Científicos desarrollan un prometedor nuevo tratamiento para el Alzheimer

Un nuevo fármaco protege el cerebro y abre esperanzas para tratar el Alzheimer y otras demencias.

Científicos desarrollan un prometedor nuevo tratamiento para el Alzheimer
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El Alzheimer es una de las enfermedades neurodegenerativas más devastadoras del mundo, afectando a más de 55 millones de personas y sus familias. A pesar de décadas de investigación, los tratamientos actuales apenas logran ralentizar el avance de la enfermedad y suelen estar acompañados de efectos secundarios considerables. Sin embargo, un reciente avance científico ha despertado nuevas esperanzas: un grupo de investigadores ha desarrollado un fármaco que, en estudios con animales, ha logrado proteger el cerebro y preservar la memoria de manera sorprendente.

Este descubrimiento no solo propone una estrategia diferente, sino que también desafía el enfoque tradicional al centrarse en la protección de la barrera hematoencefálica, el “guardián” natural del cerebro. En este artículo exploraremos cómo este innovador tratamiento podría cambiar el futuro del Alzheimer y de otras enfermedades cerebrales, abriendo la puerta a una nueva era de terapias más seguras y eficaces.

La barrera hematoencefálica: el “guardián del cerebro”

Imagina que el cerebro es una fortaleza y, como toda fortaleza, necesita un muro protector que lo resguarde de amenazas externas. Ese muro es la barrera hematoencefálica (BHE), una estructura esencial formada por células especializadas que separan la sangre del tejido cerebral. Su función es permitir que nutrientes vitales y oxígeno lleguen al cerebro, mientras bloquea la entrada de sustancias tóxicas, bacterias y virus que circulan por el torrente sanguíneo. En otras palabras, actúa como un filtro inteligente que decide qué puede pasar y qué debe quedarse fuera.

La importancia de la BHE radica en su papel como primera línea de defensa del sistema nervioso central. Cuando esta barrera funciona correctamente, el cerebro se mantiene protegido y puede realizar sus funciones de manera óptima. Sin embargo, cuando la BHE se debilita o se daña, su capacidad de filtrar se ve comprometida. Esto permite que sustancias nocivas y células inflamatorias penetren en el cerebro, desencadenando procesos que pueden llevar a la inflamación, el daño neuronal y, en última instancia, la neurodegeneración.

Diversos estudios han demostrado que la ruptura o deterioro de la barrera hematoencefálica es una de las primeras señales de alerta en enfermedades como el Alzheimer, lesiones cerebrales traumáticas e incluso el envejecimiento normal. Por eso, proteger la integridad de esta barrera se ha convertido en un objetivo clave para prevenir el avance de enfermedades neurodegenerativas. En este contexto, el nuevo enfoque de investigación que prioriza la salud de la BHE representa una prometedora vía hacia tratamientos más efectivos.

El nuevo objetivo: la enzima 15-PGDH

Durante décadas, la investigación sobre el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas se ha centrado principalmente en las neuronas y en el control de proteínas como el amiloide. Sin embargo, el reciente avance científico ha puesto el foco en un nuevo protagonista: la enzima 15-hidroxiprostaglandina deshidrogenasa, conocida como 15-PGDH. Esta enzima desempeña un papel fundamental en el metabolismo de las prostaglandinas, moléculas que regulan procesos inflamatorios y de reparación en el organismo.

La enzima 15-PGDH actúa descomponiendo la prostaglandina E2 (PGE2), una sustancia clave para la regeneración de tejidos y la modulación de la inflamación. En condiciones normales, este equilibrio es esencial para la salud. Sin embargo, los investigadores han descubierto que en el envejecimiento, el Alzheimer y lesiones cerebrales traumáticas, los niveles de enzima 15-PGDH aumentan de manera significativa, tanto en modelos animales como en humanos. Este incremento excesivo favorece la degradación de PGE2, lo que debilita los mecanismos de defensa y reparación, especialmente en la barrera hematoencefálica.

El hallazgo de que la enzima 15-PGDH está especialmente enriquecida en la barrera hematoencefálica y que su sobreexpresión contribuye al daño de esta estructura ha abierto una nueva vía terapéutica. En lugar de atacar directamente a las neuronas o a las placas de amiloide, el nuevo enfoque propone proteger el “escudo” del cerebro bloqueando la acción de esta enzima. Así, se preserva la integridad de la barrera hematoencefálica y se previene la entrada de sustancias dañinas que podrían desencadenar la neurodegeneración. Este cambio de paradigma representa una estrategia innovadora y prometedora en la lucha contra el Alzheimer.

Desarrollo del fármaco

El avance en la lucha contra el Alzheimer ha venido de la mano de un compuesto innovador: el fármaco SW033291. Este medicamento fue desarrollado originalmente en la Universidad Case Western Reserve con un objetivo completamente distinto: estimular células madre para reparar tejidos dañados en casos de colitis y trasplantes de médula ósea. Sin embargo, los investigadores descubrieron que el medicamento desarrollado tenía un efecto inesperado y prometedor en el cerebro: al bloquear la enzima 15-PGDH, lograba reducir la inflamación cerebral y, lo más importante, proteger la barrera hematoencefálica.

