La capacidad para expresarnos mediante el lenguaje es una de esas características que nos distingue del resto de seres vivos. La comunicación verbal es, además, una útil herramienta que nos ha permitido sobrevivir en entornos adversos, entender mejor nuestro entorno y formar grandes comunidades en las que cientos de personas cooperan entre sí.
En resumidas cuentas, somos una especie próspera en parte gracias a nuestra habilidad para combinar palabras entre sí. A esta capacidad la podemos llamar Inteligencia lingüística (o inteligencia verbal).
Una definición sobre la Inteligencia lingüística
Piensa en la manera en la que explicarías a otra persona que una maceta ha caído al suelo y se ha roto. Sencillo, ¿verdad? Ahora piensa en esta otra situación: debes leer un texto de dos páginas en el que una filósofa explica qué es la metafísica para ella, y hacerle un resumen sobre esto a otra persona.
Seguramente creerás que esta última tarea es bastante más complicada, a pesar de no haber leído ese texto. A pesar de que eres capaz de desenvolverte bien con el lenguaje en tu día a día, algunas tareas que involucran el uso de las palabras parecen especialmente difíciles en comparación a otras. Algunas de estas actividades, de hecho, pueden parecer imposibles de realizar, como por ejemplo explicarle cómo nos sentimos a una persona cuyo idioma no dominamos del todo.
Estos pequeños escollos cotidianos sirven para hacernos una idea de lo que es la Inteligencia lingüística: el grado en el que una persona es capaz de usar hábilmente el lenguaje para expresar y entender ideas y para conseguir objetivos a partir de esta habilidad.
La Inteligencia lingüística (a veces llamada también Inteligencia verbal) forma parte de la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, y tenerla en cuenta permite crear estrategias de potenciación del uso del lenguaje.
Una herramienta para adaptarnos al medio
La realidad no es algo fácil de entender, así que la manera de formular explicaciones acerca de esta tampoco debería serlo. La gran mayoría de las personas nacemos con la capacidad para aprender el lenguaje, pero no todas nos llevamos igual de bien con nuestro idioma materno. Y es posible que en algunas situaciones notemos que no tenemos control sobre las palabras, que nuestra Inteligencia lingüística no está tan desarrollada como lo requiere el contexto.
Precisamente por eso es importante la Inteligencia lingüística: teniendo en cuenta su existencia podemos saber hasta qué punto somos hábiles haciéndonos entender y entendiendo lo que se nos dice, tanto por hablado como por escrito. Esto es especialmente importante si tenemos en cuenta que el uso del lenguaje permite que nos acerquemos a nuestros objetivos y, por lo tanto, tener más o menos Inteligencia lingüística repercute en nuestras posibilidades de gestionar problemas, abordar proyectos o incluso mantener relaciones saludables con otras personas.
¿Cómo mejorar en Inteligencia lingüística?
Si es cierto que la Inteligencia puede ser resumida rápidamente como la capacidad para encontrar soluciones ante problemas nuevos de la manera más efectiva, no es menos cierto que esta se puede mejorar tomando algunos hábitos y rutinas. La Inteligencia lingüística, como parcela concreta dentro del concepto más amplio de "inteligencia", no es una excepción a esta regla. Eso significa que podemos tomar medidas para influir en nuestro grado de desempeño en Inteligencia lingüística, cambiando para mejor nuestra capacidad de adaptarnos a nuevas situaciones en las que un manejo hábil de las palabras sea útil (¡difícil encontrar una situación en la que no se de esto!).
Sabiendo todo esto, ya puedes empezar a introducir pequeños cambios en tu día a día para mejorar en tu habilidad con el lenguaje. Aquí tienes algunas indicaciones y recomendaciones para potenciar tu Inteligencia lingüística.
1. Empieza un diario personal
Empezar un diario es un buen primer paso. Escribirás sobre temas que te afectan indirectamente y que te parecen interesantes o relevantes, así que es difícil que esta actividad se haga aburrida. Además, no tendrás la presión de tener que escribir algo impresionante para impresionar a alguien, porque son escritos para ti, que nadie más tiene por qué ver. Será fácil que mejores tus habilidades verbales si te fuerzas a explicar tus vivencias y sentimientos.
2. Elige un tema interesante y escribe un breve ensayo sobre ello
Escribir libremente sobre lo que se siente y partiendo de la manera propia de ver la realidad es una buena manera de entrenarse en Inteligencia lingüística, pero conviene plantearse retos para que el nivel de dificultad de las tareas no sea siempre el mismo. Por eso, además de escribir un diario, es bueno acotar temas algo más universales y escribir sobre ellos. De este modo te obligarás a ampliar tu vocabulario y mejorarás tu capacidad para expresarte sobre un tema concreto a lo largo de textos más o menos largos.
3. Aprecia el valor de un buen diálogo
Si quieres pulir tu Inteligencia lingüística, también podría serte útil relacionarte con personas con las que no sueles comunicarte habitualmente. Personas con inquietudes e intereses distintos a los tuyos, gente con la que no puedas usar tu argot propio y que te obligue a salir de tu zona de confort a la hora de hablar. Nada mejor que el reto de comunicarse con alguien que tiene otro punto de vista para llegar a ser capaz de entender y hacerse entender.
4. Lee mucho y bien
Hay pocas cosas mejores para descubrir expresiones y vocabulario que la lectura. Hay una cantidad casi infinita de libros en los que puedes memorizar y repasar todo tipo de rutas lingüísticas a la vez que te entretienes o aprendes sobre cosas que te interesan. Sin embargo, si quieres mejorar tu Inteligencia lingüística sacándole el máximo jugo a los libros, lo mejor es cuidar lo que lees. Procura que caigan en tus manos libros de autores variados, para ver un poco de todo.
5. ¿Le das una oportunidad a la poesía y a la música?
La poesía y la música tienen el valor añadido de que rompen las convenciones de la gramática para comunicar y expresar fenómenos y emociones. Entrar en contacto con formas líricas de expresión puede hacer que te acostumbres a ver el lenguaje como un juego creativo en el que las palabras están al servicio del mensaje, y no al revés. De hecho, hay un ejemplo en el que se comprobó cómo el entrenamiento musical en niños preescolares servía para mejorar su Inteligencia verbal.
Inteligencia lingüística en niños
Estas recomendaciones pueden serte útiles a ti, pero algunas también pueden ser adaptadas para que los niños y niñas entren en las capacidades relacionadas con Inteligencia lingüística. Al fin y al cabo, es en las primeras etapas de la infancia cuando cobra más importancia tener los medios para aprender rápidamente los rudimentos del lenguaje, que se irán desarrollando durante el crecimiento.
Referencias bibliográficas:
- Operskalski, O. T., Paul, E. J., Colom, R., Barbey, A. K., Grafman, J. (2015). Lesion Mapping the Four-Factor Structure of Emotional Intelligence. Front. Hum. Neurosci.
- Triglia, Adrián; Regader, Bertrand; y García-Allen, Jonathan (2018). "¿Qué es la inteligencia? Del CI a las inteligencias múltiples". EMSE Publishing.