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Así es como los genes ligados a la Depresión afectan al Sistema de Recompensa del Cerebro

Los genes asociados a este trastorno influyen en una zona clave del encéfalo ligada a la motivación.

Así es como los genes ligados a la Depresión afectan al Sistema de Recompensa del Cerebro

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La depresión es una enfermedad mental que se da con más frecuencia de la que podríamos pensar. En el año 2023, la Organización Mundial de la Salud estimaba que un 5% de la población adulta padece depresión a nivel mundial. Esta patología puede llegar a ser realmente grave, va mucho más allá de simplemente “estar triste”.

Las consecuencias de la depresión afectan e interfieren en los diferentes ámbitos de la vida de una persona. Aunque el síntoma más conocido está relacionado con el estado de ánimo, también se ven afectados aspectos como la motivación, el sueño, los patrones alimentarios, la forma de relacionarse e incluso la forma de comprender el mundo.

Hoy en día, sabemos que muchos factores externos pueden facilitar el desarrollo de la depresión. No obstante, la ciencia también ha demostrado que la genética puede incrementar la vulnerabilidad. A lo largo de este artículo explicamos uno de los últimos estudios publicados que ha investigado la forma en que dicha vulnerabilidad genética altera el funcionamiento cerebral incluso antes de padecer depresión.

¿Qué es el riesgo genético de depresión?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que ningún gen determina que una persona vaya a desarrollar un trastorno depresivo mayor. Aunque se estima que la depresión tiene una heredabilidad del 40%, son muchas las variables que pueden influenciar a nivel genético en este proceso.

Los científicos han conseguido crear una forma de calcular o evaluar la predisposición genética de una persona a desarrollar depresión. Para ello, se suman los diferentes efectos de las múltiples variables que se sabe que pueden influir en el desarrollo de esta patología. Esta medida es lo que se conoce como la puntuación de riesgo poligénico (Polygenic Risk Score, PRS, en inglés).

El hecho de que una persona obtenga una puntuación alta en el PRS no implica necesariamente que vaya a desarrollar depresión. No obstante, sí es un indicador de que, al menos a nivel estadístico, esa persona tiene más probabilidad de padecer la patología que otra con una puntuación menor.

En el estudio mencionado previamente se utilizó esta herramienta para medir el PRS de depresión en adultos jóvenes. Tal y como veremos más adelante, se pretendía analizar si el riesgo genético podría influir en el procesamiento de estímulos antes de que la sintomatología depresiva apareciera.

El sistema de recompensa, nuestro motor interno de la motivación

Antes de centrarnos en el estudio y los importantes descubrimientos, es necesario conocer el papel que desempeña el sistema de recompensa de nuestro cerebro. Este se compone por un conjunto de estructuras y conexiones neuronales que se activan ante estímulos gratificantes y producen tanto sensaciones de placer como motivación.

Este sistema es realmente importante puesto que juega un papel crucial en el aprendizaje, la regulación del comportamiento, la repetición de acciones y la generación de hábitos, entre otras cosas. Es decir, este sistema se ocupa de motivarnos hacia la acción. Cuando anticipamos una recompensa, nuestro cerebro libera dopamina y nos impulsa a repetir conductas beneficiosas.

¿Cómo se relaciona esto con la depresión? Se ha visto que en las personas que padecen esta patología las respuestas de recompensa están alteradas. Como consecuencia,pierden el interés por las actividades que antes sí les gustaban y les cuesta mantener o incluso iniciar acciones que estén orientadas hacia una meta.

El estudio en cuestión

Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale analizó datos de 879 jóvenes adultos —de entre 22 y 35 años— gemelos o hermanos sanos, de los cuales 451 eran mujeres. Se llevó a cabo un análisis genético con el objetivo de determinar la puntuación de riesgo poligénico (PRS) para la depresión.

Además, los científicos evaluaron las imágenes cerebrales obtenidas a través de la resonancia magnética funcional (fMRI). Con ello, se pretendía medir el nivel de actividad cerebral mientras que los participantes realizaban una tarea de apuestas en las que podían ganar o perder dinero. Se escogió este tipo de tarea porque activan tanto el sistema de recompensa como el de castigo.

Así pues, el equipo de investigación analizó cómo los cerebros de los participantes respondían ante las victorias y las derrotas y de qué forma esto se relacionaba con el riesgo genético de padecer depresión.

Resultados clave

Los científicos encontraron diferentes aspectos importantes al analizar los datos. En primer lugar, observaron que un mayor riesgo genético (PRS) para la depresión se asoció con una menor actividad cerebral en las áreas cerebrales implicadas en la toma de decisiones, la atención y el procesamiento de recompensas y castigos.

Concretamente, se observó que la corteza cingulada anterior se vinculó con la sensibilidad al castigo, pero no a las recompensas. Se considera que este hecho podría estar relacionado con la forma en la que se interpretan las experiencias negativas.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que aunque sí había algunos patrones comunes entre hombres y mujeres, también se observaron respuestas cerebrales distintas según el sexo en el procesamiento de recompensa y castigo relacionado con las PRS.

¿Por qué es importante lo que aporta este estudio?

Los resultados de este estudio son especialmente interesantes no solo porque describe la relación entre una función cerebral y la genética, sino porque aporta un potencial biomarcador temprano de vulnerabilidad a la depresión.

El hecho de poder detectar cambios en la actividad del sistema de recompensa incluso antes de que aparezcan los síntomas de la depresión podría permitir a los profesionales de la salud plantear intervenciones más enfocadas hacia la prevención.

En este sentido, aquellas personas que tuvieran un alto riesgo genético de desarrollar depresión podrían beneficiarse de programas de intervención en los que se refuercen aspectos como la regulación emocional y la motivación. Además, también se podrían beneficiar de seguimientos individualizados en los que poder identificar con más facilidad las señales de alerta de forma temprana.

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  • Chen, Y., Li, H. T., Luo, X., Li, G., Ide, J. S., & Li, C. R. (2025). Polygenic Risks for Depression and Neural Responses to Reward and Punishment in Young Adults. Biological psychiatry. Cognitive neuroscience and neuroimaging, S2451-9022(25)00167-3. Advance online publication.
  • Organización Mundial de la Salud. (2023, 31 de marzo). Depresión. Notas

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Nerea Moreno. (2025, agosto 11). Así es como los genes ligados a la Depresión afectan al Sistema de Recompensa del Cerebro. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/genes-depresion-afectan-sistema-recompensa-cerebro

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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