La clave de este enfoque radica en que, a diferencia de los tratamientos tradicionales para el Alzheimer, el fármaco desarrollado no busca eliminar directamente las placas de amiloide en el cerebro. En cambio, su acción se centra en preservar la integridad de la barrera hematoencefálica, evitando que sustancias dañinas atraviesen este filtro natural y desencadenen procesos de neurodegeneración. Así, el fármaco actúa como un “escudo” que refuerza la defensa natural del cerebro.

Los resultados obtenidos en modelos animales han sido alentadores: los ratones tratados con el fármaco experimental mantuvieron la barrera hematoencefálica intacta, no sufrieron neurodegeneración y conservaron plenamente sus capacidades cognitivas y de memoria. Además, el fármaco demostró su eficacia incluso cuando se administró después de una lesión cerebral, lo que amplía su potencial terapéutico más allá del Alzheimer. Este descubrimiento representa un cambio de paradigma en el desarrollo de tratamientos, apostando por proteger el entorno cerebral en lugar de atacar únicamente los síntomas visibles de la enfermedad.

Resultados en modelos animales

Los ensayos realizados con el fármaco SW033291 en modelos animales han ofrecido resultados realmente prometedores. En ratones diseñados para desarrollar síntomas similares al Alzheimer, el tratamiento con este compuesto logró preservar la integridad de la barrera hematoencefálica. Esto significa que el “muro protector” del cerebro permaneció intacto, impidiendo la entrada de sustancias dañinas y evitando la inflamación que suele preceder a la neurodegeneración.

Uno de los hallazgos más destacados fue que los ratones tratados no presentaron pérdida de neuronas ni signos de deterioro en sus capacidades cognitivas. En pruebas de memoria y aprendizaje, estos animales mostraron un rendimiento equiparable al de ratones sanos, lo que sugiere que el fármaco no solo protege la estructura cerebral, sino que también preserva funciones esenciales como la memoria. Este efecto es especialmente relevante, ya que en la enfermedad de Alzheimer la pérdida de memoria es uno de los síntomas más devastadores para los pacientes y sus familias.

Otro aspecto innovador del fármaco desarrollado es que su eficacia no depende de la reducción de la proteína amiloide, el objetivo de la mayoría de los tratamientos actuales. En cambio, el fármaco actúa reforzando la defensa natural del cerebro, lo que podría traducirse en menos efectos secundarios y una mayor seguridad para los pacientes.

Además, los investigadores comprobaron que el fármaco también protegía el cerebro de ratones sometidos a lesiones traumáticas, incluso cuando el tratamiento se administraba hasta 24 horas después del daño. Esto abre la puerta a su posible uso en situaciones de emergencia neurológica, como conmociones cerebrales, ampliando aún más su potencial terapéutico.

Los próximos pasos

El descubrimiento del fármaco SW033291 y su capacidad para proteger la barrera hematoencefálica marca un antes y un después en la búsqueda de tratamientos para el Alzheimer y otras enfermedades cerebrales. Al centrarse en preservar el “escudo” natural del cerebro, esta estrategia podría ofrecer beneficios no solo para quienes padecen Alzheimer, sino también para personas con lesiones cerebrales traumáticas y, potencialmente, otras enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la esclerosis múltiple.

Sin embargo, aunque los resultados en modelos animales son alentadores, el siguiente gran reto será demostrar la seguridad y eficacia del fármaco en seres humanos. Los científicos ya están planificando ensayos clínicos para evaluar cómo responde el organismo humano a este nuevo tratamiento y determinar la dosis óptima. Además, será necesario investigar posibles efectos secundarios y la duración de los beneficios en el tiempo.

Si los ensayos clínicos confirman los resultados obtenidos en animales, el medicamento SW033291 podría revolucionar el enfoque terapéutico de las enfermedades neurodegenerativas, ofreciendo una alternativa más segura y eficaz que los tratamientos actuales. Este avance también resalta la importancia de la investigación multidisciplinaria y la colaboración entre distintas áreas de la ciencia para encontrar soluciones innovadoras a problemas complejos.

Conclusiones

El desarrollo del fármaco SW033291 representa una esperanza renovada en la lucha contra el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Al proteger la barrera hematoencefálica, este enfoque innovador no solo previene el daño cerebral, sino que también preserva funciones cognitivas clave, como la memoria.

Aunque aún faltan ensayos clínicos en humanos para confirmar su eficacia y seguridad, los resultados en modelos animales son prometedores y abren la puerta a una nueva generación de tratamientos. Este avance demuestra cómo la ciencia, al explorar caminos diferentes y colaborar entre disciplinas, puede ofrecer soluciones revolucionarias para mejorar la calidad de vida de millones de personas afectadas por estos devastadores trastornos.

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Javi Soriano. (2025, junio 3). Científicos desarrollan un prometedor nuevo tratamiento para el Alzheimer. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/cientificos-desarrollan-prometedor-nuevo-tratamiento-para-alzheimer

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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