión

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

¿Cómo comenzó tu pasión por el estudio de la ansiedad y la depresión?

En aquel entonces, no estaba en mi mejor momento. Había pasado por una ruptura sentimental y por la muerte de un familiar muy cercano. Soy un amante incondicional de los animales, y algo dentro de mí me decía que debía hacer cambios en mi vida, así que decidí hacerme con un perrito, un dóberman precioso, no mucho más grande, por aquel entonces, que un bote de refresco.

Gracias a él, mi vida dio un giro inesperado. La idea era aprender a comunicarme con él de alguna manera, y decidí hacer un curso de adiestramiento. Fue entonces cuando descubrí al psicólogo clínico Iván Pávlov, el conductismo, y con ello, una asignatura llamada "psicología del aprendizaje". Ese fue el comienzo de todo.

¿Cómo abriste tu primera consulta de psicología?

Todos me querían regalar un diván, pero este tipo de sofá es de psicólogos que usan el psicoanálisis, y yo soy un psicólogo integrador con base cognitivo-conductual. El diván no era lo mío. Un día, me senté en un sillón tipo "Chester" y decidí que, cuando tuviera mi propia consulta, debería tener uno igual. No son los más cómodos del mundo para estar mucho tiempo sentado, pero si la idea es hablar durante una hora, es el sillón perfecto. La posición hace que los pacientes se sientan como en su propia casa. Me gustó tanto que compré el sillón antes de tener el local.

Ahora tenía un sillón, pero me faltaba la consulta (risas). No tardé mucho en conseguir el local. Abrí la primera consulta en la zona de Usera, Almendrales y Legazpi, en la parte sur de Madrid. Ahora he abierto una segunda consulta en la zona de Bernabéu, Cuzco y Colombia, también en Madrid. No llevamos mucho tiempo en el centro, pero parece que está teniendo muy buena acogida. Y eso que para esta nueva consulta aún no hemos llevado el sillón tipo Chester todavía.

¿Cuánto tiempo dedicas al día al estudio de la mente?

Ser psicólogo conlleva una gran responsabilidad. Muchos centros acogen a sus pacientes de una manera estupenda, pero todos "enfilados" de uno en uno y sin dejar tiempo para una reflexión al principio o al final del día. Cada sesión debe llevar un tiempo de preparación y otro tiempo de reflexión. Si contamos todo esto (preparación de los casos), el tiempo que dedico a escribir y publicar artículos, el material de redes sociales...

Sinceramente, no tengo ni idea. Creo que se me van al día unas 10 o 12 horas. Aunque últimamente, estoy empezando a pensar un poco más en mí y a dedicarme también mi tiempo, mi recompensa. Para ser eficiente, es muy importante saber encontrar el equilibrio. Actualmente, no suelo dedicar más de 30 horas a la semana a pasar consulta. Creo que el resto de la jornada debe dedicarse a trabajar en los casos fuera del tiempo de sesión.

¿Es sencillo delimitar la línea que separa la ansiedad normal, por un lado, y los trastornos de ansiedad, por el otro?

La línea puede ser difusa, y es crucial comprender que todos experimentamos ansiedad en ciertos momentos de la vida. Si hay dudas sobre esto, puede significar que la ansiedad empieza a ser desadaptativa.

La ansiedad normal puede manifestarse como ese cosquilleo en el estómago antes de una presentación importante, una primera cita o un examen. Es una respuesta natural del cuerpo a situaciones estresantes o amenazantes. Nos mantiene alerta y preparados para enfrentar desafíos futuros. Sin embargo, cuando esa ansiedad comienza a obstaculizar tu rutina diaria, cuando parece que no puedes controlarla y afecta tu calidad de vida, podría ser una señal de un trastorno de ansiedad.

¿Puede ser útil la terapia incluso en los casos en los que la ansiedad que sufre una persona no llega a constituir un trastorno?

Absolutamente. Si estás lidiando con ella y sientes que está afectando tu vida de alguna manera, la terapia como tratamiento para la ansiedad puede ser un recurso valioso para ti. Hacer terapia con un psicólogo puede ser una herramienta poderosa incluso cuando no se cumplen estrictamente los criterios clínicos de un trastorno de ansiedad. De hecho, a menudo, la vida moderna nos somete a situaciones estresantes que pueden generar un nivel de ansiedad difícil de manejar por nuestra cuenta.

La psicoterapia puede ser útil para comprender mejor qué desencadena tu ansiedad, cómo se manifiesta en tu vida diaria y qué estrategias puedes utilizar para manejarla de manera efectiva. En muchos casos, un psicólogo especialista en ansiedad no solo ayuda a aliviar los síntomas de ansiedad, sino que también te proporciona herramientas y habilidades para enfrentar los desafíos futuros de una manera más adaptativa y saludable. Además, puede fortalecer tu resiliencia emocional y mejorar tu bienestar general.

¿Cuál es tu enfoque terapéutico principal para tratar la ansiedad y la depresión?

Me gradué en terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapia es el que ha demostrado científicamente obtener mejores resultados. Como mencioné antes, mi interés inicial se centró en Pávlov y sus perros, aunque no me gustaron mucho sus prácticas. Sin embargo, debo reconocer que él fue una especie de ídolo en aquel momento. La terapia cognitivo-conductual es la aproximación más cercana a ese enfoque.

¿Utilizas algún enfoque complementario, como mindfulness u otras modalidades?

