En el mundo de la filosofía y la psicología, el concepto de falacia es muy importante, porque da una idea de la calidad de los razonamientos que podemos utilizar para argumentar un punto de vista.
¿Qué es una falacia? Es, simplemente, un error de razonamiento, un tipo de argumentación en el que las premisas que se utilizan no llevan a la conclusión. De hecho, el término se deriva de la palabra "fallare", que significa mentir o engañar. Es decir, que sirve para enfatizar el carácter engañoso de estos razonamientos.
Pero reconocer una falacia no es sencillo, porque puede adoptar distintas formas. De hecho**, existen muchos tipos de falacias, algunas de las cuales no se parecen nada entre sí**. Es importante conocerlas bien si se quiere velar por la calidad de los debates y de los procesos de generación de conocimiento de una forma válida. A fin de cuentas, un "despiste" puede hacer que la conclusión a la que se llega sea totalmente errónea.
Falacias formales e informales
La clasificación más general que se puede hacer de las falacias es la que distingue entre falacias formales y las informales. Mientras que en estas últimas el error de razonamiento tiene que ver con el contenido de las proposiciones, en las falacias formales el error de razonamiento está en el modo en el que las proposiciones se relacionan entre sí. Por consiguiente, las falacias formales siempre lo son de forma objetiva, mientras que en el caso de las informales suede generarse un debate acerca si hay o no error de argumentación, dado que su naturaleza siempre depende del contexto en el que son usadas.
Por ejemplo, intentar desacreditar una idea hablando sobre aspectos negativos de quien la dice es una falacia ad hominem, pero no ocurre lo mismo si hablar sobre la persona que argumenta da información relevante que debe ser sacado a colación. Si la persona que decide centrar el debate en la mala conducta de un trabajador es conocida por intentar hacerle mobbing. En el caso de las falacias formales, no hay especio a la discusión, en todo caso se puede examinar si los conceptos utilizados son correctos (por ejemplo, si una misma palabra tiene dos significados diferentes a lo largo de la operación lógica).
En este artículo nos centraremos en analizar los tipos de falacias formales. Para saber más acerca de los tipos de falacias en general, puedes visitar este artículo.
Tipos de falacias formales y ejemplos
A continuación haremos un repaso sobre los principales tipos de falacias formales.
1. Silogismo disyuntivo falaz
En esta falacia se parte de una disyunción del estilo "A y/o B". Cuando una de las posibilidades queda afirmada, se asume que la otra es falsa. Por supuesto, esta conclusión no se deriva de las premisas.
- Ejemplo: "Puedes comer o ducharte si lo deseas. Te estás duchando, así que no vas a comer. Esta falacia no es tal cuando la disyunción es exclusiva: "o A o B"."
2. Afirmación del consecuente
En esta falacia formal se asume que si una premisa es cierta, entonces la consecuencia de esta premisa también señala si su antecesora es verdad o no.
- Ejemplo: "Si estudio mucho sacaré la máxima nota, así que si saco la máxima nota habré estudiado mucho."
3. Negación del antecedente
En esta clase de falacia formal el razonamiento se articula como si al negar una premisa la conclusión de esta tuviera que ser necesariamente falsa.
- Ejemplo: "Si llueve, la calle se mojará; no ha llovido, así que la calle no se mojará."
4. Negación falaz de la conjunción
Esta falacia se da cuando al no darse un fenómeno como resultado de un conjunto de elementos, se niega uno de esos elementos.
- Ejemplo: "Para hacer un buen pastel se necesita harina y nata; no ha quedado un buen pastel, por lo tanto no se ha puesto nata."
5. Término medio no distribuido
En esta falacia hay un elemento que conecta a otros dos y que no aparece en la conclusión, aunque a uno de ellos no lo engloba en su totalidad.
- Ejemplo: "Todos los mamíferos tienen ojos, algunos moluscos tienen ojos, por lo tanto, algunos moluscos son mamíferos."
6. Silogismo categórico con premisas negativas
Esta falacia se da en cualquier silogismo categórico en el que ambas premisas son una negación, ya que a partir de ellas no se puede concluir nada.
- Ejemplo: "Ningún mamífero tiene plumas, ningún ratón tiene plumas, así que ningún mamífero es un ratón."
7. Silogismo categórico con conclusión negativa a partir de premisas afirmativas
En los silogismos categóricos no se puede obtener una conclusión negativa a partir de premisas afirmativas, y hacerlo supone caer en un razonamiento falaz.
- Ejemplo: "Todos los alemanes son europeos y algunos cristianos son europeos, así que los cristianos no son alemanes."
8. Falacia de cuatro términos
En esta falacia hay cuatro términos, en vez de tres, que sería lo necesario para que fuese válido. Esto ocurre porque uno de los términos tiene dos significados.
- Ejemplo: "El hombre es el único animal capaz de domesticar el fuego, la mujer no es un hombre, así que la mujer no puede domesticar el fuego."