El café por sí solo no suele causar daños a la salud, incluso si se consume moderadamente tiene beneficios como mantenernos alerta, mejorar el rendimiento físico, y proporciona algunos nutrientes esenciales como riboflavina, ácido pantoténico, magnesio y niacina entre otros.
Por el contrario, un consumo excesivo de café puede llegar a causar graves daños en la salud. Beber más de tres tazas al día comienza a considerarse fuera de lo recomendado. Por eso mucha gente quisiera eliminar su consumo y comienzan a preguntarse cómo dejar de consumir tanto café. Veamos varios consejos.
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4 consejos para dejar de consumir tanto café
La cafeína puede resultar adictiva, no sólo por la sensación que brinda al proveer de energía, sino porque en consumos elevados y prolongados, el cuerpo se acostumbra a sus dosis habituales de café. Por esta razón eliminar su consumo puede producir síntomas de abstinencia.
Así pues, veamos cómo dejar de beber tanto café en el día a día.
1. Tomar la decisión y tener un objetivo
Tomar más de tres tazas al día comienza a ser ya una alerta para considerar dejar de consumir café. En teoría no deberíamos consumir más de 300 miligramos, por lo que si tu consumo es igual o mayor y estás comenzando a considerar dejar de consumir café, es importante tomar la determinación para comenzar un plan y seguirlo hasta haberlo logrado.
Es importante entender que un objetivo puede ser dejar de consumir tanto café, es decir minimizarlo, y otro puede ser eliminar por completo el consumo del café. Por eso hay que reflexionar lo que queremos para marcar un plan de acción.
Puede ser que si el consumo de tazas de café excede las 4 al día, un objetivo sea reducir a dos tazas. O si el objetivo es eliminarlo por completo, es recomendable tener una meta real y alcanzable acerca del tiempo en el que se espera poder lograrlo. Un plazo realista podría ser entre 3 a 5 meses según las cantidades que se acostumbren actualmente.
Este paso para dejar de tomar tanto café, es el primero que debemos tener muy claro para entonces comenzar a planear la siguiente sugerencia para eliminar o disminuir el consumo excesivo de esta bebida.
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2. Disminuir gradualmente las tazas al día
Dejar de tomar café trae consigo un pequeño inconveniente que hay que saber resolver: existe un síndrome de abstinencia. Dolor de cabeza, fatiga, ansiedad y somnolencia son los síntomas más frecuentes al eliminar su consumo.
Por esta razón, dejar de tomar café debe ser un objetivo gradual en proporción con la cantidad que se consume actualmente y a la que se quiere llegar.
El ejercicio puede ser que si actualmente se consumen 5 tazas al día, se comience por tomar 4 tazas durante 3 o 4 semanas, después reducir a 3 tazas durante 3 o semanas y así hasta llegar a la meta alcanzada o a ninguna taza de café al día.
De esta manera, la cafeína que nuestro cuerpo asimila irá reduciéndose poco a poco disminuyendo el síndrome de abstinencia o incluso ayudando a que no se sienta. Si la alta ingesta de café por día se ha llevado a cabo por un lapso prolongado de tiempo, el cuerpo entonces está habituado ya a la cafeína, y entre cada taza de café no ha habido un proceso propio del organismo para desecharlo del cuerpo, eso quiere decir que lleva mucho tiempo sin funcionar sin cafeína.
Si el consumo se disminuye gradualmente, el cuerpo no se resentirá de manera repentina por este bajón de cafeína y al cabo de un tiempo el organismo se habrá acostumbrado a estar sin ella.
Después de haber hecho un plan de acción y reducir el consumo gradualmente, dejar de tomar tanto café será más sencillo de lo que en un principio pareciera.
3. Sustituir el café
Cuando el consumo de cafeína es alto, una buena forma de lograr la disminución gradual de tomas al día es sustituirlo por algún té que contenga cafeína y alternarlo con alguno que no contenga.
El té negro o el verde contienen cafeína por lo que podrían tomarse en las mañanas para sustituir el café. Al ser caliente y contener cafeína, podrían ayudar a recibir la misma sensación de energía que brinda una taza de café. Las siguientes tomas pueden sustituirse por un té sin cafeína como el de manzanilla, o quizá uno de azahares o hierbas relajantes para ayudar a disminuir el síndrome de abstinencia.
Un chocolate amargo o un refresco de cola son también buenas opciones para sustituirlo. Un refresco de cola tiene menos cafeína que una taza de café, por lo que puede ser de gran ayuda para dejar de tomar tanto café a lo largo del día.
4. Realizar actividades relajantes
Una vez que se ha comenzado con el plan de dejar de tomar café y comenzamos a sentir los primeros síntomas de abstinencia, podemos recurrir a ejercicios o actividades que nos permitan mantenernos en paz y que sirvan de paliativo para no recaer.
Caminar, nadar, hacer yoga, tai chi o meditación, son algunas de las actividades que podrán ayudar perfectamente pues además de ayudar a liberar toxinas también sirven para tomar conciencia de nuestro cuerpo y de la importancia de su salud y de los beneficios de dejar atrás un hábito que nos hace daño.
La meditación además funciona para aliviar la angustia que provoca el dejar una sustancia adictiva y con los síntomas como el dolor de cabeza o la somnolencia.
Referencias bibliográficas:
- Waller, J. M.; Bigger, M.; Hillocks, R. J. (2007). Coffee Pests, Diseases and Their Management (en inglés). CABI.
- Escobar, Germán. (2009). El sombrío en los cafetales:un sistema, una estrategia para la seguridad alimentaria.
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