Un psicólogo experto en ansiedad y depresión no puede centrarse exclusivamente en un tipo de terapia. Cada tratamiento es individualizado, y aunque se repiten muchos patrones, no se puede aplicar la misma terapia a todos. Cada persona es diferente. El mindfulness se encuentra dentro de las terapias de tercera generación y es muy utilizado. Personalmente, lo utilizo con frecuencia para ayudar a las personas a mantenerse centradas en el momento presente, ya que pensar demasiado en el futuro puede generar ansiedad. Otra modalidad de terapia de tercera generación que suelo emplear es la terapia de aceptación y compromiso (ACT). Realizar un estudio de valores, especialmente en estados depresivos, ayuda al paciente a tomar conciencia de su situación y a reaccionar de manera más efectiva.

Nos comentabas antes que estás escribiendo un libro. ¿Te has centrado en algún tipo de tratamiento para la ansiedad en concreto?

En mi libro "Piensa mal y Ansiedad", me adentro de lleno en el tema de los tratamientos para la ansiedad, centrándome en el papel que desempeñan nuestros pensamientos en la aparición de la ansiedad en nuestras vidas. A veces, es difícil aceptar que nuestros propios pensamientos son el problema. Mucha gente percibe el peligro externo, pero no se da cuenta de que es nuestra interpretación lo que nos hace sentir mal, no el peligro en sí. Mi libro es como ese amigo que te ofrece buenos consejos respaldados por fundamentos científicos; más que un libro, es un manual práctico de rápida lectura. Las soluciones que propongo son eficaces, rápidas y fáciles de incorporar en tu rutina diaria.

¿Podrías decirnos cuáles son algunos de los tipos de pensamientos de los que hablas en tu libro?

Trabajando como psicólogo he notado que muchas personas tienden a caer en ciertos patrones de pensamiento que pueden empeorar sus síntomas. Por ejemplo, a menudo imaginan lo peor de una situación y exageran sus posibles consecuencias, como si todo se fuera a pique en un instante. También está el clásico enfoque de ver las cosas de manera "todo o nada", sin considerar que existen tonalidades de grises en la vida, lo que puede hacer que incluso situaciones manejables parezcan abrumadoras.

Otra trampa común es cuando alguien tiene una mala experiencia y comienza a creer que todas las situaciones serán igual de terribles. ¿Te suena familiar? A veces también asumimos la culpa por cosas que están fuera de nuestro control o creemos que tenemos el control total de todo, lo que puede causar mucha preocupación y presión innecesaria. Estos patrones de pensamiento suelen formar un ciclo que empeora la ansiedad y te hace sentir cada vez peor. Uno de los trabajos más importantes del psicólogo es identificar estos patrones y encontrar maneras de cambiarlos por pensamientos más realistas y saludables.

¿Se tarda mucho en empezar a notar los primeros efectos beneficiosos del tratamiento para la ansiedad y la depresión?

Los primeros efectos del tratamiento pueden variar según cada persona y su situación particular. Algunas personas pueden experimentar alivio y mejoras significativas en las primeras sesiones, mientras que otras pueden requerir más tiempo para ver resultados tangibles. Un psicólogo no puede solucionar en unas pocas horas un estado emocional que viene arrastrándose desde meses o años. Aunque también hay casos que mejoran con facilidad cuando ponen en práctica las herramientas que se aprenden.

Por lo general, los cambios iniciales pueden incluir una mayor comprensión de tus patrones de pensamiento y comportamiento, así como una sensación inicial de alivio al expresar tus preocupaciones y miedos en un entorno de apoyo y comprensión. La sensación de ser escuchado y comprendido ya puede ser un paso crucial hacia la mejora.

¿Puedes compartir alguna historia de éxito o logro significativo en el tratamiento de la ansiedad o la depresión?

En una ocasión, vino un joven bastante dependiente de sus padres, a pesar de ser mayor de edad. Encontré en él muchos miedos, inseguridades y un elevado nivel de ansiedad e incertidumbre sobre su futuro. Aunque sus padres eran personas muy comprensivas y hacían todo lo posible por ayudarlo, habían mantenido una protección excesiva sobre él. Después de casi un año de terapia, la evolución fue evidente. Vamos a llamarlo Javier. Javier había perdido su miedo a salir de su zona de confort y estaba decidido a estudiar una carrera en el extranjero. La madre me llamó diciendo que su hijo estaba tomando una decisión impulsiva y sin pensar, lo cual era incorrecto, ya que llevábamos casi un año trabajando en ello. Ella pensaba que la terapia no le estaba haciendo bien, ya que ahora Javier quería irse al extranjero. Hoy en día, Javier está a punto de completar un máster y ha aprendido un nuevo idioma. Te cuento esta historia porque el concepto de éxito puede variar según la perspectiva de cada uno. Como se puede ver, la madre no estaba completamente convencida de los resultados. En mi opinión, el éxito radica en mejorar la calidad de vida de la persona .

Para nuestros lectores, ¿cuáles son algunos de los consejos clave que das a tus pacientes para gestionar su salud mental a largo plazo?

No hay consejos clave. Es todo una mezcla de paciencia y trabajo. Algo que sí que puedo recomendar tener en cuenta es la aceptación y el momento presente. La salud es lo más importante, pero hay que tener en cuenta que ésta va y viene a lo largo del proceso de la vida. Aceptar esta condición es un punto clave para no generar más malestar del necesario. Ya es bastante difícil mantener la salud, como para castigarnos también por ello. Otro punto clave puede ser intentar mantenerse centrado en el presente. El futuro provoca ansiedad, el pasado nostalgia. Centrarse en el momento presente es de las pocas cosas que nos puede servir para no caer en esas dos emociones, a veces, tan incapacitantes.

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